“Me dieron tres puñaladas para robarme unos cigarros”

El dueño de un quiosco en la avenida Sanz de El Marqués fue atacado por motorizados, para robarlo. Siguió trabajando con miedo y desde su puesto ve cómo los malandros arrebatan carteras

Shaylim Castro/@ShayC_

Caracas. Al dueño de un quiosco y vecino de la avenida Sanz de El Marqués, le persigue el miedo cada vez que tiene que abrir su tarantín, pues hace dos años le dieron tres puñaladas para robarlo.

Por miedo a venganzas prefirió no publicar su nombre. Es un hombre alto y expresivo con sus palabras, pero cuando se levantó la camisa para mostrar sus tres cicatrices: una en el pecho, una en las costillas y otra en la palma de su mano derecha, el semblante le cambió por completo.

Contó que el día que lo atacaron llegó una pareja de motorizados haciéndose parar por clientes y al momento de despacharlos le sacaron un cuchillo. “Me dieron tres puñaladas para robarme unos cigarros, las tarjetas telefónicas y el dinero que había hecho ese día”.

Entre el hospital y el reposo se le fueron tres meses, en los cuales no pudo abrir su negocio y trabajar. Ahora sus cicatrices son un recuerdo amargo de lo que le tocó vivir y aún sigue con el temor de que le ocurra nuevamente.

“Fue duro volver, todavía tengo miedo. Yo veo que se acerca una moto y salgo corriendo”.

No es para menos pues desde que volvió en su puesto ha tenido que ver más de un robo de los motorizados y como los malandros arrastran a las mujeres por la acera, para arrancarles el teléfono en plana avenida Sanz.

Reveló que la hora pico para los robos es a partir del mediodía, en vista de que los empleados de la zona van a almorzar y es la hora de salida de los colegios que quedan alrededor. Por eso él prefiere cerrar de 12:00 m a 2:00 pm, dependiendo de cómo vea el movimiento, y no tiene un horario fijo para cerrar pues así no llama la atención al salir a la misma hora.

Tomó la previsión de dejar de vender tarjetas y cigarrillos. Le gustaría que pusieran módulos policiales en puntos estratégicos, como la entrada del barrio Campo Rico, en el cruce con la avenida Rómulo Gallegos y en la calle que da para el Centro Comercial Unicentro El Marqués.

Residentes azotados

Jackeline Maldonado debe agarrar un taxi en La California para que la lleve hasta la urbanización donde vive. Se le está haciendo costumbre escuchar los cuentos de sus vecinos que son víctimas de asaltos al momento de abordar esos vehículos.

Expresó que los robos son cometidos por grupos de mototaxistas que se encuentran al frente de la parada de taxis y que los robos ocurren con pistolas o, a veces, usando la fuerza para arrancar las carteras, pues considera que pedir el celular le quita tiempo a los hampones.

Normalmente cuando ocurren los robos en las colas o al momento de abordar el transporte, la reacción de las personas es salir corriendo a la estación del Metro La California.

Foto: Angeliana Escalona


Participa en la conversación