Fedenaga estima que cerca de 10 % de la producción ganadera del país es víctima de abigeato y estima un rebaño de 10 millones de cabezas en 2022. El consumo se recupera a 10 kg de carne y 50 litros de leche por persona al año, pero no es ni la mitad que hace 10 años.

Caracas. La producción ganadera cerró 2022, nuevamente, con números positivos respecto al año anterior, pero los problemas que la aquejan e impiden su recuperación total aún se mantienen.

“En toda la zona rural venezolana los servicios están en condiciones desiguales al resto del país”, asegura Carlos Arana, ganadero y vocero de la Asociación de Ganaderos del estado Guárico.

Arana describe que la infraestructura vial de las zonas productoras de la entidad, tercera en cuanto a niveles de producción después de Zulia y Apure, y las carreteras agrícolas “están muy deterioradas” y dificultan el traslado de las mercancías en el mercado interno y hacia otros estados del país.

El hurto de ganado, también conocido como abigeato, es otro de los problemas que aquejan a los ganaderos y en Guárico no es la excepción. La Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) calcula que cerca de 10 % del ganado es víctima de ese delito, por lo que Arana estima que en esa entidad la cifra puede ubicarse entre 100.000 y 120.000 animales hurtados.

El ganadero y líder gremial asegura que Guárico es, junto con Apure y Barinas, uno de los estados con mayor incidencia en robo y hurto de ganado. “Hemos contado con apoyo de las autoridades, pero vemos que está siendo insuficiente porque los números (de delitos) se han mantenido”, señala Arana.

“El rebaño se ha recuperado”

Para el recién electo presidente de Fedenaga, Luis Prado, la recuperación paulatina del consumo de derivados cárnicos y lácteos es la razón principal del repunte de la producción, que para 2022 estima que registra un rebaño de 10 millones de cabezas aunque, a diferencia del año anterior, esta vez sin exportaciones. 

Prado señala que actualmente la producción ganadera local abastece a casi la totalidad del consumo. Sin embargo, en otras oportunidades Fedenaga ha reiterado que el rebaño venezolano, en condiciones normales de consumo, debería rondar las 30 millones de cabezas.

El también productor explica que Venezuela pasó de un consumo promedio de 4 kg por persona al año, entre 2016 y 2017, a alrededor de 10 kg en el último año debido a ciertas mejoras económicas en parte de la sociedad. Aún así, la cifra se mantiene lejos de registros históricos de entre 24 y 25 kg por persona en la década pasada. 

En el consumo lácteo ocurre un comportamiento similar. Prado señala que la dieta histórica de la población venezolana proyectaba un consumo de entre 120 y 130 litros per cápita al año y actualmente llega a menos de la mitad de esa cifra (alrededor de 50 l). Eso está relacionado con el poder adquisitivo de los venezolanos, explica.

Sigue el predominio de la producción de quesos

De acuerdo con cifras del Observatorio del Circuito Lácteo Venezolano (Oclac), la industria láctea procesó, en promedio, 25,3 millones de litros de leche a lo largo de 2022, con picos entre mayo y junio (cuando aumenta la producción de leche) de entre 29 y 30 millones. La cifra de procesamiento es 40 % mayor que 2020 y 16 % mayor a la de 2021.

Oclac estima que 52 % de la leche que procesa se transforma en leche en polvo, 23 % se convierte en quesos y 11 % leche líquida y bebidas lácteas, pero desde Fedenaga señalan que la gran mayoría de la producción se concentra en el mercado quesero y este, a su vez, es mayormente producido de forma artesanal.

90 % de la producción de leche del estado Guárico va destinada a la elaboración de queso llanero duro, de rallar, de forma artesanal, un queso que se hace principalmente en las mismas unidades de producción, cuenta Carlos Arana, ganadero.

La ventaja de olvidar los controles

Luis Prado, de Fedenaga, es enfático al afirmar que al dejarse a un lado la política de controles de precios se le ha dado un impulso a la producción ganadera y han logrado reinvertir los recursos que perciben por sus actividades, aunque reitera que hay factores que le ponen freno a ese repunte.

“Necesitamos mayores recursos para invertir, financiamiento de banca y otros mecanismos para rescatar nuestras capacidades de producción (…) El tema del combustible es dramático y afecta mucho la actividad productiva, el traslado de productores a las unidades, el mantenimiento de los potreros, la fertilización, entre otras actividades necesarias para la ganadería”

Al 17 de enero, el Instituto Venezolano de la Leche y la Carne (Invelecar) estima que el ganado en pie y la leche caliente de vaca tuvieron precios promedio, a puerta de corral, de $1,60 por kilo y $0,49 por litro, respectivamente. Cabe destacar que la vaca y el toro tuvieron picos de precios entre mayo y agosto, que también se reflejaron en los precios finales, y luego bajaron al cierre del año.

De igual forma, producto en parte de la dolarización y de la liberalización de precios, el precio del ganado recuperó sus niveles de mercado entre 2019 y 2023 al aumentar 253 % e igualar a pares como Colombia, que al cierre de 2022 promediaba $1,68 por kilo de ganado en pie.

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