La autopista con el apellido Fajardo o Guaicaipuro no cambia la cantidad de imperfecciones que exhibe 

Fajardo o Guaicaipuro

Ya los ciudadanos han visto cambios como del Ávila al Warairarepano, del paseo Colón al paseo de La Dignidad, del parque del este Rómulo Betancourt a Generalísimo Francisco de Miranda, del parque del oeste Jóvito Villalba a Alí Primera. Han visto como desmontaron los Leones, símbolo de Caracas, y dieron su pedestal a la india tuyera Apacuana, además de borrar el nombre de Santiago León de Caracas y pasar del estado Vargas al estado La Guaira.

Caracas. Huecos, defensas rotas, postes doblados, señalizaciones deterioradas, juntas desgastadas, matorrales en las orillas, indigentes, desniveles, inseguridad. Todo un ramillete de problemas que se exhiben en los 28 kilómetros de la autopista más grande de la ciudad, así tenga el apellido Fajardo o Guaicaipuro.

Las fallas estructurales que presenta esta vía que atraviesa la ciudad y la divide en norte y sur, y la conecta de oeste a este, podrían resolverse con inversión y mantenimiento preventivo. 

Foto: Luis Morillo

Pero en vez de eso, el gobierno que administra Nicolás Maduro echa mano a un cambio de nombre: de Francisco Fajardo a Cacique Guaicaipuro, jefe de jefes; sin pasar por una consulta municipal previa.

Ya Érika Farías, alcaldesa de Caracas, el 12 de octubre de 2019 había tuiteado: “En el marco del proceso de descolonización del pensamiento, he instruido al Concejo del Municipio Bolivariano Libertador cumplir con todos los procesos pertinentes para cambiar el nombre de la autopista Francisco Fajardo a Cacique Guaicaipuro”. 

Repetía la mandataria local las intenciones que siempre se habían manifestado desde la casa del gobierno oficialista, pues el fallecido Hugo Chávez –y eso lo recordó Francisco Suniaga, escritor, abogado y profesor universitario, en un artículo que escribió hace cinco años para el portal Prodavinci– en el Aló Presidente N° 167, del 12 de octubre de 2003, ya había hecho referencia al mestizo guaiquerí margariteño (Francisco Fajardo), y dijo que no fue como enseñaron en la escuela burguesa, un héroe de nuestros primeros tiempos.

Foto: Luis Morillo
Foto: Luis Morillo
Fajardo o Guaicaipuro
Foto: Luis Morillo

Para entonces se notaban las ganas desde ese estrado de querer cambiar la historia.

En ese mismo texto Suniaga rescató declaraciones de Nicolás Maduro, del 2 de febrero de 2014, cuando mencionó: “Por ahí hay quienes todavía rinden homenaje a los genocidas. Todavía hay autopistas por ahí con nombre de genocidas. Francisco Fajardo, ¿y quién fue Francisco Fajardo? Un genocida”.

También Jorge Rodríguez, pieza clave del chavismo, se hizo eco de esas apreciaciones que Suniaga llamó “mitohistoria”, para darle nombre a los entuertos que los conductores de la revolución estaban haciendo con la historia. 

Hasta que se materializó la mitohistoria y este 12 de octubre que ya no es el Día del Descubrimiento de América, sino el de la Resistencia Indígena, Maduro oficializa el anuncio.

Pero qué hay más allá de eso. Pues nada que sorprenda. Ya los ciudadanos han visto cambios como del Ávila al Warairarepano, del paseo Colón al paseo de La Dignidad, del parque del este Rómulo Betancourt a Generalísimo Francisco de Miranda, del parque del oeste Jóvito Villalba a Alí Primera. Han visto como desmontaron los Leones, símbolo de Caracas y dieron su pedestal a la india tuyera Apacuana, además de borrar el nombre de Santiago León de Caracas y pasar el estado Vargas al estado La Guaira.

No obstante, lo que se ve y se palpa dista mucho de una profunda transformación. En el caso que ocupa estas líneas, la Francisco Fajardo, que sigue llamándose así pues las señalizaciones aún lo dicen, estructuralmente luce fea y abandonada.

Foto: Luis Morillo

Un recorrido hecho por Crónica.Uno, desde Caricuao hasta Petare, en ambos sentidos, recoge las imperfecciones que se reproducen a lo largo de 28 kilómetros y en donde solo se vieron dos puntos de control policial, pasando el tramo de Macaracuay en dirección Petare.

Algo que es recurrente en toda la vía expresa es la falta de barandas de metal. Muchas fueron vandalizadas o destruidas por choques, pero no fueron sustituidas. Se ve mucho en el paso de Bello Monte a Los Ruices, donde además hay postes de luz que solo están de adorno, muchos de ellos con el cableado guindando y expuesto en plena vía. 

Fajardo o Gauicaipuro
Foto: Luis Morillo

A la autopista, a pesar de que este miércoles se vieron dos puntos de cuadrillas en Los Cortijos, no le han hecho poda y desmalezamiento. Los matorrales salen salvajemente hacia el hombrillo, que sirve de descanso de cuando desperdicio es lanzado a la vía, desde botellas, zapatos, piezas de autos y algunos metales que se han salvado de los indigentes.

