Quienes dejaron de tener acceso a la gasolina subsidiada ven las de Caín cada vez que notan que le queda poco combustible a sus vehículos. Los traslados se reducen para amortiguar el golpe de la internacional, pero para parte de la población no hay bolsillo que aguante el costo dolarizado en un país con 90 % de pobreza de ingresos.

Caracas. En todo 2022, Gerardo Castro, contador que trabaja por cuenta propia, solo pudo echar gasolina subsidiada seis veces. Marzo fue el último mes en que recibió el cupo y, desde entonces, un nuevo gasto se sumó a su ya ajustado presupuesto, con ingresos que siguen casi iguales. 

Al trabajar por su cuenta, Gerardo debe movilizarse casi obligatoriamente para reunirse con clientes o hacer algún trámite, al menos, tres o cuatro días a la semana. Nos hemos complicado varias veces porque es un gasto importante, hasta $60 al mes, en ocasiones, cuenta. 

Reducir las salidas, postergar otros gastos del carro e incluso recolectar semanalmente entre él, su esposa y su hijo son las alternativas que han hecho en los últimos meses para amortiguar el golpe de pagar la gasolina a 50 centavos por litro. 

El problema es que de tanto descuidar los detalles del carro, lo que me estoy ‘ahorrando’ allí me pasará factura más adelante y hay cosas que no se pueden postergar. Un cambio de aceite o la limpieza de inyectores ya cuestan $30 y, si no se hace, puede hasta aumentar el consumo de gasolina, detalló Gerardo.

Contando hasta el último centavo

Álvaro Torrealba, ingeniero que también trabaja por su cuenta reparando electrodomésticos a domicilio, tiene un problema similar. A pesar de que cumple con todos los requisitos, el sistema Patria le sigue reflejando que falta por verificar.

Como desde febrero presento ese problema y la diferencia es notable. Son 40 o 50 dólares que antes podía usar para comida, pero necesito movilizarme y sin ese ‘tigre’ tendría aún menos ingresos, explica. 

Asegura que gastos sobrevenidos como el pago de matrícula universitaria de su hija han hecho más presión en sus bolsillos. “Es una situación que no vivimos el año pasado, por ejemplo. Estábamos más holgados con el subsidio”, cuenta. Incluso, ha tenido que reducir sus traslados hacia el centro de estudios en Las Mercedes para disminuir gastos.

Nadie sabe, nadie supo

El esquema de distribución de gasolina tuvo varios cambios en el primer trimestre del año: al menos 10 estaciones de servicio pasaron de vender subsidiada a premium; aumentaron las trabas y requisitos para ser beneficiario del subsidio y surgieron casos de usuarios que, aún cumpliendo los requisitos, dejaron de recibir los cupos. 

La desinformación reina entre propios y extraños. Gerardo, por ejemplo, la última vez que echó con subsidio, luego de hacer tres horas de cola, tuvo “la suerte” de que uno de los encargados tenía 20 litros sobrantes y puso su huella. No perdió el viaje, pero tampoco le explicaron qué ocurría. 

Ni el Ministerio de Petróleo, ni Petróleos de Venezuela (Pdvsa), ni la plataforma Patria (que no actualiza información al respecto desde finales de marzo) dan mayor explicación. En grupos de mensajería instantánea se limitan a reportar que comienzan las asignaciones de cupos cada mes, aunque al mismo tiempo van sumándose los que se quedan sin el subsidio.

“Uno aquí lo nota cuando ve que hay personas que dejan de venir durante varias semanas. Hay quienes se dan cuenta es cuando van a pagar y no les pasa la huella”, dijo una trabajadora consultada en una bomba de gasolina en la avenida San Martín.

Afuera, esperando que su hijo llegara para poner la huella por ella y obtener el subsidio, Olga Artiles lamentaba no poder cubrir, con sus propios ingresos, la totalidad del combustible. “No tengo cupo desde hace meses y ya no tengo más dinero para la (gasolina) cara”, decía, antes de recordar que ahora tendrán que esperar dos semanas para que le renueven el cupo de 120 litros que ya se acabaron.

 

Lea también

#EnClaves Estaciones de servicio adelantaron el cobro de gasolina subsidiada por monedero Patria


Participa en la conversación