Enrique Márquez: Yo hablo de pragmatismo para resolver los problemas

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Enrique Márquez, ingeniero y exrector del CNE, asegura que su experiencia en la política y su capacidad de construir entendimiento son los atributos con los que cuenta y que le permitirán liderar la transición en Venezuela, si logra ganar las elecciones presidenciales del 28 de julio.

Caracas. Enrique Márquez asegura que su principal credencial para ser el próximo presidente de Venezuela es su trayectoria de 42 años en la política. Además del pragmatismo que le aportó la carrera de ingeniería eléctrica y que ahora promete emplear para resolver los problemas del país si resulta elegido el 28 de julio.

“La ideología se la dejo a los ideólogos y se la dejo a otra gente, yo no hablo de eso, yo hablo del pragmatismo para resolver los problemas”, dijo Márquez en entrevista concedida a Crónica.Uno

El candidato independiente, respaldado por el partido Centrados, insiste en que no será un “mago” quien vendrá a solucionar la crisis del país, sino que se requiere de “un equipo” en el que, aseguró, deben estar los más capacitados, sin importar su tendencia política. 

El también exrector del Consejo Nacional Electoral (CNE) prefiere hablar de capacidades que de caudillos. Destaca como atributo para ser el líder del cambio político su capacidad de construir conciencia, entendimiento y firmeza en la elaboración de políticas públicas.

El día de la postulación lo hice para convertirme, como creo que soy, en una opción para Venezuela de representar a todo el pueblo opositor, dijo.

El candidato dice que está abierto a las alianzas preelectorales. Fotografía: Tairy Gamboa
La candidatura

¿Cuáles son las cualidades o aptitudes que cree que lo califican para ser presidente en un momento como el que vive Venezuela?

Yo abogo en esta oportunidad por un entendimiento. De aquí al 28 de julio hay una contienda electoral democrática que yo reafirmo como indispensable para el país, pero a partir de allí tiene que haber un entendimiento entre nosotros. 

 Una de las actitudes que me favorece para esa posición son mis atributos alrededor de la conducción de consensos. Yo no he estado en el extremo de la oposición, he estado, más bien, en una oposición que ha buscado siempre el entendimiento con el otro lado. Es decir, yo puedo tener acceso a ambos lados para buscar, para construir un entendimiento.

Tengo amplia experiencia como político. Con 42 años en la política he estado en la Asamblea Nacional tres veces, he sido vicepresidente del CNE, tengo un amplio conocimiento del Estado y, por tanto, posibilidades reales de construir políticas públicas que nos permitan avanzar en nuestro país. 

¿Cuál es el foco principal de su plan de gobierno y a qué daría prioridad en su gestión, en caso de ser elegido?

Lo primero que establecería es el tema de la economía. Y no puede ser una economía para el Estado, tiene que ser una economía para la gente, una economía humana, una economía para el hombre, para el ciudadano porque hasta ahora lo que hemos visto es componentes de una economía de Estado, es decir, una economía que le genera ingresos al Estado y el Estado ve cómo lo distribuye. 

Creo en un Estado fuerte, pero no burocrático. De tal forma que centrándome en la economía veo que la principal palanca para recuperarla es el petróleo.

La palabra clave es una economía humana, alguien podría decir un capitalismo humano. Yo creo en la justicia social, pero la clave de la justicia social es un empleo de calidad.

La transición

¿En qué área ubica su ideología y cómo haría ese giro en la tendencia política venezolana, después de tantos años con una política izquierdista, al menos en teoría?

Yo nací en la izquierda, cuando era joven fui fundador de La Causa R en el Zulia y luego estuve en Un Nuevo Tiempo, que es un partido socialdemócrata. Soy un socialdemócrata, es decir, un liberal socialdemócrata.

Creo, por supuesto, en la justicia social, pero no que el Estado deba asumir toda la carga de hacer esa justicia social. Yo sí creo y defenderé la educación gratuita para todos nuestros niños, la alimentación escolar, la asistencia social para aquellos más pobres que la necesiten, pero defenderé, principalmente, las oportunidades para todos.

Por eso estamos en el centro, porque podemos tomar lo mejor de la izquierda, lo mejor del mundo liberal y pues allí construir una política que no es ideológica, es pragmática, es absolutamente pragmática, es resolver los problemas.

 Voy a sumar a los mejores estén donde estén. Voy a despersonalizar y despolitizar el poder.

