Las clases de cocina que motivan a los niños de José Félix Ribas de Petare a soñar un futuro mejor

A los padres se les ocurrió hacer un curso gratuito para un grupo de participantes entre 10 y 15 años de edad que viven en el callejón El Sabor de José Félix Ribas. El formato sería como el programa de televisión Masterchef Júnior. Pero la diferencia es que quieren enseñar a los niños a usar lo mucho o poco que tengan en casa.

Caracas. Luego de un día de trabajo, Carlos Valbuena llegó al callejón El Sabor de José Félix Ribas, ubicado en Petare, con una bolsa de pan y algunos ingredientes que apuntaban a la preparación de una pasta. Subió los dos pisos de su casa y en la platabanda había 14 niños de la comunidad esperando para empezar las clases de Minichef del futuro.

¿Qué les pareció la clase pasada?, preguntó Carlos en medio del círculo de pequeños estudiantes. La respuesta fue en coro y con emoción ¡Súper!. A las 5:00 p. m. de ese jueves 27 de enero comenzó la tercera clase de cocina para los niños de la Zona 2 del barrio. En los encuentros pasados aprendieron a hacer rollos de canela, golfeados y varias recetas con huevo y arroz.

Foto: Luis Morillo

Un grupo de padres del sector se reunió hace poco más de un año en la casa de Carlos para pensar actividades que pudieran organizar en el barrio para que sus hijos aprendan y se mantengan —al menos dentro de lo posible— alejados de la violencia.

En ese encuentro, la señora Mendoza, quien vive desde hace 46 años en el callejón El Sabor y su hijo tiene 14 años, comentó que su madre murió durante la pandemia y desde entonces su niño tuvo curiosidad por aprender a cocinar. Pero su mayor miedo era la manipulación de la bombona de gas y de la cocina.

En mi casa cocinábamos mi mamá y yo. Ahora que ella no está, él también quiere ayudar. Traté de buscar un curso de cocina porque de verdad le gusta, pero solo la inscripción cuesta 150 dólares. No puedo pagar algo así, contó Mendoza.

A raíz de eso, se les ocurrió hacer un curso gratuito para un grupo de participantes entre 10 y 15 años de edad que viven en el callejón El Sabor de la Zona 2 de José Félix Ribas. El formato sería como el programa de televisión Masterchef Júnior, que se transmite en países como Argentina, Brasil y Colombia. La diferencia es que quieren enseñar a los niños a usar lo mucho o poco que tengan en casa.

Foto: Tairy Gamboa
Foto: Luis Morillo

Carlos, como presidente de la Fundación Contribución Vecinal, se puso al frente del llamado “Minichef del futuro”. A partir de un diagnóstico que hizo en la comunidad, como la separación de núcleos familiares producto de la pandemia, los problemas de alimentación y la cotidianidad de los niños en el barrio, decidió que serían nueve clases para enseñar valores a través de la cocina.

Al igual que el hijo de la señora Mendoza, Alejandro Pereira tiene 14 años y su abuela le contó sobre el curso. Aceptó porque le encanta cocinar y lo hace siempre que se queda solo con su hermano menor. Yo sé hacer panquecas, arroz y pasta, contó orgulloso. Ahora quiere aprender recetas más elaboradas y citó un pollo guisado.

Foto: Luis Morillo

La clase empezó con la división de las brigadas, como le llaman a los equipos dentro de la cocina. Contaron del uno al 14 y se dividieron entre pares e impares. Luego pasaron a una mesa a ver los ingredientes que debían usar y, si llegaba a faltar uno en la receta, ese equipo quedaba descalificado.

Tenían tres minutos para pensar qué hacer con todo: un pedacito de cebolla, medio pimentón, pasta, salsa de tomate, salsa de queso, salsa de maíz, mantequilla, huevo y los panes que llevó Carlos.

Foto: Luis Morillo

Vamos a hacer una pasta con salsa de tomate y le ponemos maíz, discutía una brigada, mientras que la otra pensaba si usar el huevo para hacer una mayonesa. Cuando se acabó el tiempo, un líder de cada brigada le entregó a Carlos las recetas escritas: la pasta atómica y la pasta creativa, eran los nombres de sus platillos.

Carlos comentó que la idea del curso es que los niños puedan poner en práctica su creatividad. Pensar qué pueden hacer con ingredientes básicos que tengan en casa. Además, le ponen los vegetales en pedazos pequeños porque sabe que en los hogares no siempre hay de todo.

El curso va desde la manipulación y conservación de alimentos, manejos de utensilios, recetas creativas y un proyecto final donde presentarán la idea de un restaurante. Además de que van a ir a una cocina de un restaurante profesional para que vean cómo funciona, agregó Carlos.

Foto: Luis Morillo

Los niños se dividieron las tareas. Uno picaba los vegetales, otro los sofreía. Los más grandes se encargaban de hacer la pasta o picar el pan. Todos tenían cara de concentrados, pero se reían a carcajadas si a alguien se le caía algo o si probaban una combinación que no tenía tan buen sabor.

Cuando se acabó el tiempo, cada equipo se encargó de servir el plato para el jurado. Se esmeraron para que se viera lo más bonito posible. Estaban nerviosos. Hablaban entre ellos y pedían a Dios por que fueran la brigada ganadora.

Después de un silencio que pareció eterno, la jueza determinó: “el platillo ganador es pasta creativa”. Y, enseguida, el equipo aludido gritó de emoción y se abrazaron. El premio era un cotillón de chucherías, que debían dividir en partes iguales para poner en práctica el valor de la amistad.

Foto: Luis Morillo

José Félix Ribas es un barrio ubicado en Petare que ha pasado por momentos difíciles de violencia entre grupos delictivos y cuerpos policiales, además de las constantes fallas de los servicios públicos. Ejemplo de esto último es que cada familia de la parte media y alta del callejón El Sabor solo tiene agua durante dos horas cada dos semanas. Sin embargo, Carlos contó que quieren que se sepa que en esta comunidad pasan cosas buenas y mostrar lo positivo del municipio Sucre.

Las clases continuarán en horarios que no afecten las clases de los niños en el colegio. Tienen planeado que sean varias cohortes del Minichef del futuro para que todos los niños de la Zona 2 puedan disfrutar y aprender. Nuestro sueño es que esto lo puedan hacer en otros barrios de Petare. Estos niños son nuestro futuro y yo quiero llegar a viejo con la certeza de que ayudé a formar buenos ciudadanos, resaltó Carlos.

Foto: Tairy Gamboa

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