Ponen restricciones a la venta de harina de maíz precocida en Cúcuta

La demanda del producto es tan grande en la ciudad fronteriza que ya no permiten la compra por fardos. El precio de la harina de maíz precocida, pese al cambio, es mucho más barato que en los supermercados venezolanos.

San Cristóbal. Las restricciones para la compra de alimentos al parecer traspasaron las fronteras, pues medidas para limitar las compras también se están aplicando en supermercados cucuteños. Eso ocurre con la harina de maíz precocida, pues dada la alta demanda, los comercios de la ciudad fronteriza han comenzado a regular su venta .

La compra por fardos ha mermado la existencia de este producto en todas sus marcas, de tal manera que los establecimientos han tomado la decisión de venderlo de manera racionada.

Así ocurre en el centro de Cúcuta, donde los supermercados ubicados por la sexta avenida condicionan la compra de harina.

Por ejemplo, hay establecimientos que exigen la compra de un mercado para vender harina, mientras que otros la expenden racionada por cinco o seis kilos y no por fardos. Las limitaciones en la venta del producto ocurren luego de que la demanda se haya incrementado de manera sorpresiva, debido al aumento de precio en Venezuela.

Pese al cambio, el costo de un kilo de harina de maíz precocida es mucho más económico del otro lado del puente. Los precios están entre 2000 y 3000 pesos, es decir entre 4000 y 6000 bolívares.

Hay demasiada demanda del producto en todas sus presentaciones. Aquí no solo compran venezolanos, sino colombianos también y debemos garantizar que haya para todos”, dijo Santiago Albarrán, trabajador de un supermercado ubicado en la sexta avenida de Cúcuta, mejor conocida como “la calle de los supermercados”.

Esta medida agarró por sorpresa a quienes viajan desde el interior del país con la finalidad de hacer mercado o bien comprar alimentos para revenderlos en sus regiones. “No deberían limitar la cantidad de compra de harina. Aquí (Cúcuta) es más barata. Ojalá reconsideren la medida”, dijo Érika Gutiérrez, oriunda de Puerto Ordaz.

Antes de que la medida fuera implementada, las colas en los supermercados eran de hasta tres o cuatro horas. Rubros como el arroz, pasta y azúcar también tienen una alta demanda, pero no comparable con la de harina de maíz.


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