Gobierno del posconflicto

¿Ha pensado quiénes podrían ser esas personas que lo acompañen en un  eventual gobierno suyo, algún nombre de personas que quiera tener a su lado?

Yo pretendo hacer un gobierno de unidad nacional, es decir, uno que sume a los mejores, estén donde estén, y construir con los mejores una unidad del país para echar hacia adelante. No creo que en el conflicto permanente podamos encontrar la solución.

Un gobierno del posconflicto es lo que conviene a nuestro país. En ese sentido no tengo un listado porque tengo que construir esa unidad nacional. ¿Con quién?, con todo el mundo, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha, pasando por toda la gama, ahí seleccionaremos a quien tengamos que seleccionar, a los mejores para esas posiciones.

Pero es importante la despartidización, aquí todo el mundo le obedece al Presidente de la República.

Enrique Márquez
Insiste en que representa a la oposición nítida del país. Fotografía: Tairy Gamboa

¿Cómo se imagina usted los meses de convivencia postelectorales con poderes que están en manos de una tendencia política, como usted lo ha referido?

Me imagino esos meses de una actividad política incansable, conversando con todo el mundo (…) Yo adopto esa política: el encuentro de la Asamblea Nacional, del resto de los poderes, con humildad pero con fuerza, con la fuerza que le da la voluntad popular al que la recibe para entonces generar un cambio en nuestro país.

Nadie dijo que fuese fácil, porque el país está destruido moralmente, éticamente y físicamente aparte de endeudado hasta la nariz. De tal manera que habrá, sí, mucho trabajo, pero la única forma que yo conozco de resolver este problema es con un trabajo compartido en el que todos tengamos un papel. 

Un acuerdo nacional

¿Daría amnistía a los chavistas o, más allá de eso, a quienes hayan cometido hechos ilícitos dentro de este Gobierno? 

Yo creo que en Venezuela tiene que haber garantías para todos, para el que gane y para el que pierda. La garantía cuál es, es el respeto a la Constitución. Pero también la posibilidad de mirar el pasado de otra manera, porque si el pasado lo vemos en función de la revancha, la venganza y el odio, el país no va a echar hacia adelante. 

Yo veo con muy buenos ojos la propuesta que ha hecho el presidente (Gustavo) Petro y la hemos venido desarrollando y pronto haremos algunos anuncios públicos en relación con eso.

 Vemos con interés eso porque creemos que un acuerdo nacional que pueda ser refrendado el 28 de julio, que brinde garantías para todos es un acuerdo que puede ser la puerta de entrada a la reinstitucionalización del país. Nosotros creemos que uno de los elementos es la posibilidad de decretar amnistías a delitos políticos que se hayan cometido en el pasado, que puedan liberarse los presos políticos, que podamos sanar las heridas, que podamos empujar al país en conjunto.

La amnistía, no como impunidad, la amnistía tiene que ser vista como una justicia adaptada a lo posible para que el país eche hacia adelante. Mientras estemos persiguiéndonos unos a otros el país no va a progresar. 

Enrique Márquez
Márquez es zuliano, tiene 60 años y fue rector del CNE y diputado de la Asamblea Nacional. Fotografía: Tairy Gamboa
La carrera electoral

¿Por qué fue de los últimos en inscribir su candidatura?

Yo me inscribí desde el flanco opositor. He estado en oposición estos cuatro períodos constitucionales. He estado en posiciones de todo tipo dentro de la oposición, es decir, que me inscribo para representar ese sector y esperé hasta última hora a pesar de que lo pude haber hecho antes porque estaba esperando a ver si la oposición, digamos uno de los factores más grandes de la oposición se ponía de acuerdo y lograba una candidatura fuerte que pudiera atravesar todos los obstáculos que el Gobierno puso, pero eso no ocurrió en ese momento

¿A qué atribuye no haber sido elegido como el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y que, en cambio, se quedaran con el “candidato tapa”? 

Yo no evalúo eso. Me parece que la plataforma tomó la decisión que quiso tomar en el momento. El tema de la decisión tiene que ver, creo yo, con un balance interno de la plataforma, no tiene que ver mucho con la candidatura en sí, sino alguien que le permitió ponerse de acuerdo, porque entiendo las diferencias internas que allí hubo en el momento de la decisión. 

De tal manera, que el señor Edmundo González, el propuesto, fue una solución para ellos y  entiendo que mi nombre en ese momento no era una solución interna de tal manera, pues que respeto esa decisión y continúo con mi lucha”.

