En horas del mediodía la oposición intentó marchar hacia el CNE para presionar, pero los manifestantes no llegaron al centro porque fueron dispersados con gas lacrimógeno.

Caracas.  El referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro es una carrera de obstáculos. Luego de más de un mes de haberse entregado casi 1,9 millones de firmas para activar el proceso, el Consejo Nacional Electoral (CNE) validó 1,3 millones y este miércoles el organismo anunciará las fechas para la verificación.

La revisión de las firmas, según las normas de la institución, es un procedimiento que tarda cinco días, pero el Poder Electoral se demoró más porque quería constatar que las firmas tuvieran los “12 puntos característicos” de las impresiones digitales y que no se tratara de huellas “remarcadas” o con  “exceso de tinta”.

Una vez hecha esa revisión, este martes el ente avaló las firmas. El secretario ejecutivo de la Unidad Democrática, Jesús Chuo Torrealba, dijo que “solamente nos atendió el rector Luis Emilio Rondón, las otras 4 rectoras no se dignaron a dar la cara” y agregó que “tenemos más de 6 veces las firmas necesarias para avanzar a la siguiente fase, la frontera era del 1 % y tenemos 1,3 millones de firmas aptas”.

Sin embargo, comentó que el Gobierno “nos rebanó 650.000 firmas utilizando un proceso de verificación con un software irregular”.

Torrealba agregó que este miércoles el CNE estará anunciando las fechas exactas para el proceso de verificación, aunque denunció que “el Gobierno nos quiere seguir rebanando firmas”.

La verificación, de acuerdo con las normas del organismo comicial, se realiza en cinco días hábiles. En esta fase los firmantes deben ratificar sus rúbricas y autenticar las huellas.

Llegar al centro se imposibilita otra vez

En horas de la mañana la oposición realizó una marcha para ir CNE a exigir el inicio del proceso de validación de las firmas, la cual fue dispersada con gases lacrimógenos.

La marcha que arrancó en Bello Monte llegó hasta la sede de la Universidad Bolivariana donde un piquete de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) impidió el paso hacia el centro de Caracas.

A la cabeza iban varios diputados y el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, quienes pedían pasar, pero la respuesta de los efectivos fue rociar gas pimienta a los dirigentes y a los reporteros. Mientras lanzaban gases, otros policías se acercaron a la marcha por detrás, lo que molestó a los manifestantes. A los pocos minutos se retiraron.

Tras no encontrar salida por las inmediaciones de la Universidad Bolivariana y Plaza Venezuela, donde había una estructura metálica, las personas se fueron a Las Mercedes y un grupo saltó a la autopista Francisco Fajardo, allí hubo otro piquete de efectivos. Capriles intentó dialogar con ellos, tampoco tuvo resultados.

El gobernador de Miranda aseveró durante el recorrido que “la unidad no se va dividir y “nosotros queremos que se respete la Constitución”.

En Maracaibo, los manifestantes sí pudieron estar a las puertas de la sede del CNE, sin embargo, no los atendieron. Las personas llegaron a pasar una primera alcabala policial que impedía la llegada hasta el organismo.

Juan Pablo Guanipa, diputado de la Asamblea Nacional, fue el único dirigente opositor que acudió a la protesta, quien expresó que “cada vez que Tibisay gana un día para que no se dé el revocatorio son millones de madres venezolanas que están en las calles tratando de conseguir un bocado para su familia. Las rectoras del CNE son responsables de lo que ocurra en Venezuela porque le están quitando la oportunidad al país de que decida su rumbo”.

 Una razón más: la escasez

Más allá de apoyar el revocatorio, algunos manifestantes señalaron que protestan por la escasez.

Carmen Palacios es una maestra que se vino desde Barlovento a la marcha y contó que está cansada de no conseguir alimentos y medicinas, y además sufre por la situación que enfrentan sus alumnos. “Muchos niños se me desmayan, porque los mandan sin comida. Y en todo esto la culpa la tiene el Gobierno”.

Situación similar padece, Liliana Jiménez, quien es vendedora informal. “Esto no se había visto antes, yo tengo que estar hasta cinco horas en cola y no compro nada. Estuve en las misiones y no me sirvió de nada”.

Antonia Adán, jubilada, expresó que “estoy harta. La comida no se encuentra y debes terminar comprando productos a los bachaqueros”.

Foto: Mayela Armas


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