Los universitarios se movilizaron hasta la sede de la nunciatura apostólica y también pidieron ayuda humanitaria: “Estaremos en la calle hasta que se concreten esta exigencias”.
Caracas. Desobedeciendo a Gobierno y oposición, los estudiantes marcharon este jueves y lo hicieron en el territorio prohibido del municipio Libertador. Aunque eso sí, la irreverencia pasó su factura en el número de personas que lograron congregar, que se redujo luego de que la Unidad anunciara que no iba a movilizarse este 3 de noviembre hacia Miraflores. Sin embargo, a última hora, líderes de los distintos partidos decidieron respaldar la protesta y dieron un poco más de cuerpo a la marcha que partió a las 11:00 a. m. desde la Avenida Libertador, a la altura de El Bosque, y tuvo como destino la nunciatura Apostólica en la avenida La Salle.
El presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Hasler Iglesias, explicó que entregaron una carta al nuncio apostólico, Aldo Giordano, en la que exigen: liberación inmediata de los estudiantes detenidos desde 2014 y cese a la “persecución” contra los jóvenes, que se permita recibir ayuda humanitaria al país y la convocatoria urgente a un proceso electoral. “Estaremos en la calle hasta que se concreten esta exigencias”, expresó.
En horas de la mañana solo se veía a unos 60 estudiantes en los alrededores de la Plaza Brión de Chacaito. No obstante, a medida que llegaron militantes de Voluntad Popular (VP) y Primero Justicia (PJ), aumentó el músculo de la concentración que partió luego de que los líderes estudiantiles llegaran a un acuerdo con la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que les permitió caminar por la avenida Libertador, para llegar hasta la sede de la dependencia del Vaticano en Caracas. Los universitarios fueron enfáticos en pedir a los integrantes de los partidos que no se ubicaran en la cabeza de la protesta.
La marcha se desarrolló sin incidentes en medio de las consignas juveniles. “No hay azúcar, no hay café. En Venezuela lo que hay es escasez”, gritaban mientras caminaban. El Metro de Caracas decidió cerrar las estaciones Capitolio, La Hoyada, Parque Carabobo, Bellas Artes, Colegio de Ingenieros y Plaza Venezuela por el “resguardo de las instalaciones, personal y usuarios”, según se indicaba a través de las cornetas del subterráneo.
A mitad del recorrido, la movilización se encontró con un grupo de seguidores del chavismo, separados de los jóvenes por un cordón de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Los universitarios se limitaron a invitar a las personas a unirse a su movilización mientras que los chavistas solo los vieron pasar, sin hacer gestos o buscar confrontación. “Estamos desmotando que nuestra manifestación es pacífica”, indicó Iglesias.
Al llegar a su destino, el propio nuncio apostólico salió a recibirlos. Entonces se formó una extraña reunión entre el prelado, oficiales de la policía y los representantes estudiantiles, bajo el acoso y los empujones de los periodistas y camarógrafos. “La paz es la base para todos los éxitos posibles. Que Dios bendiga su camino y el deseo de un país con justicia y paz”, expresó el monseñor quien prometió leer con calma el documento que le entregaron.
El partido VP también consignó una comunicación al nuncio en la que denuncia el “hostigamiento” a los integrantes de ese partido y las más recientes amenazas en contra del coordinador nacional de la Organización, Freddy Guevara. “Le hemos hecho saber de esta denuncia a la Iglesia porque forma parte de este diálogo que empezó el pasado domingo, que si bien Voluntad Popular no participó, respetamos a la Iglesia Católica y a la Mesa de la Unidad. Pero le decimos al régimen que no se puede andar con esa incongruencia de estar llamando a un diálogo y amenazando a Voluntad Popular”, señaló el alcalde y dirigente del partido, David Smolansky.
Fotos: Carlos Crespo
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