El organismo presentó la semana pasada el Plan de Selecciones Nacionales donde se estipula la promoción y masificación de la disciplina en las zonas populares del país.

Cristóbal Naranjo/ @cristobnaranjo

Caracas. La Federación Venezolana de Baloncesto (FVB) no quiere que el éxito reciente de la Vinotinto y los equipos criollos en competencias internacionales se quede como un hecho aislado, incapaz de mantenerse a largo plazo. Quizás por eso, el ente que rige la disciplina en el país pretende potenciar y profundizar el trabajo en el que ha sido su habitual semillero: los barrios.

Al menos esa intención se encuentra palpada en el Plan de Selecciones Nacionales que presentó la FVB la semana pasada, con miras a desarrollar el básquet y no esperar que pasen otros 24 años para que el combinado Vinotinto vuelva a escuchar el himno en unos Juegos Olímpicos, tal como lo hará en agosto con la participación en Río 2016.

El programa tiene siete objetivos centrales entre los que destacan la clasificación a los eventos de la élite, mejorar en el ránking mundial del puesto 22 al 15 y tratar de llegar a cinco millones de jóvenes registrados en asociaciones y clubes, meta que está estrechamente ligada con el propósito de masificar y rastrear el talento en las comunidades.

“La intención es llevar el baloncesto y los torneos 3×3 a los barrios del país”, dijo el presidente de Guaros de Lara Jorge Hernández y el gerente de selecciones nacionales Oswaldo Narvaez lo respaldó.

“A diferencia de otros deportes, el baloncesto necesita de poco espacio y pocas herramientas para jugarlo. Con un ring de bicicleta se puede montar un aro y eso es lo que se ve en los barrios donde hay tanto talento”.

Granja de la Vinotinto

La idea de la dirigencia de promover más agresivamente el llamado deporte de los gigantes en las zonas populares no luce descabellada cuando se revisa el origen de buena parte de los integrantes del combinado que ganó el Preolímpico México 2015. Windi Graterol (El Guarataro), César García (San Agustín) y Miguel Ruiz (Ruiz Pineda), son apenas tres ejemplos de la inagotable granja que hay en las barriadas venezolanas. El caso de Ruiz es especial, como recuerda Néstor “Che” García, entrenador de la Vinotinto.

“A Miguel Ruiz lo invitamos a la concentración. No tenía mucho tiempo de juego y nos sorprendió su entrega. También nos sorprendió su humildad, la disposición de estar siempre al servicio del equipo y el hambre de crecer. Por eso se convirtió en una pieza tan importante en este proceso”, resaltó el DT argentino.

Y hasta en la NBA se ha hecho sentir el talento emergente que crece en los espacios comunitarios, pues Greivis Vásquez-tercer venezolano en la mejor liga del mundo- salió de la parroquia Coche. Por eso no es de extrañar que si Fevebaloncesto cumple con la planificación presentada, la presencia de criollos en Estados Unidos aumente y el básquet siga cosechando triunfos, más allá de la cita universal de este año en Brasil.

Foto: Cortesía FVB


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