San Fernando de Apure pierde identidad por falta de señalización urbana

Señalización

La mayoría de los sanfernandinos contemporáneos desconocen los nombres e historias de las principales calles, avenidas e intercepciones de la capital apureña por falta de señalización. Los capitalinos han cambiado los nombres originales de algunas plazas. El historiador Hugo Arana ha documentado 80 calles y alienta a las autoridades a prestar atención a esta “pérdida de identidad”.

San Fernando. El adolescente del barrio 23 de Enero, a un lado de la avenida, que pide dinero y comida en la panadería de enfrente, desconoce que esa vía donde vive y procura su sustento, todos los días, se llama Fernando Millares, epónimo del fundador de la capital del estado Apure. La razón: la falta de señalización urbana.

Keila Corona y su hija no pueden evadir esta avenida diariamente para salir y retornar a su casa, en Puerto Miranda, tampoco saben cómo se llama, a pesar de tener toda su vida transitándola.

Yo no conozco ninguna calle. Si las tuvieran identificadas fuera diferente, si colocaran, por ejemplo, avenida Miranda que tengo entendido que así se llama esta calle, sería perfecto porque no andaríamos, así como ando yo, perdida”, expresa la capitalina.

Carlos Palmer, otro transeúnte, comenta: “He oído que la llaman calle El Puente, prolongación del boulevard, pero en verdad no sé cómo se llama”.

Señalización
La esquina La Atómica, cruce de calle Miranda con Comercio, fue muy famosa porque era la ferretería del pueblo. Actualmente, apenas se percibe una placa diminuta que dice “carrera comercio”.     Foto: Sulay García.

Casi ningún sanfernandino lo sabe, a pesar de que es la única vía de ingreso a la ciudad capital luego de cruzar el puente María Nieves sobre el río Apure, si proviene de Guárico, Aragua, Carabobo o el Distrito Capital y, además, es el acceso directo al corazón de la ciudad por el Paseo Libertador.

Anarquía

Palmer, también fue conductor de transporte público, remarca que “ese es el gran problema que tenemos en San Fernando, calles y avenidas principales como la Carabobo, España, Caracas, Miranda, Rodríguez Rincones o Muñoz, no están identificadas y los semáforos, casi siempre, están dañados”.

La cultura peatonal y automotor anárquica, es de acuerdo con el extransportista, otro problema derivado de la falta de nomenclatura urbana y la que causa la mayoría de los accidentes de tránsito.

Hace apenas 15 días un hermano tuvo un accidente acá en la redoma del boulevard. ¿Por qué?, por la falta de señalización; un motorizado venía en contravía y en estado de ebriedad, no había ni un funcionario de tránsito en esa vía tan transitada y colisionó con mi hermano que todavía está mal”, relata Palmer.

Anima a que los organismos gubernamentales, empresas privadas y comunidad hacer un esfuerzo mancomunado para paliar este problema que se ve transportista como si nada, pero sí tiene un gran impacto en nuestra ciudad.

Alzheimer

Para el historiador, cuentista y cultor apureño, Hugo Arana Páez, “San Fernando está como un enfermo terminal de Alzheimer, totalmente desorientada y perdida. Está perdiendo su identidad”, lamenta el autor de una serie de ensayos titulados Imagen e Identidad: Esquinas de San Fernando.

Solo los adultos mayores conocen los nombres de las calles y esquinas de la capital apureña, cosa que Arana ve con preocupación y por eso, se dedica a recopilar la historia de estas locaciones para que la conozcan y se la apropien las nuevas generaciones.

Señalización
Sin señalización y en ruinas, así se encuentra la esquina puerto El Guasimito, unión de las calles Urdaneta con Comercio, en pleno centro de San Fernando, a donde arribaban bongos para retirar y arrimar mercancía.   Foto: Sulay García.

Critica la vandalización de monumentos como el descabezamiento del busto del poeta apureño Juan Vicente Torres del Valle, en la plazoleta que lleva su nombre; el desmantelamiento de las placas de identificación y mausoleos del cementerio de Jobalito; la placa de identificación del propio palacio de gobierno, entre otras.

Las calles tampoco tienen rayado y la demarcación y señalética vial son escasas.

“Los nombres de las esquinas surgían espontáneamente, se los ponía el pueblo por diferentes razones válidas para la época y que, hoy, tienen un valor histórico fundamental para promover el arraigo en nuestras generaciones contemporáneas”, sostiene Arana.

La nomenclatura es un conjunto de elementos alfanuméricos que permite la ubicación de un lugar o predio dentro de una ciudad y “además de preservar la memoria colectiva y el amor por lo nuestro, es un importante sistema de referencia para el turismo, catastro, tránsito peatonal y vehicular, cultivar ciudadanía, cultura urbana y evitar la anarquía, recalca el historiador.

Arana espera que las autoridades locales y regionales no tomen su “preocupación por la pérdida de identidad” como una crítica y que, por el contrario, la adopten como una propuesta para “retomar el trabajo de colocarles los nombres a las esquinas y calles de manera oficial, con una placa”, aclara.

Sentido de pertenencia

“La ciudad debe ser considerada como un museo, pero se le ha dado muy poca importancia a la conservación de su patrimonio histórico y acervo cultural, y eso, ha acelerado la pérdida del sentido de pertenencia y, en consecuencia, de identidad, considera el historiador apureño.

