Falta de saneamiento en caño pone en riesgo a 50 familias del sector Alto Paramaconi en Maturín

Valle Encantado

Aunque las autoridades anunciaron el monitoreo de los 84 caños existentes en Maturín, en el sector Alto de Paramaconi las inspecciones no han llegado. En 2022 un grupo de familias perdió sus enseres por el desborde del drenaje.

Maturín. Daniela Contreras vive con sus tres hijas a pocos metros del caño que atraviesa la comunidad en la que reside, el sector Valle Encantado de Alto Paramani, al oeste de la ciudad de Maturín.

El canal de drenaje está abarrotado de basura y escombros, y teme que se desborde con la llegada de las lluvias.

Contreras forma pate de las más de 50 familias que están en riesgo de vivir una nueva inundación, como sucedió en 2022, cuando el caño de Valle Encantado se desbordó, y se quedaron en la calle, sin sus aparatos electrodomésticos y sin ropa.

Daniela afirma que desde hace varios años, los camiones del aseo urbano dejaron de circular por la zona y los residentes llegan hasta las orillas del caño para lanzar todo tipo de desechos, como si se tratara de un vertedero. La gente pasa por alto los carteles que dicen: “prohibido botar basura”.

“Con estas condiciones del caño y aproximándose las lluvias, solo nos refugiamos en Dios. Cada vez que arrecian los aguaceros mando a mis muchachas a casa de mi mamá, mientras ellas estén refugiadas yo estaré tranquila esperando sacar el charco del rancho”, dijo Contreras.

Con tristeza recuerda que en las últimas inundaciones, se quedó, no solo sin su nevera, sus ingresos económicos mermaron, pues al inudarse su casa, no tuvo oportunidad de poner en alto la nevera, el motor se le quemó y ya no pudo generar ingresos con la venta de helados.

Como madre soltera tengo que buscar el sustento para ayudar a mis hijas que están estudiando. Antes vendía helados de tetas y gelatinas, pero al dañarse la nevera no he querido ni saber cuánto me cuesta repararla o comprar una nueva”, agregó.

Desatención gubernamental

La vivienda de Daniela, asi como las del resto de las familias de Valle Encantado, reflejan los rastros del agua cuando su nivel alcanzó las rodillas de la mujer en 2022.

Valle Encantado
Residentes de la comunidad afirman que desde hace tres años el canal de drenaje se ha convertido en un vertedero improvisado. Foto: Daniel Landaeta

Las paredes de color blanco y verde, conservan las manchas que dejó el caño durante la crecida que arrastraba todo a su paso.

Contreras solo tiene lo necesario en su humilde vivienda: una cama y cocina. Actualmente vende postres para que a sus hijas nunca les falte un plato de comida.

Un día me gustaría que mientras llueva estén aquí el gobernador Ernesto Luna y la alcaldesa Ana Fuentes. Que sientan la angustia de estar asomada a cada rato por la ventana, vigilando la crecida del caño”, contó la ama de casa.

Añadió que: “Es una desesperación total, porque peligran nuestras vidas. De noche no logramos conciliar el sueño para evitar que el agua se meta de repente y arrastre a cualquiera de nuestros familiares”.

Contreras aseguró que ni en campaña electoral la comunidad es visitada por los políticos. En los años que tiene habitando Valle Encantado, nunca ha oído escuchar por parte del consejo comunal o estructuras políticas, propuestas para el embaulamiento o reubicación de las familias.

Sin posibilidades

Anahis Jiménez también es habitante de Valle Encantado. Su historia de sobrevivencia es igual al resto de las familias de la zona.

Ella ya puso bloques y pedazos de piedras dentro de su vivienda para dejar en alto los pocos enseres que le quedan. Contó que desde el pasado desborde, su casa quedó vacía, sin muebles, ni electrodomésticos y camas.

“No he podido recuperar nada, solo tengo una cama porque la recibí como donación de una vecina. He solicitado ayudas al Gobierno a través de la aplicación 1X10 del Buen Gobierno y me indicaron que el caso fue remitido a Gobernación pero no he recibido respuestas”, cuenta.

Jiménez señala que su petición es de línea blanca, para tratar de reponer lo que perdió.

Aquí muchas de nosotras somos madres solteras y resolvemos el día a día vendiendo cigarrillos y dulces, y con los bonos de Sistema Patria compramos lo poquito que se pueda en comida, no podemos soñar en reunir dinero para adquirir una nevera o lavadora nueva”, dijo.

Caño sin monitoreo

Autoridades regionales informaron sobre el monitoreo de los 84 caños existentes en Maturín, priorizando los de mayor riesgo como: La Muralla, La Murallita, Sabatier, 5 de Julio, Sabana Grande, El Nazareno, 4 de Julio, entre otros.

Pese al anuncio que circuló en redes sociales, en la zona de Alto Paramaconi la presencia de funcionarios de Protección Civil o Bomberos ha sido nula.

Segun nota de prensa emitida por Protección Civil Monagas, los funcionarios verificarán el estado ambiental de los caudales, además de detectar si hay maleza y desechos sólidos que puedan provocar tapones en el sistema de drenaje.

“Aquí no hemos visto a nadie de los cuerpos de seguridad, solo personas que llegan a lanzar al caño desde bolsas de basura, hasta animales muertos y piezas de vehículos en malas condiciones”, dijeron los vecinos.


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