La entidad andina, recientemente afectada por fuertes lluvias que causaron más de 20 decesos y miles de damnificados, resiste a la adversidad y busca impulsar el turismo local con cultura, gastronomía y trekking, con la esperanza de que aumente la frecuencia de vuelos a El Vigía y el flujo de turistas para finales de año.
Caracas. Con 11.300 kilómetros cuadrados de extensión, en su mayoría con relieve montañoso, el estado Mérida se erige como uno de los principales destinos turísticos históricos del país. Su clima de montaña, las tres sierras de la Cordillera de los Andes que lo atraviesa y la cordialidad de sus habitantes son sus principales atractivos.
“Mérida tiene la característica de la belleza natural que no vas a conseguir en ninguna otra parte de Venezuela, su montaña, clima, vegetación, y posibilidad de acceder a ella de manera segura y confortable”, dice a Crónica.Uno la arquitecta y directora de la Cámara de Turismo de la entidad, Liliana Masini.
Aunque la pandemia restringió durante casi todo 2020 el turismo hacia el estado andino, las empresas del sector buscaron formas de mantenerse operativas y generar ingresos, en la medida de lo posible, con ofertas para el disfrute local, celebraciones y microeventos que involucraron la cultura y el arte.
Desde 2018 la Cámara de Turismo impulsa la propuesta de invitar al merideño a hacer uso de la oferta turística de la entidad, que va desde exposiciones artísticas y culturales a vuelos en parapentes, paseos guiados y disfrute de los reconocidos parques temáticos que hay en su geografía.
Puedo decir que eso nos permitió prevalecer y mantenernos durante este año y medio que la actividad turística estuvo completamente negada y cancelada. Pocas empresas permanecieron abiertas, pero el hecho de que hoy puedan abrir ya da un ápice de esperanza”, cuenta Masini.
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“El merideño se renovó”
La operadora turística y gerente general de Patchamama Venezuela Tours, Alejandra Luna, señala que en el último lustro el sector turístico merideño buscó renovarse haciendo uso de sus propios recursos y “queriendo su espacio natural”, sin dejar de destacar el gentilicio y la amabilidad que caracterizan a su capital homónima como “La Ciudad de los Caballeros”.
Se da la posibilidad de conocer una Mérida diferente, que se renovó y que propone múltiples actividades dirigidas hacia los diferentes gustos de cada persona, adaptándose a las nuevas tendencias mundiales del turismo. Mérida busca posicionar el espacio que por un tiempo había perdido”.
En ese sentido, como resalta Luna, tanto empresas turísticas como operadores locales independientes, proponen alternativas turísticas que resalten también la gastronomía regional, los emprendimientos, el trekking (una modalidad de excursionismo) y el reconocimiento cultural del estado a través de iniciativas como Walking Tours y rutas por las estatuas de Mérida.
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Los retos
La entidad todavía enfrenta dificultades que retardan el impulso al turismo, principalmente la falta de combustible que persiste y afecta el traslado a los distintos atractivos naturales de Mérida así como la llegada de turistas. “Desde siempre, la asistencia de 70 % de los turistas a Mérida ha sido por tierra”, asegura Masini.
Es por ello que, desde hace más de tres meses, los operadores turísticos merideños se prepararon para una eventual reactivación de vuelos para hacer frente a la temporada vacacional y, con mayor ahínco, a la decembrina. Actualmente desde el Aeropuerto de Maiquetía salen 15 vuelos semanales hacia El Vigía, a dos horas de la capital de Mérida.
Xinia Camacho, quien con su esposo dirige la Estancia Xinia y Peter en La Mucuy Baja, a 20 minutos de la ciudad de Mérida, señala que el problema del combustible tiene años afectando al turismo en esa y otras entidades, aunque confía en que con la apertura del aeropuerto puedan llegar grandes cantidades de visitantes por avión, a espera de que la cifra pueda aumentar tanto por aire como por tierra.
En la estancia que maneja Xinia, según cuenta, en temporada alta llegaron a ocupar hasta 100 % de las 21 habitaciones que conforman el complejo de 10.000 kilómetros cuadrados, así como un aproximado de 40 % de ocupación en temporada baja con eventos y actividades que permitieron mantener flujos importantes.
La operadora turística cuenta que esa cifra ya prácticamente no existe y que “persiste el temor de llegar a un lugar tan lejos y no estar seguro de la gasolina”, siendo ese el principal elemento detrás del retraso en el flujo de visitantes, así como las lluvias que han afectado la entidad en lo que va de año. Aún así, Xinia espera que para diciembre pueda haber “al menos un porcentaje interesante” de ocupación conforme siga aumentando la frecuencia de vuelos.
A finales de agosto, fuertes lluvias desbordaron tres ríos en los municipios Tovar y Zea, al sur de Mérida, que provocaron inundaciones y derrumbes, causaron la muerte de al menos 22 personas y afectaron más de 1200 casas. Los poblados quedaron incomunicados, con carreteras tapiadas y fallas eléctricas, y el gobierno de Nicolás Maduro decretó estado de emergencia en toda la entidad por las precipitaciones que se prolongaron al menos 10 días más y afectaron otras entidades.
Parte de lo que ofrece Mérida
Para ello, en la estancia Xinia y Peter se basan en ofrecer a sus huéspedes amplios espacios verdes con jardines y un pequeño bosque, caminerías, una capilla, una biblioteca y una sala de lectura. El precio por persona es de 25 dólares la noche, con desayuno incluido y la posibilidad de almuerzo o cena con costo adicional.
Al igual que gran parte de los hoteles y posadas del estado Mérida, cerca de la estancia se encuentran senderos y caminos que conducen al Parque Nacional Sierra Nevada y en cuestión de minutos es posible desconectarse visitando pueblos y páramos como Tabay, La Culata y El Valle, hacer ciclismo o avistar aves.
Con 13 años de ser reconocidos como estancia y 24 en ese espacio en La Mucuy Baja, cercano al poblado de Tabay, Xinia asegura que tienen clientes fijos que van “hasta tres veces al año” y que siguen siendo puentes de referencia para otros potenciales clientes, que suelen contactarlos directamente para conocer su oferta.
Es lo que Liliana Masini, de la Cámara de Turismo, denomina “intención de viaje”, que ambas operadoras coinciden que ha sido alta a lo largo del año, tomando en cuenta la cantidad de personas que llaman a hoteles y posadas solicitando tarifas, pero que no necesariamente concretan la reservación.
Estima que desde principios de año la intención de viaje a Mérida incrementó 70 %, pero que solo alrededor de 10 % o 15 % de esas personas interesadas en viajar confirman su hospedaje. Además, la baja demanda de turistas ha hecho que algunos hoteles y posadas lleguen a reducir sus tarifas una vez el cliente pregunta por el servicio para así no perder ese ingreso.
Entre los hoteles de tres y cuatro estrellas el rango de precios ronda los 35 y 40 dólares por noche en habitación matrimonial, con algunos que incluyen desayunos, mientras que en las posadas varían entre 20 y 25 dólares por noche. El pasaje ida y vuelta desde Maiquetía tiene un precio promedio de 80 dólares, dependiendo de la aerolínea y temporada en la que se viaje.
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