La pareja, que vive desde hace más de 30 años en la parroquia, transformó la fachada de su apartamento, en el bloque 14, gracias a una propuesta del arquitecto Marco Coronel-Bravo. El proyecto piloto busca mejorar la iluminación, ventilación y salubridad de los hogares.

Caracas. La fachada del apartamento de Rafael y Paula es diferente al resto de los 150 hogares que componen el bloque 14 de la parroquia 23 de Enero. Esto se debe a que, un día, Paula se topó con un arquitecto en la plaza frente al edificio. Se acercó a ella y durante la conversación le propuso transformar su ventana, como parte de un proyecto piloto.

Este arquitecto se llama Marco Coronel-Bravo, un profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien lleva a cabo una investigación sobre las modificaciones domésticas que realizan las familias que viven en los bloques de la parroquia, desde la construcción de estos edificios hace más de 60 años, durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Foto: Christian Mijares

Yo pensé que nos iban a atracar, dice Rafael, entre risas, sobre lo que pensó cuando Paula le habló sobre la propuesta que le había hecho un arquitecto, desde la plaza de la comunidad.

Rafael y Paula son una pareja que tiene 53 años junta. Él tiene 73 años de edad y ella 70. Ambos viven junto con una hija, su pareja y dos nietos, más dos perros y tres pajaritos que tienen de mascotas.

Foto: Christian Mijares
El proyecto

Desde su taller de diseño, lo que propuso Marcos fue un prototipo de intervención, como las otras tantas que han hecho los habitantes de la parroquia, la cual busca mejorar la iluminación, la ventilación y la salubridad de los apartamentos.

Un día cualquiera, Marcos junto con un fotógrafo venezolano, fue al 23 de Enero en busca de una familia que le permitiera dar rienda suelta al proyecto.

Hice varios recorridos por la parroquia y me gustó este lugar. También porque esta fue la primera etapa de la urbanización, aquí es donde están los edificios mejor hechos (…) Con esto lo que quiero hacer es entender cómo las familias modificaron sus apartamentos para la entrada de luz y aire, y cómo aprendo de eso para diseñar un prototipo que tenga esa misma funcionalidad pero con herramientas arquitectónicas, comenta Marcos.

Foto: Christian Mijares

El bloque 14 está ubicado en el sector Monte Piedad, muy cerca del centro de Caracas. Otro dato es que antes de llamarse 23 de Enero, fecha en que fue derrocado Pérez Jiménez, la parroquia se llamó urbanización 2 de diciembre.

Rafael y Paula

Rafael y Paula, quienes viven desde hace más de 30 años en la parroquia caraqueña, previamente habían modificado la fachada de su apartamento con ventanas tipo pecho de paloma, más grandes, para que permitieran la entrada de mayor luz a su hogar junto con vidrios panorámicos que disimularan el ruido de la calle.

Los bloques del 23 de Enero son una obra arquitectónica de Carlos Raúl Villanueva, en conjunto con los colaboradores Carlos Brando, Guido Bermúdez, José Manuel Mijares y José Hoffman. El grupo se influenció en la Unidad Habitacional de Marsella para el diseño de estos urbanismos obreros, construidos para atender el masivo desplazamiento de las regiones hacía Caracas, en aquel momento.

La obra original de Villanueva y sus colaboradores contemplaba fachadas con ventanas cuadradas y pequeñas. 60 años después la mayoría de estas han sido modificadas de forma improvisada.

Foto: Christian Mijares

Hay un problema de concepto sobre la vivienda popular. La vivienda social son espacios, a veces muy pequeños, con lo mínimo necesario e indispensable para que pueda vivir una familia, añade Marcos.

Una prueba y error

El prototipo que ahora exhibe la fachada de Rafael y Paula es una estructura modular, prefabricada en un taller de mecanizado de acero, con máquinas de corte láser.

Esos módulos tienen tamaños estándares que se adaptan a los pórticos del edificio, explica Marcos.

Está chévere, dice Rafael sobre su nuevo balcón. Todos los vecinos tienen qué ver con él, completa.Dile que sí, que tumbe esa vaina, fue lo que le contestó Rafael a Paula al momento de darle el sí a Marcos para que ejecutara la transformación en su apartamento.

Foto: Christian Mijares

La modificación hecha por Marcos comenzó a principios de 2024 y tardó entre tres y cuatro meses.

En su diseño, el arquitecto incorporó las peticiones de los habitantes del apartamento. Rafael y Paula pidieron una fachada amplia, con la menor cantidad de obstrucciones, donde pudieran sentarse cerca de la ventana a ver el paisaje. También que incluyera un espacio para sus plantas.

Un espacio para colgar la ropa

Otra petición de la pareja fue un espacio para colgar la ropa a secar, sin que ésta pudiera verse hacía hacía afuera, por lo que el prototipo incluye un módulo en forma de paraban donde la familia podrá colgar la ropa próximamente, ya que la estructura no está terminada 100 %.

Estoy pensando en instalar una hamaca frente al balcón, planea Rafael, para aprovechar la vista que le da su nuevo balcón, una estructura hecha de láminas de acero y piezas de madera.

Foto: Christian Mijares

Para la construcción del balcón de Rafael y Paula todos los materiales fueron donados por una empresa. Este tipo de modificación no tiene un costo comercial, pero el experto calcula que podría costar al menos 2000 dólares.

Este es un primer experimento. Si funciona bien, desarrollar una propuesta que nos permite imaginarnos cómo podría ser una rehabilitación integral del edificio, culmina Marcos.

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