Sin piscinas donde entrenar, quienes practican deportes acuáticos deben hacerlo en espacios privados o bien trasladarse a otras regiones del país, pues, a pesar de que en la región hay infraestructuras importantes, el abandono las tiene como criadero de zancudos.

San Cristóbal. En franco abandono se encuentran las piscinas públicas, al menos de San Cristóbal, donde el espacio para la práctica de deportes acuáticos se ha reducido a su más mínima expresión.

Un complejo de dos piscinas, así como una fosa para la práctica de saltos ornamentales, ubicado en el Parque Monseñor Fernández Feo, mejor conocido como Parque Metropolitano, es una clara muestra de la desidia en la que se encuentran los espacios deportivos.

Este complejo de piscinas lleva más de tres años cerrado

Considerado uno de los complejos más importantes del país, su abandono pareciera estar en un punto sin retorno, pues los daños van más allá de tener agua sucia y moho en las paredes. El sistema de bombas se encuentra totalmente desmantelado y se requiere de nuevos equipos así como de los químicos para garantizar la pureza del agua. También presenta filtraciones en las paredes, por lo que la reparación de las mismas, a medida que pasa el tiempo, se vuelve una tarea casi imposible de ejecutar.

La realidad es que este complejo de piscinas está cerrado desde hace más de tres años. Glorias del deporte como Erwin Maldonado entrenaron en ellas y, gracias a las lecciones allí aprendidas, dejaron el nombre del Táchira y del país en alto. Hoy, estas instalaciones son solo grandes depósitos de agua pluvial.

Los buenos tiempos lucen cada vez más lejanos ante la inoperancia del ente encargado, Mindeporte. Clubes de la zona metropolitana de San Cristóbal entrenaban en ellas, incluyendo semilleros de saltos ornamentales, waterpolo, aguas abiertas y nado sincronizado. Ya no pueden hacerlo, pues tanto el complejo como la piscina Rafael Vidal, ubicada a un extremo del mismo, dejaron de funcionar. Esta última sobrevivió, a duras penas, hasta el tercer trimestre del año pasado. Sin embargo, los altos costos y la falta de mantenimiento la sumergieron en el abandono en el que se encuentran las otras tres.

Pero este no es el único caso de piscinas abandonadas. En el gimnasio Arminio Gutiérrez también se encuentra la piscina Juan Maldonado, la cual tiene más de dos años inoperativa. En ella entrenaban equipos como Gaviokay y Tiburones, los cuales han tenido que irse a piscinas en otros lugares, incluso fuera del estado, ya que no hay infraestructura para la práctica.

Los clubes que entrenaban en la piscina del Arminio Gutiérrez han tenido que buscar otros espacios

En las mismas condiciones se halla la piscina de la Casa Sindical de San Cristóbal. Bajo la administración de FetraTáchira, lleva unos dos años sin funcionar. Falta de mantenimiento y el desmantelamiento de la sala de máquinas son los principales problemas de este espacio. Extraoficialmente pudo conocerse que por este y otros espacios ubicados en la Casa Sindical hay una disputa legal con Incret (la sede está detrás de la Casa Sindical), cuya directiva quiere recuperarla y ponerla a disposición de los trabajadores, así como de talentos deportivos que deseen entrenar en estas instalaciones.

Así luce la piscina de la Casa Sindical

La única piscina que se mantiene actualmente en funcionamiento es la ubicada dentro de la Universidad de la Seguridad. Sin embargo, cuesta mantenerla limpia. Todos los días, todo el día, entrenan las pocas escuelas que quedan en la entidad, así como algunos talentos regionales.

Quienes llevan a sus hijos a practicar en ella cancelan una cuota en bolívares más una contribución en pesos colombianos, con la que es adquirido el cloro necesario para el mantenimiento del agua, al igual que los demás químicos, cuyos costos se incrementan semanalmente.

Quienes utilizan la piscina pagan una cuota en pesos colombianos para poder adquirir el cloro

Las únicas piscinas que aún sobreviven son las ubicadas en clubes como el Latino y el Demócrata. Sin embargo, poco a poco, van restringiendo el acceso al público y limitan el derecho solo a socios.

A nosotros nos duele ver estas piscinas así. Les hemos querido inyectar dinero, pero no nos dejan. Hemos buscado hablar con todos los ministros de deporte que han estado desde el cierre de estas piscinas y no se ha podido. Tenemos un proyecto para recuperar las del Metropolitano, pero no quieren dar el comodato. Prefieren tenerlas así”, señaló un empresario de la entidad que prefirió mantenerse en el anonimato.

Fotos: Ana Barrera


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