Desde el pasado fin de semana, las lluvias caídas en las cabeceras de los ríos Neverí y Aragüita han provocado afectaciones considerables tanto en la zona rural de la capital anzoatiguense como en su área urbana. En esta última, el colapso de los drenajes ha derivado en anegaciones de varios sectores. El gobernador Antonio Barreto Sira decretó la tarde de este jueves estado de necesidad y urgencia.

Barcelona. Alarmados. Así se encuentran los habitantes de la ciudad de Barcelona por el aumento incesante que desde el pasado fin de semana presenta el caudal del río Neverí, que atraviesa la capital anzoatiguense. 

Es la segunda vez que ocurre este fenómeno en poco menos de un mes. El primer desborde ocurrió a finales de julio, y ciudadanos indicaron que sucedió por el descuido en la limpieza de drenajes y el canal de alivio de la ciudad.

Los primeros daños causados por la crecida del principal afluente de agua dulce del municipio Simón Bolívar ocurrieron los días sábado y domingo, sobre todo en el área rural. Este jueves, varias zonas del centro y el área de expansión de la capital amanecieron bajo el agua. 

Pasadas las 3:00 p. m. de este jueves 2 de septiembre, el gobernador Antonio Barreto Sira declaró estado de urgencia en los municipios Bolívar y Sotillo, y solicitó a Nicolás Maduro la declaración de un estado de emergencia y la aprobación de recursos para atender la contingencia.

Los sectores Palotal, Mayorquín, Pica del Neverí, Naricual, La Burra, las avenidas Country Club, Miranda, Centurión, El Ejército, Barrio Sucre, Juan De Urpín, Cajigal, intercepción de la Fuerzas Armadas con Costanera y entrada de Barrio Sucre están anegados, y el pronóstico es que continuarán así porque el nivel del río Neverí está lejos de disminuir. 

Al igual que en la zona rural, los vecinos del sector El Ingenio, en la avenida El Ejército, están desde el pasado sábado con el agua dentro de sus casas.

Estamos en una cota más alta del nivel de la avenida Ejército y todo por desidia institucional y gubernamental. En un país con dos estaciones, invierno y verano, que durante el período de verano no se realizaran procesos de limpieza de canales, quebradas, es una irresponsabilidad. Ahora andan pensando en la campaña electoral”, sostuvo la vecina Milena de Gruber, habitante de El Ingenio.

Además de ser un área residencial, El Ingenio también es una zona comercial, y los negocios estaban tomando previsiones para evitar que el agua ingresara a sus locales.  

río Neverí
En el sector El Ingenio, comerciantes y vecinos están anegados desde el fin de semana. Foto: Cortesía

Los dueños de un local de comida rápida retiraron todos los equipos de cocina y parte de los alimentos que tenían en el local, puesto que el agua invadió el establecimiento. En la panadería El Dorado, sus propietarios dispusieron un camión de arena y varios sacos de cemento con la finalidad de levantar un muro de contención y evitar la entrada de agua. 

Víctor Ledezma reside en un conjunto residencial de la avenida Costanera. Señaló que toda su vida ha habitado en la capital anzoatiguense y que “nunca había visto” inundarse la ciudad como esta semana. 

“Tengo 53 años y jamás había visto esto; aquí es que llueve y se inunda, pero no de estas magnitudes. Tuve que salir de donde vivo porque ya el agua nos llegó al estacionamiento y es imposible salir”, sostuvo.

Además de Ledezma, los vecinos de las residencias Riviera Country y Ribera Guaica, situadas casi a la orilla del río Neverí, en la prolongación de la avenida Fuerzas Armadas, sufren no solo por la entrada del agua a sus urbanizaciones, sino porque la inundación provocó que la poca agua que tenían en los tanques que proveen el recurso a los apartamentos se contaminara. 

En la ciudad desde hace días no hay suministro de agua, y ahora ya estamos fregados porque el agua del río entró en el tanque y no podemos prender las bombas, esto deberían declararlo como una emergencia”, indicó uno de los vecinos.

En La Pica del Neverí, los vecinos solo claman por ayuda. 

“Necesitamos la presencia de los organismos del estado. Hay muchos niños pequeños aquí. Todo lo que tenía en mi casa se dañó; en Pica del Neverí estamos prácticamente abandonados”, dijo Anaís Castillo, residente de la calle Primero de Marzo. 

En manos de Dios

Para el director del Sistema Integrado de Gestión de Riesgos y Administración de Emergencias y Desastres (Sigraed) Anzoátegui, José Alberto Morales Morales, por ahora queda “encomendarse a Dios para que no llueva más en las cabeceras de los ríos”. 

En un reporte preliminar Morales Morales indicó que en las comunidades de Naricual y Pica del Neverí más de 300 viviendas resultaron afectadas por las inundaciones, y varios residentes tuvieron que ser evacuados para evitar incidentes mayores. 

De acuerdo con los pronósticos, se esperan más lluvias. Nosotros nos mantenemos con equipos desplegados y prestando apoyo en los sectores, pero rogamos a Dios para que no siga lloviendo en las cabeceras de los ríos, porque esto continuará, indicó Morales Morales.

El jefe del Sigraed refirió que, si bien el aumento en los niveles del río es considerable, la situación presentada en el centro de Barcelona se produjo por el colapso en los sistemas de drenaje. 

río Neverí

Antonio Barreto Sira, gobernador de Anzoátegui, confirmó más temprano que en las cabeceras de los ríos se mantienen las precipitaciones y, al igual que Morales Morales, espera que las lluvias cesen. 

“Sigue lloviendo en las cabeceras y aumenta el nivel de los ríos. Lamentamos profundamente la situación de cientos de familias afectadas por la crecida del río Neverí. Con nuestros equipos estamos en la calle atendiendo a comunidades, dijo.

Barreto refirió que entiende el desespero y la agonía de las comunidades afectadas. 

“Lamentablemente, la fuerza de la naturaleza no podemos controlarla. Sin embargo, hacemos esfuerzos inmensos con los equipos de operaciones. Activamos un plan de contingencia con Covinea, Protección Civil, Bomberos y equipos de salud”, señaló. 

Además de la preocupación por el río Neverí, para quienes viven en la zona sur de Barcelona (Viñedo, La Ponderosa, Mesones, La Orquídea, El Moriche) la angustia también llegó por la crecida que, en horas del mediodía, presentó el río Aragüita.


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