Arana conversa con Crónica.Uno en una panadería, allí nota que algunos clientes que entran al establecimiento mencionan algunos lugares como la Redoma Los Caimanes y la plaza Los Yutones y aprovecha la ocasión para hacer algunas aclaratorias.

“No se llama Los Caimanes, sino Fuente de La Abundancia, lo mismo ocurre con el parque Independencia, primero llamado plaza de Los Choferes y, actualmente, conocido como la plaza de Los Yutones por ser, hasta no hace mucho, el terminal de los autobuses Yutong”, explica.

Señalización
Ningún cartel identifica a la esquina La Botica del Llano entre calles Miranda y Comercio, en el centro de San Fernando.  Foto: Sulay García
Esquinas del encuentro

Para el San Fernando del siglo pasado las intercepciones entre las calles longitudinales y transversales, comúnmente conocidas como esquinas, tenían más que un mero valor georeferencial, había familiaridad entre la ciudadanía y los nombres que asignaba a estas locaciones, sostiene Arana.

De acuerdo con el cultor, la historia era la bisagra entre pueblo, calles y esquinas. Recuerda que la calle El Encuentro, una de las pocas del casco central capitalino identificada, gracias al trabajo de grado de unos universitarios, debe su nombre a un duelo entre un indígena y un comandante del policía derivado de un abuso policial en la época gomecista.

“Las esquinas eran puntos de encuentro; antes decíamos: Nos vemos a tal hora en la esquina del cine Royal o de La Gradilla, pero ahora, escasamente se recuerda. En Caracas no es así, cuando tú le dices a un amigo: Nos vemos en la esquina Las Monjas, él se ubica, exactamente, en ese punto de encuentro porque es un sistema de identidad de los caraqueños”, recalca.

Calles y esquinas sin nombre

El casco urbano de San Fernando de Apure tiene ocho vías principales: el paseo libertador que atraviesa la ciudad con un boulevard de norte a sur, las avenidas Caracas, Carabobo y Fuerzas Armadas que interceptan el paso peatonal, las avenidas perimetrales Norte y Sur que rodean la ciudad y la intercomunal San Fernando-Biruaca.

Aunque estas avenidas por ser las más recientes son las más conocidas, solo están identificadas en sus cabeceras por carteles desgastados, carecen de rayado direccional y divisorio, así como de señalética a lo largo de su recorrido e intercepciones.

El paseo Libertador o boulevard colida con al menos 25 calles transversales que constituyen el casco central de la ciudad y estas, salvo una que otra placa con lectura imperceptible por el paso del tiempo o gruesas capas de pintura, carecen de nomenclatura.

80 esquinas

Es por eso que el historiador apureño, nacido en el barrio El Mamón del casco central capitalino, documenta la historia de las esquinas y calles sanfernandinas, desde su egreso de la Universidad Central de Venezuela y, lleva ya, 80 ensayos, cada uno correspondiente a una intercepción, donde narra su historia.

Arana publica sus ensayos en Facebook. “Al menos para dejar registro porque en la universidad me enseñaron que los historiadores somos agentes de cambio social, así que, en un cafecito me entrevisto con alguien que me hecha el cuento, yo apunto en una libreta y encuentro una información muy valiosa”, comenta.

Señalización
El historiador apureño Hugo Arana lleva más de 80 esquinas de San Fernando documentadas para que sirvan de soporte para la nomenclatura urbana.  Foto: Sulay García.

Crónica. Uno acompaña al historiador a recorrer algunas de las esquinas ya documentadas por él. La esquina La Mascota, cruce de la calle 19 de Abril con Queseras Medio, que “debe su nombre a la afición por el beisbol de don Ignacio Rodríguez, quien llamó así a su negocio de mayor de víveres ubicado en esa esquina”, describe.

Señalización
En la esquina La Mascota, cruce entre calles 19 de Abril y Queseras del Medio, había mayorista de víveres del San Fernando antiguo. Hoy no hay señalización y está en ruinas  Foto: Sulay García.

Unos pasos más adelante, la esquina La Salina, unión de la calle El Encuentro con 19 de Abril, llamada así porque “allí estaba el depósito de sacos de sal en grano o terrón, que las amas de casa refinaban en piedras de moler para poder consumir”, prosigue.

En la esquina de La Botica del Llano, intercepción de la calle Miranda con Comercio, los boticarios, cada vez que llegaba un récipe, “bajaban los potes de porcelana blancos que tenían en los estantes y se fajaban a pesar los miligramos específicos que indicaba el médico, y preparaban in situ la medicina personalizada”, narra el historiador.

También la esquina Puerto El Guasimito, en la naciente de las calles Comercio y Urdaneta a donde llegaban las embarcaciones por El Cañito, un brazo del río Apure.

Esto tenía mucha vida, todos los pueblos ribereños se abastecían aquí y traían sus productos del campo para venderlos”, relata Arana.

El historiador se prepara para solicitar un derecho de palabra ante la cámara municipal para exponer que la cédula de identidad de San Fernando, ciudad de la esperanza, capital de parroquia, de municipio, de estado y del llano, se está borrando y urge reimprimirla y laminarla para salvaguardar su identificación”, recalca.


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