Asdrúbal Oliveros dijo que, en cuestión de días, el alza del paralelo nos saldrá caro en términos de precios. Alejandro Grisanti apuntó que Venezuela vive la mayor depresión económica desde 1980.
Caracas. El desabastecimiento de alimentos, medicinas y artículos de higiene obedece al recorte en las importaciones de materia prima y productos terminados, que este año ha sido severo. Al cierre del tercer trimestre las compras externas bajaron 45 %, según las cifras de Ecoanalítica.
La baja oferta de divisas —que se refleja con unas liquidaciones diarias promedio de 10,2 millones de dólares—, y los pagos de deuda han impactado en las adquisiciones de bienes en el exterior y, por ende, en la producción de las industrias.
El economista y director de la firma, Asdrúbal Oliveros, señaló que las importaciones fueron 14,5 millardos de dólares, pero de ese monto, 65 % fueron compras realizadas por el sector público y 35 % por los privados.
Los entes oficiales adquirieron bienes por 9,3 millardos de dólares con lo cual controlan 65 % de las importaciones, que además fueron a la paridad más baja. Mientras, los privados efectuaron compras por 5 millardos de dólares y de esa cantidad, 1,8 millardos de dólares fueron a la tasa de 10 bolívares, 1,7 millardos de dólares a la paridad de 600 bolívares y 1,4 millardos de dólares se financiaron por medio del mercado paralelo.
Oliveros expresó en el foro “Venezuela entre el cambio y más de lo mismo. Escenarios 2017” de Ecoanalítica que los desequilibrios están exacerbados y destacó que el comportamiento del dólar paralelo tiene una correlación con los precios. La firma estima que el tipo de cambio ponderado para los consumidores en noviembre fue 1.024 bolívares, en 2015 estaba de 276,7 bolívares. La paridad para los precios de los alimentos —que son los que tienen mayor peso en la inflación— fue de 835 bolívares, hace un año era 96,7 bolívares.
En el primer semestre, el paralelo no avanzó tanto por las expectativas que había con el sistema del dólar complementario, el recorte de la liquidez, la recesión económica y la disminución del consumo. En esta segunda mitad del año bajaron las expectativas de ajustes en la política cambiaria y se disparó la liquidez. Por ello, el economista dijo que en cuestión de días “el alza del paralelo nos saldrá muy caro en términos de precios”.
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Frente a lo que sucede en ese mercado, el desabastecimiento se acentuará el próximo año. Oliveros apuntó que resulta difícil para los empresarios, que no tienen dólares oficiales, reponer la mercancía, de manera que muchos industriales se inhibirán.
Para los primeros meses del 2017, Ecoanalítica proyecta una devaluación del dólar protegido a 50 bolívares, una disminución de las importaciones de 20 % y un avance en los controles a la distribución, de modo que persistirán la presión inflacionaria y el desabastecimiento.
El panorama es más negro, debido a que pese al descenso en las compras externas y las estrategias que puede plantearse el Gobierno para buscar recursos, el déficit de divisas estará en 11,2 millardos de dólares el año entrante, de acuerdo con los cálculos del economista Alejandro Grisanti.
Comentó que para financiar esa brecha entre ingresos y egresos hay pocos recursos: “El Gobierno está en la lona. Tiene que buscar más financiamientos con China, usar las reservas de oro”.
Grisanti recordó que hace cuatro años el Ejecutivo tenía activos por más de 70 millardos de dólares, pero desde 2012 a 2016 los han estado utilizando para atender sus obligaciones.
El economista aseveró que Venezuela “vive la mayor depresión económica sufrida por cualquier país de América Latina desde 1980”.
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