Especialistas ambientales consideran que todo proyecto de desarrollo debe partir de las características y condiciones de la isla La Tortuga. Manglares, cinco especies de tortugas marinas y 73 especies de aves podrían ver afectada su supervivencia, alimentación y reproducción si se alteran considerablemente los ecosistemas de su territorio.

Caracas. El anuncio de crear un proyecto turístico a gran escala en la isla La Tortuga mantiene en alerta a conservacionistas, organizaciones y expertos ambientales ante la alta probabilidad de que se impacte el ecosistema y, por ende, el principal atractivo natural de ese territorio.

Nicolás Maduro anunció que, con la creación de la zona económica especial (ZEE) de La Tortuga, un grupo conformado por una isla mayor, islotes y cayos en las Antillas menores y que forma parte de las Dependencias Federales, se desarrollará “el gran centro turístico del Caribe” y el proyecto más grande e importante de su tipo.

Ante ello, el ingeniero y director de sustentabilidad ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Joaquín Benítez, alertó que La Tortuga tiene “características y condiciones que la hacen particularmente frágil” y que cualquier desarrollo –bien sea turístico o de otro tipo– debe hacerse partiendo de esas condiciones.

Por el lado norte de la isla hay un complejo de cayos e islotes, con nidos de tortugas y arrecifes coralinos sensibles. En la parte sur hay farallones y lagunas con manglares que son muy delicadas y constituyen viveros. En la costa sur hay circulación de ballenas y otros cetáceos del Caribe y todo eso es frágil a intervenciones que se hagan en la costa”, dijo el experto a Crónica.Uno.

Foto: Observatorio de Ecología Política.
¿Beneficio económico?

Con el fin de incentivar la inversión en la ZEE de La Tortuga -que aún no ha sido oficializada ni está en la ley aprobada- se prevé que el proyecto gubernamental comprenda la construcción de 10 hoteles de lujo, un aeropuerto internacional y el uso de energía renovable.

Sin embargo, el ingeniero Benítez resalta que generar impactos ambientales afectará los atributos que hacen atractiva a la isla y podría afectar la rentabilidad económica de esos proyectos. Añade que las probabilidades de que ocurran problemas ambientales son grandes si no hay institucionalidad, vigilancia y control ambiental durante y después de las construcciones.

Sobre ello, el biólogo y gerente general de Fundación Tierra Viva, Alejandro Luy, dijo a Crónica.Uno que el proyecto –que además incluiría dos campos de golf– implica “una fuerte movilización” de personal y materiales para luego recibir a un público muy numeroso. Esa es la primera alerta, agrega.

Se pasaría de casi no haber nada en la isla a generar un proyecto que implica mucho movimiento de tierra, muchas construcciones y mucha gente. La propuesta no está valorando suficientemente todos los atractivos naturales que tiene La Tortuga, destaca Luy. 

La Tortuga
Foto: Ola Ola Travel
“Lo que le importa es que la playa esté allí para poder bañarse en ella”

Alejandro Luy, quien posee un magíster en Gerencia Ambiental de la Universidad de Los Andes de Colombia, señala que la propuesta del Gobierno “ofrece un modelo de desarrollo masivo, de playa” que está lejos de ser sustentable y busca, principalmente, el aprovechamiento de las costas de La Tortuga pensando solamente en que pueda ser un destino playero.

Luy añade que, solamente si se considera la construcción de un puerto de aguas profundas, se intervendrían directamente los manglares del sur de La Tortuga y afectaría:

  • La alimentación de cinco especies de tortugas marinas y el ciclo reproductivo de cuatro de ellas. Joaquín Benítez, de la UCAB, explica que algunas especies regresan a donde nacieron a poner sus huevos, por lo que alterar el hábitat también altera ese ciclo.
  • A al menos 76 especies de aves (residentes y migratorias) que dependen de lagunas y manglares de La Tortuga para alimentarse, vivir y/o reproducirse.
  • Poblaciones de manglares y arrecifes.
  • La salud y reproducción de peces y cetáceos aledaños a la isla por efectos del manejo de residuos sólidos y aguas servidas.
Manglares en la isla La Tortuga. Foto: Pinterest.
¿Alternativas?

El ingeniero Joaquín Benítez destaca que en la década de 1990 participó en la evaluación ambiental de un plan para el desarrollo turístico de La Tortuga, con recomendaciones para hacerlo compatible con el ecosistema, que preveía instalaciones hoteleras de bajo impacto, tipo campamentos, el desarrollo de un pequeño puerto para transporte de materiales y un aeropuerto pequeño para vuelos comerciales.

Sin embargo, la propuesta no se llevó a cabo. El experto además considera que todo modelo de desarrollo debe ir de la mano con una evaluación de impacto ambiental previa y con consulta pública, que abarque aristas como impacto sobre las aves de proyectos de generación eléctrica eólica o de servicios que impliquen llevar más aguas a la isla.

Para Alejandro Luy, de Fundación Tierra Viva, es fundamental que se planteen modelos de bajo impacto y de desarrollo sustentable, “destinando áreas para conservación de fauna y flora, y áreas para disfrute de las personas”.

Podrías tener un turismo de bajo impacto en un área protegida, y al mismo tiempo orientar esfuerzos para conservar flora y fauna. Eso se ha probado en muchos lugares, menciona Luy.

El Observatorio de Ecología Política (OEP) destaca que la isla tiene potencialidades para el turismo, pero el mismo debe ser de bajo impactoAñade que, lejos de implementar una infraestructura turística debe constituirse como un espacio de resguardo y protección de la fauna silvestre.


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