Falta de mantenimiento en rampa de frenado preocupa a conductores que transitan por autopista Caracas-La Guaira

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Construida en 2007, la rampa de frenado de la principal autopista del país no presenta las mejores condiciones para quienes deban utilizarla en casos de emergencia, según dirigentes regionales del transporte de carga. No se le hace un mantenimiento preventivo desde hace más de un lustro.

La Guaira.- Sin mantenimiento preventivo desde hace más un lustro, la rampa de frenado de la autopista Caracas-La Guaira no garantiza a los conductores de carga pesada y vehículos livianos el espacio de prevención de accidentes viales para el que fue creado en 2007.

La falta de trabajos en el terraplén de ascenso que constituye la rampa, había sido advertida el 10 febrero de 2016, cuando se volcó un autobús que trasladaba hasta el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía a los jugadores y el cuerpo técnico del equipo argentino de fútbol Huracán.

En esa ocasión, el chofer se quedó sin frenos y en su maniobra de acceso a la rampa, colisionó la unidad contra una montaña previa al lugar. El siniestro causó lesiones a 25 personas, pero solo tres de ellas fueron atendidas por su gravedad en un centro de salud de La Guaira.

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El volcamiento del autobús del equipo argentino de fútbol, Huracán, fue un llamado de alerta para las autoridades viales.  Foto: Cortesía.

Para Emigdio Palumbo, presidente de la Cámara de Transporte Pesado de Vargas, “ese cerro limita la visibilidad del conductor, porque está justo a la entrada de la rampa, además, de que no hay una señalización adecuada para quien requiera un lugar visible de desahogo”.

A su juicio, ello imposibilita el auxilio definitivo que supone la rampa, donde el terreno actualmente se muestra duro, cubierto de rocas, maleza y arbustos, lo que aumenta la tensión de quien desee finalizar una situación de emergencia al volante.

Agregó que: “Desde que fue instalada expusimos las fallas que tenía, pero no prestaron atención a los que sí saben y ahí están los resultados”.

Crónica.Uno requirió del servicio de Emergencias 171 estadísticas actualizadas sobre accidentes en la autopista, pero no obtuvo respuesta. Pareciera una ironía, pero la sede de este servicio de atención al público se encuentra justo al frente de la rampa de frenado en cuestión.

La permanencia del peligro

Aunque no lo manifestaran públicamente, los conductores involucrados en los dos últimos accidentes en la zona no habrían utilizado la rampa por desconfianza en la misma.

Pero, cuando trataron de aminorar el impacto con sus vehículos, al avanzar sin frenos por la pendiente de descenso de 500 metros de la avenida Carlos Soublette, no pudieron evitar el perjuicio a terceros.

El primer accidente sucedió el 18 de agosto, cuando cinco personas resultaron heridas, luego del choque de una gandola sin frenos contra un camión cava y otros tres vehículos justo en el semáforo frente al Polideportivo “José María Vargas”, en Maiquetía.

Seis días después, una unidad del Metro de Caracas se estrelló contra la pasarela de la urbanización 10 de Marzo. El chofer, que venía sin acompañantes ni pasajeros, sufrió heridas y moretones que ameritaron la asistencia médica.

En ambos casos, se ratificó la peligrosidad de esa zona de la principal arteria terrestre de la región, donde, además, hay registros de antecedentes de colisiones derivadas de la circulación in extremis desde la autopista Caracas-Litoral.

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La rampa está cubierta de maleza. Foto: Cortesía.

Ante la preocupación expresada desde las redes sociales, la gobernación de La Guaira accedió a colocar un conjunto de ojos de gatos, reductores de velocidad y nuevas señalizaciones en el distribuidor El Trébol, a objeto de impedir accidentes en el referido trayecto.

Estamos tratando prevenir este tipo de accidentes y así dar más tranquilidad a la gente de la zona”, expresó el secretario de Seguridad Ciudadana de La Guaira, Andrés Goncalves.

Sin embargo, Palumbo tiene sus dudas. “Eso no resuelve el problema. ¿Cómo vas a reducir la velocidad si vienes sin frenos desde dos kilómetros más atrás?”, se preguntó.

En la década de los 90 del siglo pasado, un estudio técnico de tránsito terrestre en el entonces municipio Vargas del Distrito Federal determinó que los dos lugares de mayor ocurrencia de accidentes de carros, motos, buses y camiones eran la recta de El Tigrillo (cerca del pueblo de Naiguatá, al este del Litoral Central) y el aludido descenso vial de la Soublette.

Sin servicios

Las deficiencias de la rampa de frenado parecieran la punta del iceberg de la autopista inaugurada el 2 de diciembre de 1953 por el general Marcos Pérez Jiménez.

El rosario de quejas de los conductores también apunta hacia las fallas de demarcación vial, la intermitencia del servicio de luz eléctrica, la ausencia en la renovación de señalizaciones, la inexistencia de un servicio de grúas y la irregularidad del pavimento a lo largo de los 17 kilómetros, los tres últimos pertenecientes a la jurisdicción del Litoral Central.

Se cuestiona, igualmente, la escasa vigilancia de la Guardia Nacional Bolivariana, así como de la Policía Nacional, organismos de seguridad con la competencia para el resguardo de ese corredor.

Del mismo modo, la ausencia de agua para el auxilio vial de vehículos averiados o accidentados es otra de las críticas de los usuarios.

A nadie se le ocurre que puede haber teléfonos en los túneles, para que te asistan en caso de una emergencia, como en la época de Pérez Jiménez, pero es demasiado que no consigas agua”, recordó Juan Cardona, quien debe desplazarse a Caracas dos veces a la semana desde Caraballeda.

Mientras tanto, la vía alterna, conocida popularmente como “la trocha”, que se ubica por debajo del primer viaducto, se mantiene solitaria, sin desmalezamiento y con daños evidentes en su asfaltado.

Un drama similar se vive en la carretera vieja entre Montesano (Maiquetía) y Blandín (municipio Libertador). Según sus vecinos, desde el año 2010 no cuenta con la protección policial a lo largo de sus 367 curvas, sin olvidar que el pavimento ha cedido al abandono oficial y las inclemencias naturales.


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