Tiendas de productos tecnológicos, empresas de telecomunicaciones, restaurantes de comida internacional y franquicias de farmacias reimpulsan la economía y el atractivo local en la parroquia Sucre. En el último año la zona se convirtió en área de interés para los inversionistas que, pese a la crisis, buscan expandirse entre las comunidades de escasos recursos.
Caracas. Aunque la economía nacional se debate en una crisis, al oeste de la ciudad los negocios florecen y apenas se dan abasto para atender a la clientela. En Catia tiendas tecnológicas de alta gama, restaurantes de gastronomía internacional y franquicias de farmacias inauguradas recientemente compiten por ofrecer los precios más asequibles en una variedad de productos y servicios que, hasta hace poco, eran exclusivos de las zonas más pudientes.
Y es que desde la pandemia de la COVID-19 y sobre todo durante este 2024 Catia, reconocida como el epicentro del comercio informal, se transformó en un área de interés para inversionistas y emprendedores que apuestan por expandirse en este sector popular, bajo el modelo de franquicias o mediana empresa.
Cifras de Front Consulting, especializada en franquicias, reflejaban para 2022 que dentro del país operaban entre 320 y 330 de estas empresas, de las cuales 20 son extranjeras.
Fiebre de emprendimiento
En un recorrido, el equipo de Crónica.Uno constató que el auge comercial también abarca a medianos negocios que iniciaron sus operaciones en la pandemia. Solo entre 2020 y 2021 unas 13.478 pequeñas y medianas empresas se sumaron a las 20.000 ya existentes, según datos oficiales.
Muchas de ellas dignifican hoy día las áreas urbanas de la parroquia Sucre con sus vistosas vidrieras y llamativos locales.
Para consultar datos más recientes, Cronica.Uno intentó contactar a la Cámara Venezolana de Franquicias (Profranquicias), pero no hubo repuesta al cierre de esta publicación.
No obstante, expertos señalaron que este modelo de negocios está en ascenso dentro de las zonas populares. Existe una alta demanda de bienes y servicios básicos que, hasta hace poco, eran de difícil acceso para las poblaciones menos favorecidas, lo conlleva a una mejora en la calidad de vida de sus habitantes.
Servicios premium por doquier
En la calle El Cristo, cercana a Plaza Sucre, un edificio rojo y negro de aspecto vanguardista y sofisticado rompe con la monotonía de los antiguos negocios. Sushi Bar Strike, un restaurante especializado en comida china y japonesa que abrió en 2020 y que cuenta con una segunda sede en Bello Monte.
Yeison Madrid, gerente y dueño del local, explicó que el atractivo de la parroquia Sucre radica en su alta movilidad urbana. “Fuimos los primeros en ofrecerle al comensal una experiencia culinaria completa con un ambiente agradable y buenos precios”, dijo.
Aunque Madrid admitió que en el sector de la alimentación la competencia es reñida con los vendedores de comida callejera, aseguró que la gente está dispuesta a pagar por la buena atención. Sus precios van desde los 6 dólares en adelante.
“El restaurante tiene buena fluidez y tendremos una reapertura. Los comerciantes ahora compiten por abrirse paso en Catia”.
Aaron Olmos, economista y profesor de posgrado del IESA, señaló que a diferencia de las zonas más acaudaladas como Chacao, Las Mercedes, Los Palos Grandes o El Hatillo, en el oeste y centro capitalinos los inversionistas no experimentan tantas trabas con los impuestos municipales y patentes.
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Esa ventaja sumada al alto tráfico hacen de los sectores populares sitios de creciente interés económico para emprendedores y dueños de franquicias que buscan expandirse. Sin embargo, en el caso de las franquicias hay una serie de requisitos que cumplir para asegurar la sostenibilidad del negocio.
Olmos destacó que unos de los aspectos es identificar la competencia y ofrecer bienes y servicios adaptados a la jerarquía de necesidades de la población.
Cumplir con una serie de requisitos legales y adherirse a lo que dicta el manual de franquicias. “No se trata solo de adquirir el local, sino adaptarlo a todo un concepto que incluye logos, personal, colores, muebles y disposición del espacio y horarios de atención”, añadió.
El mejor ejemplo son tres reconocidas franquicias que abrieron sus puertas en este 2024. La primera fue una nueva sede de Farmatodo adyacente al Mercado Municipal de Catia. La segunda una sucursal de pollo frito Dorado en la calle Colombia, y por último dentro del mismo rubro, un Kentucky Fried Chicken (KFC) cercano al Centro Comercial de La Laguna.
La zona también fue pionera en ofrecer la instalación de servicios de fibra óptica hasta el hogar a principios de 2022. La empresa Wlink Telecom y más tarde Fibex fueron las primeras en brindar planes de banda ancha asimétrica de hasta 600 megabits por segundo. Al día de hoy sus servicios cubren áreas como el 23 de Enero, La Silsa, El Cuartel, Lomas de Urdaneta, Casalta y La Sequía, de acuerdo con su sitio web.
Crecimiento sí, burbuja no
Basura, desorden, inseguridad y buhonería han distinguido por años a Catia. Pero parte de esa realidad ha cambiado con la redignificación de algunos espacios y edificios abandonados ahora convertidos en grandes sucursales, farmacias y boutiques.
Al respecto, Olmos enfatizó que las empresas y negocios de alto perfil tienden a ser los más apreciados por las comunidades debido al valor agregado que aportan a su economía, estilo de vida y espacios urbanos.
Tal es el caso de Soy Techno, una tienda dedicada a la venta de teléfonos y equipos tecnológicos que abrió en julio de 2022 con una llamativa apertura a la que asistieron artistas y animadores de televisión. Está situada en la avenida El Cuartel y recibe entre 50 y 70 personas por día.
Ana Napi, gerente general, explicó que aunque la tienda tuvo un gran impacto visual por la calidad de los productos y su espacio físico, mucha gente no se atrevía a preguntar los precios por temor a que fueran poco accesibles. Sin embargo, eso cambió al poco tiempo cuando se asociaron con Cashea y lograron captar la atención de más clientes.
“El público se sorprende con la variedad que ofrecemos y les gusta entrar a la tienda porque la ven bonita, brillante y limpia. No era lo común por aquí y hay una gran receptividad”.
Rentabilidad
Olmos detalló que el reimpulso de la actividad comercial en esta localidad significa una mejora y no alude a la existencia de una burbuja económica, sino más bien a la expansión de empresas sólidas que se mantienen en el tiempo, debido a su rentabilidad.
“Una burbuja es una situación de mercado en la cual los precios de un bien o activo crecen sin que exista un impulso productivo o un activo detrás. Especialmente se observa con esas mega construcciones que no se sabe a quién pertenecen o cómo generan dinero”, explicó.
Esteban Escobar reside en la parroquia Sucre desde que nació hace 74 años. Para él Catia, más que una señal de su identidad, constituye un símbolo de resiliencia. Por eso celebra el nuevo boom de la actividad financiera y comercial. “Hay un avance. Muchos quieren conseguir vivienda aquí porque saben que tendrán todo a su alcance. Pese a lo malo hay algo bueno que contar”, expresó.
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