Cartas al Niño Jesús: “Te pido por la salud de las personas y por los niños de mi comunidad”

Fabiola, Fabiana y Moisés coincidieron, entre sus peticiones al Niño Jesús, que en 2022 puedan ver a su hermana mayor que emigró a Perú hace tres años. 

Caracas. Querido Niño Jesús, te saludo esperando que te encuentres muy bien, comenzó la carta de Rodrigo, un niño de 9 años que vive en la parroquia Filas de Mariche del municipio Sucre. Mientras escribía sentado en el comedor de su casa, su hermana Tania, de 3 años, conversaba con Jorge, su padre, sobre todo lo que le pasaba por la mente, y los tres reían por las ocurrencias de la pequeña.

En el arbolito de Navidad ya había una carta. Era la que Tania hizo en el colegio. Pero faltaba la de Rodrigo. En este año, en lugar de pedirte, te agradezco por la unión de mi familia, por mi salud y por las buenas cosas que me han pasado, continuó su escrito.

Tania le pedía a su papá que le dibujara un caramelo de Navidad, un arbolito o el monopatín que le pidió al Niño Jesús. Papá, pero eso no es de ese color, le decía en tono juguetón.

Foto: Tairy Gamboa

Al pasar varios minutos, Jorge le preguntó a Rodrigo si había terminado.

—Ya va, que le estoy haciendo unos dibujos a la carta —contestó muy serio y concentrado.

La familia de Rodrigo vive en Filas de Mariche, una comunidad que forma parte del municipio Sucre del estado Miranda que los mismos vecinos califican como “abandonada”. Dentro de las peticiones al Niño Jesús por parte de los adultos está que se mejoren los servicios públicos, en especial el aseo urbano, y se acabe la inseguridad en la zona.

En reiteradas oportunidades los vecinos de esta parroquia han denunciado que 40 %  de los sectores están afectados por la escasez de agua, en especial en Las Flores, El Plan, El Roble, Zumba, Alto de Tomás, Valle Fresco, El Winche, La Lagunita, El Mirador. Además, hace ocho años que esperan por un hospital para consultas rutinarias y emergencias.

Foto: Tairy Gamboa

Cuando Rodrigo terminó la carta, su padre y Tania se sentaron al lado del arbolito para que él la leyera.

Y bueno, sí te voy a pedir unas cosas, que por más pequeñas que son, me parecen importantes. Quiero pedirte por los niños que perdieron su hogar, por la salud de las personas que se encuentran enfermas y por los niños de mi comunidad, leyó Rodrigo.

Para cerrar su carta, resaltó: lleva paz y salud a los hogares de todo el mundo y yo te pido unos audífonos. Feliz Navidad.

Foto: Tairy Gamboa
“Que Jeiberlin esté con nosotros”

A pocos metros de la casa de Rodrigo, otra familia decidió hacer su carta al Niño Jesús. Fabiola, Fabiana y Moisés buscaron hojas recicladas para escribir sus deseos y peticiones. Mientras tanto, Jeisy, la mamá, se terminaba de arreglar para llevar a las niñas a la academia de baile. 

Querido Niño Jesús, yo, Fabiola, deseo unos zapatos negros deportivos. Pero ante todo, deseo que mi hermana Jeiberlin, que está en Perú, esté con nosotros en este nuevo año 2022. Quiero que estemos juntos y tener paz, amor, prosperidad y que se quite esta pandemia. Gracias y feliz Navidad.

Foto: Tairy Gamboa

Jeisy contó que su hija mayor, Jeiberlin, se fue del país hace tres años. Es una de las seis millones de personas que contabiliza la Plataforma de Coordinación Interagencial de Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) que emigraron buscando mejores oportunidades. Siempre que se acuerdan de ella, se ponen muy tristes, lamentó.

Moisés se quedó mudo cuando iba a leer su carta, pero luego de respirar, pudo hacerlo. Querido Niño Jesús, deseo que todas las familias y todos los niños estén bien. Quiero un balón de fútbol, amor y prosperidad, decía su texto. Pero agregó entre lágrimas:y que podamos ver a mi hermana que está en Perú.

Lo que más le pidió Fabiana al Niño Jesús es que se acabe la pandemia. Ya queremos que la pandemia se quite y todo se arregle. Que no haya niños en la calle y deseo una pelota, leyó frente al arbolito hecho con varios CD en la pared de su casa.

Foto: Tairy Gamboa

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