Los vecinos de la parroquia San Miguel Arcángel, en El Cementerio, se levantaron temprano este 16 de diciembre para empezar la novena de aguinaldos que antecede a la celebración de la Navidad.
Caracas. Esperar al Niño Jesús siempre crea emoción en los niños y en la tradición venezolana, se unen a esa espera jóvenes y adultos con las misas de aguinaldos.
Estas eucaristías son un privilegio que otorgó la Santa Sede en el pontificado de León XIII (1878-1903) a Venezuela para que en esa espera se “adelante” la alegría navideña con cantos típicos de la época, canto del Gloria (que en otros países empieza el 24 en la noche) y ornamentos blancos, cuando el resto de los países aún visten el color morado propio del Adviento.
El novenario de misas de aguinaldos representa los nueve meses de embarazo de la Virgen María y las lecturas muestran los acontecimientos previos al nacimiento de Jesús.
La costumbre de celebrar la eucaristía en la madrugada significa que al llegar el amanecer vendrá el Salvador, “el Sol que nace de lo alto”, como dijo Zacarías, el padre de san Juan Bautista.
Los habitantes de El Cementerio se levantaron bien temprano y con abrigos, gorros y entusiasmo se dispusieron a vivir este novenario con la misma alegría que los pequeños aguardan los regalos del Niño Dios este 25 de diciembre.
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