La capa asfáltica tiene quiebres en los canales lentos, también separaciones de juntas, desniveles, sin contar las alcantarillas que se están hundiendo y a pocos metros parecen huecos tragacauchos. Hay unas que revisten peligro en el tramo de La Paz a Montalbán, sentido oeste, porque no tienen tapa.

La señalización está vieja y desgastada. Algunos carteles estorban en vez de ayudar y tienen los pedestales doblados. 

Los drenajes y sumideros están tapados con desperdicios, lo que favorece la creación de lagunas cuando llueve. Y solo uno de los siete refugios para motorizados que se observaron está medianamente en funcionamiento y eso porque hay un punto de control hasta las 9:00 a. m. con funcionarios de Polimiranda. 

Foto: Luis Morillo

En el año 2013, se habían anunciado un total de 11 refugios, era la época de Haiman El Troudi en el Ministerio de Transporte. Para entonces se calculaba que 52.000 motorizados transitaban por la Fajardo y para que no ocuparan los puentes como refugio cuando llovía, se idearon estas islas, en las cuales podían hacer además servicio mecánico. Hoy en día son vertedero de basura, todo el equipamiento fue desvalijado y son usados como guaridas para indigentes.

Trabajos en la Fajardo

En octubre de 2014, se amplió a cuatro canales por sentido desde el distribuidor Santa Cecilia al distribuidor Los Ruices.​ Luego en diciembre del mismo año se inauguró el puente de Petare y una nueva ampliación del tramo que va desde el distribuidor Santa Cecilia hasta el Metropolitano.​ En agosto de 2015 se inauguró una ampliación de seis kilómetros ​ (tres de ida y tres de vuelta) desde el puente Los Leones (avenida O’Higgins) hasta el distribuidor La Araña. El 20 de noviembre de 2015 fue culminado el tramo de ampliación de 7 kilómetros​ por sentido desde el Distribuidor La Araña hasta el Jardín Botánico. Además tiene dos puentes metálicos que conectan con Las Mercedes.

Fajardo o Gauicaipuro
Foto: Luis Morillo

Ese es otro problema visible en la autopista, el paso frecuente de personas en situación de calle. Duermen en los recodos, se bañan en las riberas del Guaire y en los chorros que están al descubierto en los hombrillos.

Fajardo o Gauicaipuro
Foto: Luis Morillo
Foto: Luis Morillo

La Francisco Fajardo además se inunda cuando cae un aguacero. Por los lados de Altamira se sale la quebrada Agua de Maíz y ocupa los ocho canales de circulación y por los lados de Antímano es el Guaire que sobrepasa el embaulado.

De noche, los problemas tienen otra cara. Hay pedazos sin alumbrado público cerca de Bello Monte, El Paraíso y Montalbán. En las horas nocturnas es muy poca la presencia policial. Casi es tierra de nadie. Los lados de San Agustín y el Jardín Botánico, según refieren los conductores, son zonas de peligro y el único punto de control está en el puente Salvador Allende.

Hace un año le hicieron mantenimiento a esta importante arteria vial. Distrito Capital junto a la Misión Venezuela Bella realizó la rehabilitación, según anuncios de prensa de la época fueron sustituidos 100 postes con una luminaria completamente nueva, además de la recuperación de 4800 metros de defensa central y lateral, asimismo se sustituyeron 6000 metros del cableado eléctrico.

Fajardo o Guaicaipuro
Foto: Luis Morillo

Lo cierto es que la autopista, que da entrada a la capital desde el oriente del país, es usada como paso frecuente de transeúntes, para botar escombros, como parada del transporte público. En la conversación del caraqueño está si se va a llamar Fajardo o Guaicaipuro. Y a la hora de la verdad, lo que piden es mantenimiento, como César Pernía, asiduo conductor, quien dijo que los trabajos no pueden ser pañitos de agua tibia. “Deben ser permanentes y correctivos”.

Foto: Luis Morillo
Foto: Luis Morillo
Foto: Luis Morillo

El ingeniero Eduardo Páez Pumar, coordinador de la comisión asesora del Colegio de Ingenieros de Venezuela, precisó algunas fallas puntuales:

  • Falta de mantenimiento
  • Hundimiento en las losas debajo de los puentes
  • Falta de restitución de las barandas prefabricadas de concreto 
  • Problemas de alumbrado, específicamente en el puente de Petare, donde no hay una continuidad en el sistema, pues aunque pusieron algunos postes les dejaron estructuras viejas.
  • El puente de Petare, luego de su ampliación, tiene un acceso que va por debajo y se empalma con la vía hacia el oeste que está más bajo que el nivel del río Guaire y cuando llueve se produce una inundación en ese tramo.
  • Se requiere mantenimiento en los muros que han sido impactados, como por ejemplo en una de las vigas del distribuidor Altamira, la primera de oeste a este. Es una estructura prefabricada que pudiera traer problemas en un futuro.
  • Mejorar las incorporaciones de los puentes metálicos en el tramo de Las Mercedes, pues se hicieron canales de desaceleración y de frenado hacia la autopista. El que llaman “morocho” es una curva que le quita visibilidad al frenado. El otro es el que está cerca de El Rosal, una curva de 90 grados y su entrada es al canal rápido. Esos aspectos técnicos se deben corregir para alargar la vida útil de la autopista.
Fajardo o Guaicaipuro
Foto: Luis Morillo


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