El Gobierno ha dado instrucciones a movimientos sociales para que sean el enlace entre el caso sospechoso de su comunidad y los entes de salud para la visita domiciliaria, sin embargo, se desconoce si el llegar con sirenas, altavoces a un barrio o urbanización forme parte del protocolo para el abordaje del coronavirus.

Caracas. Mientras el gobierno de Nicolás Maduro anuncia el despliegue de recursos y personal para enfrentar el COVID-19, en las comunidades el abordaje de casos sospechosos se está dando de dos formas: una silenciosa, discreta con el personal médico, y otra con sirenas, altavoces, policías y personal de salud.

Un ejemplo del primer caso se vio en un urbanismo de la Gran Misión Vivienda Venezuela en El Valle. Hasta allí llegaron funcionarios de salud con los datos recabados de la encuesta publicada en la Plataforma Patria, buscaron a una persona del consejo comunal y pidieron la mayor discreción al momento de preguntar por la persona que respondió que tenía los síntomas del COVID-19.

Según declaraciones vía telefónica del mandatario Nicolás Maduro la noche del 23 de marzo al canal de televisión VTV, en esa plataforma ya han respondido la encuesta sobre el COVID-19 más de 12 millones de personas, y desde el fin de semana, han visitado presuntamente cerca de 20.000 hogares para realizar el despistaje. 

En La Ladera de Carrizal se vio un ejemplo de la segunda forma de abordaje: ruidoso. Funcionarios policiales informaron por los altavoces que el edificio sería cerrado por 24 horas mientras revisaban los posibles casos de coronavirus en el sector, situación que se hizo viral en las redes sociales.

La comunidad rechazó la irrupción de funcionarios policiales con el personal de salud. Consideran que es irrespetuoso para el paciente y sus familiares la manera en que ingresan al lugar de residencia como si se tratara de la búsqueda de una persona que ha cometido un acto delictivo.

El flujograma de atención de viajeros, sospechosos y casos confirmados de COVID-19 en Venezuela publicado por el Ministerio de Salud sostiene que los movimientos sociales, vecinos o miembros del poder popular pueden identificar un caso en la comunidad y deben seguir un protocolo específico para su abordaje: aislar el caso, comunicarse al 0800COVID19, avisar al consultorio popular cercano de la Misión Barrio Adentro, y que los expertos realicen la visita domiciliaria con el equipo especializado. De ser requerido, se traslada al paciente a un hospital centinela.

En Caracas los hospitales centinela son: José Ignacio Baldó-El Algodonal, Hospital de Coche y Jesús Yerena en Lídice. Foto: Ministerio de Salud

El ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, en compañía del ministro de Salud, Carlos Alvarado, informó el pasado viernes 20 de marzo el despliegue de los cuadrantes de paz junto a las áreas de salud y poder popular como respuesta de prevención del COVID-19.

En definitiva, consiste en tres elementos: las Áreas de Salud Integral Comunitaria (ASIC), los cuerpos de la policía y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y los representantes del poder popular como los consejos comunales y el Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap). 

Equipo con trajes de bioseguridad realizan despistaje en un edificio. Foto: cortesía
Médicos cubanos

Entre el 21 y 22 de marzo, un equipo de cuatro personas con batas blancas se identificaron así mismos como “médicos cubanos” ante los residentes y visitaron algunos edificios de la urbanización Palo Verde en el municipio SucreUna de las personas visitadas contó a Crónica.Uno que el equipo tocó a su puerta y preguntó por su hija.

Yo les dije que ella no estaba en casa, porque ella llegó a Venezuela el 7 de marzo y se volvió a ir el 14 de marzo, y les pregunté que quiénes eran. Me dijeron: ‘Somos médicos cubanos, la buscamos porque su hija alguna vez presentó infección respiratoria’. Eso a mí me sorprendió mucho porque mi hija jamás, jamás se ha ido a tratar con los médicos cubanos. Además, cuando llegó a Venezuela le hicieron el test de salud y le chequearon la temperatura y quedó claro que ella no tenía riesgo, dijo la testigo que solicitó omitir su nombre.

En el caso de esta residencia, algunos vecinos expresaron su molestia porque el supuesto personal médico nunca se identificó con la junta de condominio, ni notificó el procedimiento a la comunidad, sino que ingresó directamente a buscar a la persona antes señalada.

En efecto, un grupo de 137 médicos cubanos llegaron a Venezuela el pasado 20 de marzo para fortalecer la Misión Barrio Adentro. Los voceros del gobierno de Maduro han asegurado que se encuentran desplegados en Miranda, La Guaira y el Distrito Capital para hacer el test con el hisopado nasofaríngeo en las comunidades, que consiste en tomar una muestra de las secreciones de la parte superior de la garganta para detectar el virus.

Ni me asomé por la ventana cuando vinieron porque tengo a los niños y me da miedo, afirmó una vecina del sector Valle Abajo, frente a Bimbolandia, donde hace dos días un grupo de personas con trajes de bioseguridad fumigaron las casas que tuvieron más contacto con un contagiado de la zona. Cuando terminaron pasaron casa por casa diciendo que tenemos que mantener 12 días de aislamiento total porque, me imagino, que regresarán a hacer más pruebas. Desconozco si respetaron o no un protocolo, agregó.

Sector Valle Abajo . Foto cortesía
Centros sin insumos

Carlos Alvarado resaltó que al detectar algún posible caso deberán ubicar al miembro del consultorio popular más cercano para que vaya a la casa de la persona. Si hiciera falta trasladar a alguna persona, hay que garantizar que ese traslado sea en condiciones adecuadas de protección y que sea recibido en uno de los centros centinela y donde se deba hacer, si es requerido, la prueba de determinación de coronavirus, expresó el ministro. Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo una realidad. 

En la urbanización Paulo VI, de Petare, los vecinos activaron una campaña de concientización y dotación del Centro Diagnóstico Integral (CDI) que no tiene insumos para atender posibles casos. Hemos contactado a las autoridades competentes para que hagan el llamado a través de perifoneo, las redes internas de nuestros vecinos han sido el primer canal de información y de prevención. Esperan recibir un trato respetuoso a la hora de acudir a descartar casos sospechosos de coronavirus.

Alenib Tovar, vecina de Coche, sostuvo que en los centros de salud hay recursos limitados para la atención de pacientes. Contó que desde hace más de 20 días su hermana presenta síntomas parecidos a los del COVID-19. Acudió a tres centros asistenciales y la atendieron sin cumplir protocolo para atención de casos sospechosos.

Igualmente, Tovar indicó que la paciente fue al CDI de La Floresta, allí la atendieron personas con tapabocas y guantes viejos, la mandaron al Distrito Sanitario N° 4, donde esperó por más de una hora, le indicaron que se trasladara por sus propios medios al CDI de Fuerte Tiuna a hacerse exámenes del Centro Diagnóstico Integral “María Eugenia González”, ubicado en Fuerte Tiuna

No le dieron ni un antibiótico, ni paracetamol (…) Ella mantiene fiebre, malestar. En la Sanidad hay un letrero que dice ‘volvemos en 15 minutos estamos almorzando’ y regresaron a la hora, luego se tardaron 20 minutos para atenderla, la mandaron al Centro Diagnóstico Integral “María Eugenia González”, de Fuerte Tiuna. Ella no fue porque se siente mal, lamentó. 

Las comunidades desconocen cuáles son los métodos correctos de protocolo que deben cumplir los grupos que visitan los sectores para hacer los despistajes del COVID-19. En cambio, algunos vecinos sienten miedo por el trato que puedan recibir. Como consecuencia de la falta de información, exigen respeto y profesionalismo.


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