De acuerdo con lo indicado por Luz Amparo Sánchez, vocera de los buhoneros, en Maturín son alrededor de 1800 los vendedores informales que se ven afectados por la cuarentena. La angustia crece ante la extensión por 30 días más decretada por el Gobierno la noche del 11 de abril. Esta medida también ha causado desespero en trabajadores independientes de los medios de comunicación.

Monagas. Desde que fue decretada la cuarentena colectiva en Venezuela, el pasado 17 de marzo, la angustia ha ido en aumento para aquellos trabajadores que viven del día a día y deben procurar en la calle el dinero para la comida.

Vivir de ahorros hace mucho que no es una posibilidad para el venezolano. La crisis económica ha generado que el trabajo informal sea más rentable para algunos a fin de subsistir. Después de que el 11 de abril en la noche el Gobierno anunciara una nueva extensión de la medida de aislamiento social por 30 días más, las preocupaciones y la desesperación aumentaron entre la población monaguense.

Hace aproximadamente un mes, Carla Marcano vivía una relativa estabilidad económica gracias a su trabajo como vendedora de jugos y chicha. Sacaba su carrito al frente de la casa para comenzar la venta diaria; pero desde que fue impuesta la cuarentena, su dinámica se alteró y sus ingresos se fueron a pique. Ya en la segunda semana de confinamiento sus pocos ahorros habían desaparecido ¿cómo generar ingresos para la casa estando encerrada?

Carla vive con sus padres y toda la responsabilidad económica recae sobre sus hombros. No puede permitirse continuar sin sustento, así que hace cuatro días decidió sacar su carrito y comenzar a trabajar pese a la cuarentena.

Decidí comenzar a vender porque en mi casa, aunque somos tres, todos dependen de mí y no puedo estar mucho tiempo sin trabajar. Eso sí, vendo hasta máximo la 1 de la tarde, porque después pasa la guardia o la policía. Igual todo ha sido muy difícil. Las ventas han bajado en  50 % y me ha afectado. Pero más me afecta no trabajar, dijo Carla.

Según el Gobierno de Nicolás Maduro, el porcentaje de trabajadores informales en Venezuela se ubica en 60 %. En Maturín, los buhoneros sostienen que, de acuerdo con el último censo que les hizo el Instituto Nacional de Estadística en 2018, se registran 1500 vendedores informales que dependen de salir a las calles para generar ingresos.

Para el año 2019, la gobernadora Yelitza Santaella indicó que 700 comerciantes informales formaban parte de las estadísticas en el municipio Maturín. Sin embargo, Luz Amparo Sánchez, vocera de los buhoneros del casco central, indicó, ese mismo año, que la cantidad de informales rondaba los 1800.

Por su parte, Carmen Núñez, representante de los buhoneros, sostiene que alrededor de 200 informales solo de la calle Monagas y Centro Comercial Colonial se encuentran a la espera de alternativas por parte del gobierno regional. Indica que están desesperados porque no han podido trabajar.

Ya no sabemos qué hacer, no hemos tenido ayuda de nadie. Si salimos un momentico a la calle a trabajar la guardia nos quita. Nosotros sabemos que es su trabajo y es por nuestra salud, pero queremos que el Gobierno también nos entienda, nosotros necesitamos trabajar para comer. Ya los poquitos ahorros que teníamos no existen, y ahora 30 días más, nosotros estamos que temblamos, agrego Núñez.

Trabajadores de los medios de comunicación también padecen en cuarentena

Locutores, comunicadores y presentadores que de manera independiente forman parte del mundo comunicacional en Monagas también se ven afectados ante el confinamiento preventivo para combatir el COVID-19.

En su mayoría viven de alianzas comerciales que anuncian a través de programas de radio o televisión. Desde que inició la cuarentena han dejado de percibir estos ingresos porque los comercios a los que patrocinan no están laborando.

Yo mantengo a mi familia y desde que inició la contingencia no he podido ir a la radio a trabajar, los clientes que tengo me dicen que ya no me pueden pagar porque ellos tampoco están produciendo. Esto de verdad es un estrés. Yo por cliente ganaba aproximadamente 30 dólares y eso me ha permitido tener ahorros, pero ya todo eso lo he gastado en comida, detalla Romir Ruiz, comunicador de la entidad.

Aunque en Monagas hasta ahora de manera oficial no se ha anunciado un nuevo caso de contagio por el coronavirus, las medidas son estrictas, como en el resto del país.  Hasta este sábado 11 de abril se registraban un total de 175 casos, según cifras del gobierno de Nicolás Maduro.

Los cuerpos de seguridad han implementado un control en sectores céntricos y urbanizaciones. Sin embargo, en sectores populares y zonas como el mercado municipal esas restricciones se ven disipadas por la necesidad de la población que sale a las calles a procurar la comida diaria. Con mascarillas de todo tipo, en el mercado municipal la aglomeración de personas en oportunidades suele ser incontrolable y “no son respetadas las normas de distanciamiento social e higiene”, expresan los maturineses.


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