10 claves para sobrellevar la crisis del país

Robert Lespinasse, expresidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, recomendó dosificar el consumo de información, no hacerse eco de rumores y retomar la vida en familia.

Caracas. Ningún venezolano escapa a los embates de la crisis del país: la plata no alcanza, el tiempo se va en las colas de la comida no regulada, no se consiguen las medicinas, los tiroteos y robos están a la orden del día, los colegios están perdiendo clases, no hay agua, no hay luz y el juego político está trancado.

Ante este panorama no es fácil levantarse de la cama, poner los pies dentro de unas pantuflas y fingir demencia. Todos, incluso los que hacen deportes para mantenerse sanos o el que va y se toma un café con unos amigos para liberar el estrés, en algún momento del día se siente agobiados, con ansiedad, tristes, desesperados y frustrados.

Con solo sacar cuentas y ver cómo su salario se esfuma en un abrir y cerrar de ojos ya tiene ingredientes suficientes para “envenenar” su mente.

Los problemas del país, sumados a los personales, logran que la ciudadanía esté a la defensiva, agresiva, y bloquea las posibilidades para encontrar solución a los problemas.

El doctor Robert Lespinasse, expresidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría y médico especialista en ejercicio, explicó que la crisis actual atenta contra la buena salud mental: “El problema es que hay mucha tensión, muchos elementos negativos y no todas las personas tienen las herramientas para manejar de la mejor forma ese estrés y para evitar que no lo dañe”.

1. ¿Aumentaron las consultas psiquiátricas?

—Sí, de manera abrumadora. La mayoría de la gente dice que la situación del país los tiene mal, llegan con cuadros de ansiedad y depresión  por todo lo que sufren para conseguir comida y las medicinas, porque tienen los hijos enfermos. Todo esto los mantiene en un estado de irritabilidad y no consiguen paz ni con las parejas. Se pelean porque no les alcanza la plata. Eso es un cuadro típico en las consultas.

2. ¿Cómo sobrellevar la situación aunque no la podamos resolver?

—La idea es dosificar la información. No podemos resolver todos los problemas, pero si administramos la información que recogemos del entorno, la vida se puede manejar con más calma.

3. ¿Estar al tanto de todo lo que pasa en el país es un conveniente?

—Hay que estar informado, pero no pegarse día y de noche a consumir noticias. No se puede estar oyendo todo lo que se dice por ahí. Eso produce un estado de tensión intenso, angustia y desesperanza.

4. ¿Cómo dosificar lo que pasa en nuestro entorno?

—Si se trata de rumores, de información, de lo que se dice por las redes sociales, solo hay que “consumir” lo que realmente esté verificado y no hacerse eco de rumores o de mensajes con pocos fundamentos.

5. Si un trabajador pasa el día en una cola y luego se va a su casa, cansado y sin ánimo, ¿cómo puede mantener una actitud proactiva?

—Hay que tratar de hacer, aunque en estos momentos es muy difícil, vida en familia. Distraerse hablando con los hijos, con la pareja, con los padres. Hay que generar conversaciones que no sean las mismas que se hacen en las colas. Esto es muy importante para alejar los focos de tensión. Lo otro es ver una película, leer un buen libro o ir al teatro. Sabemos que el dinero no alcanza, pero es necesario disfrutar y recuperar estos espacios.

6. ¿Cada cuánto las personas deben hacer este tipo de actividades, si están muy agobiadas?

—No hay límites para el descanso, este debe hacerse para evitar que el cuerpo y la mente colapsen. Lo que sí no deben hacer los venezolanos es exponerse o dedicarse exclusivamente al bombardeo de información, ni estar creyendo en rumores de saqueos o de tiroteos. Ciertamente, no pueden mantenerse completamente desinformados; pero no deben meterse de lleno. A veces se exacerban situaciones que no son reales y eso pone a la gente ante un riesgo de salud.

7. ¿Qué hacer con los niños ante estas situaciones, hay que mantenerlos al tanto?

—Hay que hablar con ellos y explicarles las condiciones en las que se vive. Pero no alarmarlos. Los niños están tranquilos si ven a sus padres tranquilos. En eso hay que tener mucho cuidado porque la seguridad de los adultos es la seguridad de los más pequeños.

8. ¿Qué hacer con los adolescentes?

—Igual, hay que hablarles claro de la situación, pero además hay que decirles que como padres no queremos que comentan alguna imprudencia que ponga en peligro sus vidas. Si van a una fiesta o a una reunión, hay que aconsejarles que permanezcan en ese sitio hasta que amanezca, que eviten salir de noche o de madrugada.

9. ¿La gente antes se sentía segura en el Metro de Caracas, ya no. Eso también los pone nerviosos. ¿Cómo evitarlo?

—Lamentablemente hemos visto videos por las redes de robos que ocurren dentro de ese sistema de transporte y mientas la gente no se sienta segura en la calle, debe evitar mostrar signos y símbolos de lujo y, también de poder, como portar armas.

10. Si la cola para comprar comida regulada se torna violenta, ¿qué hacer?

—No involucrarse, no dejarse llevar por la zozobra así no tenga nada de comida. En todos estos eventos hay que mantener la calma.

Foto referencial: Cheché Díaz


Participa en la conversación