Pacientes hemofílicos de Monagas en riesgo por precariedades y escasez en hospital de Maturín

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En el año 2022, el gobierno regional solo pintó las paredes de la unidad de Hematología, donde reciben atención 60 pacientes con trastorno hemorrágico. Esta población denuncia también irregularidades en la entrega de los medicamentos por parte del Seguro Social.

Maturín. “Se ve bonito pero no es funcional. Solo renovaron la consulta con diseños de pintura, y repararon uno de los tres aires que duró menos de 15 días”. La afirmación corresponde a Marilyn Requena, esposa de paciente hemofílico y vocera de la Asociación Venezolana para la Hemofilia en Monagas.

A principio de septiembre de 2022, una hoja en la puerta del servicio de Hematología, ubicado en la planta baja del Hospital Universitario Manuel Núñez Tovar de Maturín, informaba la suspensión de las consultas por trabajos de remodelación.

El mes siguiente, el gobernador Ernesto Luna visitó el centro de salud e informó que la unidad clínica, junto a otros servicios médicos estaban habilitados. Hoy la realidad es otra y el consultorio podría cerrar sus puertas por la falta de microscopios, neveras, unidades de climatización y de personal.

En esta consulta reciben atención 60 pacientes hemofílicos y más de 100 hemato oncológicos. El poco personal que queda no cuenta con los instrumentos de laboratorio para las pruebas de frontis, la cual es obligatoria en las personas recién diagnosticadas con presencia de células malignas.

Sin hematólogos

Los equipos de refrigeración para el cumplimiento de cadena de frío de los medicamentos, se dañaron hace varios meses. Otro de los recursos carentes es el humano, faltan especialistas hematólogos, bioanalistas y fisiatras.

“Los pacientes hemofílicos son de riesgo por la condición que los caracteriza. Lo que es común para nosotros, como torcerse un tobillo o sufrir una cortada, para ellos es más delicado, por los sangrados que suelen presentar”, dijo Requena.

La mujer comentó que su esposo ha logrado reponerse a situaciones que pusieron su vida al borde de la muerte.

Gracias a toda la familia ha contado con el tratamiento desde muy joven. Las actividades rutinarias como aprender a conducir un auto son de gran complejidad por la incomodidad en los coyunturas”, agregó.

Explica que la Hemofilia se clasifica en A y B con niveles de: leve, moderada y severa. La primera se debe a falta de factor 8 y la segunda por déficit del factor 9.  “Por lo general, producen sangrado interno en articulaciones y mucha inflamación”.

 “Los pacientes hemofílicos pueden quedar en cama sin poder tener movilidad por las hemorragias en sus extremidades”, dijo.

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La cadena de frio de los medicamentos para los pacientes se ha perdido en el hospital de Maturín. Foto: Cortesía El Periódico de Monagas

Adolfo Rojas, representante de la Asociación de  Hemofilia en Monagas, resalta que esta unidad también brinda atención a los pacientes de los estados Sucre y Delta Amacuro.

Racionan medicamentos

Requena alerta que los pacientes hemofílicos están recibiendo los tratamientos incompletos y tardíos por parte del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).

Cuando el médico indica 12 dosis al mes, les hacen entrega de seis o ocho ampollas”, contó

Los pacientes deben, entonces, racionar los fármacos y aplicarse 1 o 2 dosis por semana, según las condiciones que presenten.

“En marzo y abril la entrega fue seguida, en comparación a fechas pasadas, donde hacían jornadas un mes si y dos meses no”, dijo.

En lo que resta de mayo, esperan recibir los medicamentos que correspondían al mes.

Siempre se ven en la necesidad de reservar una o dos ampollas en caso de emergencia porque el Seguro no cuenta con lo necesario para atender alguna contingencia”, añadió Marilyn.

Apunta que los factores de coagulación, no son medicamentos de libre comercio. En algunos casos familiares recurren a la compra fuera del país, porque en Venezuela una ampolla puede llegar a costar entre los 500 y 700 dólares.

Añadió Requena que en ocasiones los factores 8 y 9 han llegado vencidos. Sin embargo, asumen el riesgo de administrárselo a sus familiares con temor a una reacción.

En caso de sufrir algún incidente o quebranto de salud, los pacientes no pueden ser medicados con Ibruprofeno, Diclofenac o Ketoprofeno. Estos podrían agravar su salud y provocarles la muerte por desangramiento. “Solo pueden recibir sus tratamientos”.


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