Alianzas y encuentro

En todo caso, ¿cree que aún hay cosas que lo acercan a la plataforma en cuanto a sus propuestas y lo que ellos tienen en el tintero?

A mí me separó de la plataforma que ellos decidieron abstenerse en 2018 y en el 2020. Me separo porque considero que la abstención lo que hizo fue obsequiarle a (Nicolás) Maduro seis años más en el poder. Sin embargo, debo decir que tengo más coincidencias que diferencias en materia de política pública, en materia de cómo se ve el país. 

Tengo coincidencia con mucha gente dentro de la plataforma, pero yo veo el país desde otra óptica. No lo veo blanco o negro, yo veo tonos grises. No creo que ver al país entre malos y buenos, entre blanco y negro sea conveniente; en esa polarización no creo. Yo creo que el pueblo requiere de una visión mucho más amplia.

María Corina Machado ganó una primaria y está imponiendo su visión. Hay cosas que comparto con ella y otras cosas que no, como cualquier otro ser humano, pero por supuesto que respeto su liderazgo.

¿Considera entonces alianzas futuras no solo con este sector opositor, sino con los que llaman alacranes?

Yo estoy inscrito para buscar una unidad del país, por tanto no descarto alianza ni construcción de unidad con absolutamente nadie. No descarto absolutamente nada pero, por supuesto, que considero que mi aproximación principal tiene que ser con aquellas personas que se encuentren nítidamente en la oposición y, en este caso, buscaré construir una posición de campaña que sea nítidamente opositora, pero no estoy de acuerdo con excluir a nadie.

¿Cuál sería el mensaje de Enrique Márquez a quienes aún creen en el chavismo y a los opositores que creen en otra opción para sumarlos a su candidatura?

La única forma de salir es con el voto, ese es mi primer mensaje. No hay otra manera de cambiar a Venezuela sino votando. Es un mensaje para ambos lados, hay que votar y votar por lo que uno considere que es mejor para el país.

Ya el pueblo venezolano tomó una decisión que es cambiar de Gobierno. Las cifras son difíciles para el Gobierno. Está  electoralmente destruido, lo sabe y por eso creo que el ejercicio del voto hoy es más importante para materializar esa intención de cambio. No creamos en otros caminos, sino en el electoral.

El segundo (mensaje) es que creo que podemos construir el país juntos.

Enrique Márquez
Asegura que confía en el sistema de votación y escrutinio del ente electoral. Fotografía: Tairy Gamboa
Confianza en el sistema electoral

Ha dicho varias veces que esta es una elección muy complicada por múltiples factores. ¿Cree que el sistema electoral en el que se va a medir es justo? ¿Que las condiciones son justas?

Yo no creo que sea justo, principalmente cuando vemos lo que ha ocurrido hasta ahora: inhabilitación, cierre de partidos, judicialización de partidos, eso no es justo. Un sistema justo debió permitir la inscripción de la señora María Corina Machado, debió permitir la postulación de todos los candidatos.

El sistema, desde el punto de vista político, no es justo, hay restricciones. Hay un déficit democrático importante. Pudiéramos decir que el sistema en el que estamos haciendo elecciones no es democrático. Pero este tipo de situaciones no democráticas la única forma de cambiarla es, paradójicamente, con democracia.

Ahora, yo quiero diferenciar ese sistema del sistema de votación, escrutinio y totalización del CNE, ese es un sistema en el cual yo confío. Es decir, voto a voto el pueblo puede confiar en que ese sistema va a contar bien los votos. Y va a imperar la voluntad popular y es algo que ni Maduro ni nadie podrá cambiar.

Usted sostiene que no inscribió su candidatura para ser un plan B de nadie, ¿cuál es su plan?

Mi plan es el cambio de Venezuela. Yo tengo una campaña, tengo una visión y voy a utilizar mi campaña para comunicarme con la gente. Si mi comunicación no funciona, la gente no me comprende, no tengo posibilidades, pues voy a apoyar al que las tenga para cambiar a Venezuela.

No tengo planteado, por supuesto, apoyar a Maduro en un tercer período, eso sería una locura para Venezuela. 

Ahora, si el que está en mejores condiciones soy yo, aspiro a ser apoyado para garantizar mi victoria. Estoy preparado para la Presidencia de la República y quiero demostrarlo.

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