La oposición indicó que si las conversaciones no dan resultados, se levantarán de las mesas y retomarán la agenda de lucha que habían planteado.
Caracas. El efecto Vaticano llegó al Parlamento. Luego de la liberación de varios presos políticos por parte del Gobierno le tocaba a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) mover pieza. Como se anticipaba horas antes, la mayoría de la MUD en la Asamblea Nacional (AN) decidió “diferir” el juicio político que adelanta contra Nicolás Maduro, mientras que la oposición optó por suspender la marcha que tenía planteada para este jueves al Palacio de Miraflores. “El Vaticano pidió suspender marchas de parte y parte y nosotros creemos que es sensato acatar, a los fines de evitar cualquier choque o confrontación”, indicó el presidente de la AN, Henry Ramos Allup.
Desde horas de la mañana se percibía que algo distinto estaba ocurriendo en el Palacio Federal Legislativo. Los seguidores del chavismo, que suelen agredir a diputados y periodistas a las afueras del recinto, fueron reducidos a su mínima expresión, mientras que los funcionarios militares y policiales se habían multiplicado exponencialmente y hasta se rumoreaba la posible suspensión de la sesión tras la liberación de algunos presos políticos por parte del Gobierno.
“Aquí hay una operación mayor en la que está influyendo el Vaticano y Estados Unidos, estoy seguro de que todo esto estaba programado”, comentaba un integrante de un partido minoritario de la MUD horas antes de que comenzara la sesión.
Previo a la sesión, la fracción de Primero Justicia (PJ) se reunió en el salón Francisco de Miranda y las de otros partidos hacían lo propio en otros cuartos. No había consenso entre los elementos de la Unidad y el disenso era liderado, como la vez anterior, por Voluntad Popular (VP). Como en otras ocasiones, la MUD logró una solución salomónica de última hora: PJ presentaría la modificación del orden del día, que incluía el juicio político contra Maduro, VP respaldaría la postura unitaria pero tendría un derecho de palabra para expresar sus reticencias y Ramos Allup cerraría el debate.
Minutos antes de iniciar la actividad parlamentaria se siguieron viendo imágenes poco comunes en el Parlamento. El jefe de la bancada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Héctor Rodríguez, discutía entre sonrisas con el presidente de la AN, los diputados Víctor Clark (PSUV), Miguel Pizarro (PJ) y José Manuel Olivares (PJ) al tiempo que otros se acercaban para tratar de escuchar lo que se decía.
Las conversaciones de los diputados giraban en torno al mismo tema: el diálogo. “En la próxima semana debe haber otros gestos”, indicó un parlamentario de la Unidad. Entre estos gestos estaría una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que resuelva el tema de los diputados “suspendidos” de Amazonas, la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE) y de los magistrados del TSJ. “Estamos hablando de cosas que nunca mencionábamos. Daremos un compás de espera. El Vaticano ha prometido resultados”, indicaba un parlamentario.
Otro señalaba que “Maduro había agarrado el toro por los cachos” y aislado a los radicales como Diosdado Cabello. “En la oposición tendrán que hacer lo mismo”. Algunos miembros de la tolda opositora vieron posible que se acceda a una salida electoral, otros apuntaron que la mesa de diálogo debía ser ampliada. “En esa mesa también deben estar los tres gobernadores y si el oficialismo quiere que ponga a tres gobernadores también”, indicó José Hernández del Movimiento Progresista.
A las 3:00 p. m., Ramos Allup llamó a los diputados a sus curules y preguntó al secretario del Parlamento si estaban presentes los legisladores requeridos para iniciar la sesión. “Hay quórum más que nunca”, expresó Roberto Marrero.
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La sesión fue corta. Como estaba previsto, el jefe de la bancada de la MUD, Julio Borges, presentó la modificación del orden del día que contemplaba la citación a Maduro para que se defendiera en el juicio político en su contra y pidió diferirlo. “El Vaticano ha abierto una agenda para rescatar los Derechos Humanos y el voto”, manifestó.
Borges refrendó lo que se rumoreaba. La agenda mencionada incluye la restitución de diputados de Amazonas en los próximos días, la elección de un CNE que “represente al pueblo y no a una parcialidad política”, que se revise de “manera abierta y completa” la posibilidad de adelantar las elecciones presidenciales y un “sistema de libertad” para que la gente compre los alimentos y medicinas “que quiera y cuando quiera” sin hacer colas.
“Si no hay resultados en los próximos días y semanas nos pararemos de esa mesa de negociación para retomar las vías que hemos planteado”, indicó.
El diputado Héctor Rodríguez tomó la palabra para reconocer la “decisión valiente” que tomó la oposición aunque acotó que los puntos de la agenda debieron ser totalmente desechados por ser inconstitucionales, pues no existe la figura del “juicio político” contra el primer mandatario en la Carta Magna. “Cuenten con nuestra disposición para el diálogo”, sostuvo.
Les pidió a los opositores que renuncien al camino de “la violencia” y se sumen a la agenda bolivariana económica que está proponiendo el Jefe de Estado: “La AN debe renunciar a la vía inconstitucional para resolver los conflictos”.
Luego tomó la palabra el representante de VP, Freddy Guevara, quien mantuvo la posición de su partido de que no existen las condiciones para un diálogo. Indicaron que deben haber más liberaciones, como la de Leopoldo López, y que se debe reactivar la fase del 20 % del revocatorio, así como pidió que se indicara que no volverán a diferir el juicio político contra Maduro en el acuerdo. Ya fuera del hemiciclo, Guevara señaló que aunque era “difícil” acataba la decisión de no marchar a Miraflores.
“Si para el 12 de noviembre Nicolás Maduro no ha vuelto al carril de la Constitución y nuestro pueblo sigue sin una nueva elección para cambiar al presidente, debemos declarar el abandono del cargo y movilizarnos a Miraflores”, apostilló más tarde el partido a través de un comunicado.
Ramos Allup cerró el debate. Expresó sus esperanzas de que las acciones de parte y parte logren una salida electoral a la crisis política venezolana: “Si el diálogo da resultados, van a disminuir las reservas”.
Culminó la sesión y la sensación de los presentes fue de extrañeza, las concesiones mutuas son una rareza en la política venezolana. Algunos diputados de ambas bancadas conversaban amablemente a las afueras del hemiciclo y se preguntaban entre sí, medio en serio y medio en broma, sobre cómo iba hacer su contraparte para “amarrar a sus locos”.
Fotos: Miguel González
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