Los comercios abrieron y las pocas panaderías con insumos tienen largas colas. Funcionarios de la GN venden algunas mercancías decomisadas. Los sucrenses todavía desconocen las atribuciones del “protector” de la entidad, el ministro del Despacho Presidencial, Jesús Salazar.

Caracas. Pese a los destrozos y al cierre de muchos comercios, producto de los saqueos ocurridos el lunes y martes pasado, los habitantes de Cumaná iniciaron una semana con aparente normalidad.

Los comercios que se salvaron de los actos vandálicos subieron sus santamarías y la gente hizo algunas compras luego de horas de cola. “Gracias a Dios tenemos un mar intenso que nos da algo para comer”, dijo Mónica Díaz, vendedora.

Lo cierto del caso es que en esta ciudad quedaron heridas y destrozos por todos lados y ahora cuesta más conseguir los productos alimenticios regulados, según testimonio de algunos habitantes consultados vía telefónica.

De acuerdo con la Cámara de Comercios de Cumaná, más de 100 locales fueron saqueados, aunque el Gobierno en sus declaraciones recientes insiste en que fueron 20.

Por las calles de Cumaná hay gente buscando cosas, otros son curiosos que ven el detalle de los resultados de la violencia desatada la semana pasada, la cual -tal como se vio en los videos de aficionados- fue propiciada por grupos de motorizados que arremetieron contra la propiedad privada.

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Según cuentan las personas entrevistadas, ya algunos comerciantes afectados empezaron a limpiar los locales y a recuperar enseres. También la banca pública y privada y el transporte público volvieron a la normalidad.

Se ven convoy de la Fuerza Armada Bolivariana desfilar por las principales avenidas y custodiar las dependencias del estado, así como comercios, panaderías y algunos galpones que aún tienen mercancía.

Este miércoles desde bien temprano los uniformados cuidaban las ventas de cauchos en una de las sucursales de la Goodyear. También estuvieron vendiendo mercancía presuntamente decomisada, como harina precocida de maíz y pasta.

Para Cumaná, desde hace dos días, nombraron un protector similar al que fue instalado en los estados Miranda, Lara y Amazonas. Se trata del ministro del Despacho Presidencial, Jesús Salazar, quien fue designado por el Vicepresidente Aritóbulo Istúriz como el padrino del estado.

También destacó al contralmirante William Serantes Pinto, como el nuevo jefe de la Zona Operacional de Defensa Integral (Zodi) con sede en Sucre. En lo sucesivo será nombrado el nuevo comandante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la entidad.

Igual la Policía del estado Sucre, por tercera vez y estando a cargo de la gobernación, Luis Acuña, de tendencia oficialista, será intervenida y reestructurada en todos los niveles.

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Para los de a pie estos nombramientos tienen un tinte político, y no atacan los problemas de base como el desempleo y el desabastecimiento; mientras que los comerciantes e industriales esperan que los llamen a unas mesas de trabajo para ver de qué forma se recupera la región.

En días pasados las autoridades indicaron que prestarían ayudas a los comerciantes afectados, pero no dieron más precisiones.

Los habitantes tienen dudas de las atribuciones dadas al “protector”, el cual deberá “acompañar el proceso de fortalecimiento del gobierno regional”; así como también de cómo se destinarán los recursos. Piden cuentas claras, pues la ciudad quedó en la ruina total.

Foto referencial: Miguel González


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