En cinco años de detención el sargento Luis Bandres ha recibido atención médica especializada una sola vez

Sargento Luis Bandres

Sandra Hernández, esposa del detenido, informó que el sargento, de 38 años de edad, necesita una operación en el pie derecho. Bandres sufre de desmayos repentinos que alertan a su familia.

Caracas. El sargento mayor de tercera Luis Alexander Bandres Figueroa de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ha recibido atención médica una sola vez desde que está bajo la custodia del Estado. Esa única visita a un centro de salud fue en mayo de 2022 por molestias en el pie derecho. 

En el Hospital Victorino Santaella, en Los Teques, estado Miranda, le hicieron un rayos X que determinaron que debían extraerle los seis tornillos que le pusieron en una vieja operación tras ser atropellado en 2012. Sandra Hernández, esposa de Bandres, contó que su organismo está rechazando el material, lo cual le produce dolor e hinchazón. 

Hernández señaló que las molestias en el pie aparecieron luego de las primeras torturas de las que fue víctima su esposo en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleíta, al poco tiempo de su aprehensión en 2019. 

Sargento Luis Bandres y su esposa Sandra Hernández | Foto: cortesía de familiares.

El sargento Bandres, de 38 años de edad,  fue condenado a 15 años y seis meses de prisión por la comisión de los siguientes delitos en calidad de autor: motín, instigación a la rebelión, sustracción de efectos pertenecientes a la Fuerza Armada, desobediencia y ultraje a la Fuerza Armada.

Actualmente se encuentra recluido en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde (Cenapromil), mejor conocida como la Cárcel de Ramo Verde en Los Teques. 

Detención

La madrugada del 21 de enero de 2019 Bandres lideró una sublevación en tres comandos de la GNB en San José de Cotiza en desconocimiento del mandato del presidente Nicolás Maduro. Junto a él estaban otros 23 sargentos. 

Habitantes del barrio Cotiza salieron a las calles en respaldo, pero agentes de fuerzas de seguridad dispersaron la manifestación con bombas lacrimógenas. En el sitio aparecieron efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Policía Nacional Bolivariana (PNB), la Fuerza de Acciones Especiales (FAES), la GNB y la Dgcim. 

Ante esto, los oficiales que formaban parte del movimiento se refugiaron e intentaron llegar a una negociación de rendición. Luego detuvieron a Bandres y a los 23 militares que lo acompañaron. Sus familias no supieron nada de ellos los ocho días siguientes. 

Desmayos 

Otra de las razones que mantienen preocupada a la familia del sargento Bandres son los desmayos repentinos que comenzó a sufrir desde el año 2020, específicamente cuando lo trasladaron a la cárcel La Pica, en el estado Monagas. Sandra informó que a su esposo también lo torturaron en ese lugar. 

Durante 15 días lo encerraron en un área que llamaron El Pozo, el cual era un baño viejo de un metro y medio de ancho por dos metros de largo. Allí le ordenaron a los custodios no pasarle agua ni comida. 

Como Bandres no ha recibido atención médica especializada, no existe un diagnóstico certero sobre lo que origina los desmayos. Su esposa indicó que ante la falta de personal de salud, los mismos compañeros de celda son quienes lo auxilian cuando tiene estos episodios. 

Sargento Luis Bandres
Los hijos del sargento Luis Alexander Bandres también están afectados por la detención de su padre | Foto: cortesía de familiares.

Sandra sospecha que su salud empeoró tras las torturas y los maltratos. Manifestó que su esposo ni siquiera fue visto por un médico forense, pese haber manifestado ser víctima de tortura y ser presentado ante un juez a las audiencias con golpes visibles. 

En su expediente hay un examen forense que supuestamente le realizaron, dice que él sale perfectamente bien. Y ese documento ahí es falso porque en ningún momento lo ha revisado un médico forense, dijo Sandra Hernández, esposa de Bandres.

El sargento Bandres también padece de insomnio, ansiedad, depresión, falta de apetito, es asmático y su esposa lo ve más delgado en los últimos meses. El detenido solicitó una visita a la Cruz Roja Internacional, pero aún no recibe respuestas. 

Torturas 

La esposa de Bandres detalló que en la sede de la Dgcim en Boleíta lo torturaron para coaccionarlo. Lo asfixiaron con bolsas, le dieron descargas eléctricas en partes blandas del cuerpo, incluidos los testículos, golpes con bates, sufrió violencia sexual e intento de violación con un palo de pico; le quemaron y arrancaron la piel de las manos y padeció desnudez forzada. 

También lo obligaron a comer sus propias heces luego de que defecara al no resistir las torturas.

En septiembre de 2020 la Misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre Venezuela de la ONU documentó el caso de Bandres. El informe de la Misión detalló que oficiales de la Dgcim obligaron al sargento a grabar un video para acusar a María Corina Machado, Juan Guaidó y Julio Borges de financiar el levantamiento en Cotiza, pero como se negó, lo torturaron. 

El 28 de febrero de 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó una medida cautelar a favor del sargento mayor de tercera para exigir que se protejan sus derechos de vida e integridad. 

Nosotros no creemos en la justicia venezolana. A nivel internacional, hemos solicitado y denunciado lo que ha sido la violación de derechos humanos y nosotros queremos justicia. Que se abra una investigación porque sabemos quiénes son los torturadores y deseamos que paguen por todo lo que han hecho, porque no es posible que mi esposo haya sido tan maltratado y sus torturadores hayan sido premiados a lo largo de todo este tiempo.

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