10 casos desde el 22 de diciembre a la fecha. La existencia de casos autóctonos de sarampión en Caracas y el estado Miranda indica la rápida diseminación de la enfermedad —reemergente en el país después de 11 años— cuyos primeros casos fueron identificados en julio de 2017, en Ciudad Guayana.

Caracas. La epidemia del sarampión ya dio sus primeros pasos en el Distrito Capital: del 22 de diciembre de 2017 a la fecha, se conocen 10 casos. De esos, al menos 4 han sido confirmados por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (Inhrr) mediante técnicas laboratorio.

Según la décima alerta que hace Sociedad Venezolana de Salud Pública, conjuntamente con la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, del pasado 6 de enero, las informaciones no oficiales fueron aportadas por médicos que laboran en el hospital Pediátrico Elías Toro de la parroquia Sucre y en el hospital de Niños J. M. de los Ríos (ambos del Distrito Capital), que revelan que se han identificado 10 casos sospechosos de sarampión.

Provienen de la parroquia Sucre y otros de los Valles del Tuy. Los investigadores de la Red dicen que hasta este momento desconocen la edad, el sexo y los detalles de las características clínicas, así como el estado vacunal previo de los afectados.

El Ministerio para la Salud nuevamente guarda silencio sobre esta amenaza de salud pública y no orienta a la población sobre las medidas preventivas que deben aplicarse con urgencia, para proteger a la población susceptible, especialmente a los niños que no han recibido inmunización contra la enfermedad. Asimismo, a los contactos de casos sospechosos y al personal de salud expuesto a riesgo profesional, no vacunado, dice el comunicado.

La existencia de casos autóctonos de sarampión en Caracas y el estado Miranda indica la rápida diseminación de la enfermedad —reemergente en el país después de 11 años— cuyos primeros casos fueron identificados en julio de 2017, en Ciudad Guayana. “También indica el fracaso de los planes de respuesta de salud pública para detener o disminuir la dispersión de la epidemia”.

En noviembre de 2017, se identificaron 3 casos autóctonos en el municipio Bolívar del estado Anzoátegui y en ese mismo mes, 29 casos sospechosos en el municipio Libertador del estado Monagas, próximo a Ciudad Guayana. Igualmente, hubo sospecha de casos no confirmados en el estado Delta Amacuro.

La Representación de la Organización Panamericana de la Salud en Venezuela (OPS-OMS) anunció el 8 de noviembre de 2017 su apoyo en la implementación del “plan de respuesta rápida” del Ministerio de Salud para la interrupción del brote de la enfermedad, que había comenzado 4 meses antes.

En una primera fase, el plan implicó el abordaje del estado Bolívar, especialmente del municipio Caroní, con la vacunación indiscriminada de la población de 6 meses hasta 10 años de edad y la vacunación selectiva de la población de 11 años en adelante que fueran contactos de casos sospechosos o confirmados de sarampión.

En una segunda fase, se dio el abordaje de los estados Amazonas, Anzoátegui, Apure, Aragua, Delta Amacuro y Guárico para intentar detener la diseminación. Posteriormente, se vacunaría de forma indiscriminada a la población de 1 a 10 años de los demás estados del país.

Obviamente, los propósitos y objetivos del plan no se han cumplido a cabalidad y el diseño del plan excluyó al estado Miranda y al Distrito Capital de las acciones a desarrollar en su primera y segunda fase. Preocupa, adicionalmente, la disponibilidad y el estado actual de operatividad de los hospitales públicos, especialmente de las áreas de atención de cuidados intensivos, respiratorios pediátricos y para adulto y de los insumos requeridos para atender una demanda elevada de casos, como consecuencia de las complicaciones asociadas a la enfermedad; insumos y equipos que para este momento no se encuentran disponibles, se lee en la alerta.

Por tanto, los doctores José Félix Oletta, Ana Carvajal, Andrés Barreto, Julio Castro, Oswaldo Godoy, Carlos Walter, Pablo Pulido, Ángel Rafael Orihuela y Saúl Peña recomiendan que en las circunstancias actuales, resulta imperativo comunicar a la población y a los profesionales de la salud, la situación de alerta epidemiológica, iniciar sin más retraso los planes de “respuesta rápida” en la región capital, con vacunación a susceptibles y sus contactos; la búsqueda activa de casos, el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y la capacidad diagnóstica, así como la impostergable dotación efectiva de los hospitales públicos, sobre todo para la atención de cuidados intensivos pediátricos.

Foto referencial: Archivo Crónica.Uno


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