Zulianos caminan entre 8 y 10 kilómetros diarios para ir trabajar y comprar comida por falta de transporte

Zulianos caminan

Los trabajadores informales van caminando a diario hasta el centro de Maracaibo por falta de transporte público. Dicen que las pocas unidades que funcionan en la ciudad cobran el triple por pasaje.

Maracaibo. Los zulianos iniciaron la tercera semana de cuarentena caminando. La llegada de la pandemia del COVID-19 a Venezuela provocó que el Gobierno decretara desde el pasado 16 de marzo la cuarentena social. Los zulianos caminan entre ocho y diez kilómetros para poder llegar a sus trabajos y para comprar alimentos debido a la falta de transporte público, que redujo la circulación debido al aislamiento social y a la falta de gasolina.

Aunque cumplir con el confinamiento es obligatorio y la recomendación es quedarse en casa, hay quienes deben salir de sus hogares para buscar alimento o trabajar.

“Estoy aquí desde las cinco de la mañana, esperando que los buses de la alcaldía pasen, pero quieren cobrar 100.000 bolívares de pasaje y eso es impagable. Yo me voy caminando”, soltó Verónica, una vendedora de café del centro de Maracaibo, mientras iniciaba su caminata. La mujer de rasgos indígenas explicó que no puede darse “el lujo” de quedarse en casa sin trabajar, pues de ella dependen sus tres hijos.

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El poco transporte que circula cobra el triple de pasaje. Foto: Mariela Nava

“Yo sé que me tengo que cuidar, pero necesito el dinero para comprar la comida de mis hijos a diario. Por el momento espero no enfermarme”, terminó el diálogo, mientras buscaba un tapaboca hecho con un pañal de su hijo menor que amarró en su rostro como una bandana. Caminaría desde la avenida La Limpia hasta la avenida Libertador en el centro de Maracaibo, una distancia de 5,5 kilómetros.

La situación es más dramática para quienes viven en los barrios. Jesús Urdaneta, un joven de 24 años de edad, comenzó su caminata desde el barrio San Sebastián, ubicado en la parroquia San Isidro, que colinda con el municipio Jesús Enrique Lossada. Iba al centro.

Salí de la casa a las 4:00 de la mañana, me tardé dos horas en llegar a La Curva. Voy al centro a comprar comida. Teníamos días sin salir porque en el barrio todavía se conseguía, pero ya los abastos no tienen nada, así que me toca exponerme. Es necesario porque no podemos pasar hambre, explicó.

“La necesidad tiene cara de perro”, interrumpió Augusto Montero, un jubilado que aseguró que tenía vehículo, pero que, por la falta de gasolina, también tuvo que caminar: “Voy a comprar arroz y mis medicinas, tengo cuatro horas caminando. Estamos mal”.

En un recorrido de Cronica.Uno por las principales avenidas de la ciudad se apreciaron largas colas de ciudadanos en las diferentes paradas de autobuses a la espera de transporte. Mientras que en el centro de Maracaibo y la avenida La Limpia muchos seguían trabajando, sobre todo, el comercio informal: vendedores de café, de ropa usada, de cigarrillos y de comida es lo que ha prevalecido durante la pandemia, que para muchos no es suficiente para quedarse en casa.

“Yo prefiero venirme a pie, porque si me pongo a esperar el bus me dan las 12:00 del día y solo podemos trabajar hasta las 2:00 de la tarde. Todo esto es un sacrificio que nadie se imagina. Yo si no trabajo, no como. Hace dos semanas tengo el carro parado, siempre he vivido del tráfico, pero no hay gasolina, así que me toca vender cigarros y café aquí para aprovechar la gente que hace cola todos los días”. Esta es la opción de Mauro, un chofer de 39 años de edad que aprovecha la cola en una reconocida red de farmacias para vender sus menudencias.

Se reducen los pagos

Para comprar comida es necesario ir a pie hasta los mercados que aún permanecen abiertos en la ciudad. Tal es el caso de El Centro y Los Plataneros en el oeste de la ciudad. La razón es la falta de efectivo. Los bancos están cerrados, por lo que el tráfico de papel moneda también está paralizado.

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La falta de efectivo también contribuye a que los zulianos anden a pie.Foto: Mariela Nava

Hay que buscar donde hay punto de venta, porque sin efectivo no hacemos nada en el barrio, dijo Luisa, una maestra de primaria, mientras compraba 10 plátanos por 80.000 bolívares.

Los vendedores aseguran que en estos días de cuarentena han aumentado las transacciones con dólares y pesos colombianos. “La gente está gastando sus ahorros en comida. Hay mucho miedo, no solo por lo del coronavirus, sino por lo que pueda pasar con el gobierno. Por eso pagan más con dólares”, dijo un vendedor de comida por bulto en el mercado Los Plataneros.

Después del mediodía, Maracaibo queda en total soledad; solo pequeños grupos de gente se ven caminando hasta sus hogares después de la jornada de trabajo. Se calcula que los marabinos caminan entre ocho y diez kilómetros diarios para llegar a sus lugares de trabajo o adquirir alimentos.

Rutas insuficientes

Desde este viernes 20 de marzo, la Alcaldía de Maracaibo inició un plan de traslado con ocho rutas de transporte gratuitas. “Quienes necesiten salir de manera indispensable tendrán a disposición 34 autobuses”, dijo el alcalde Willy Casanova.

Para gozar del servicio no solo se debe cumplir con las normas sanitarias que han indicado las autoridades para evitar la propagación del COVID-19, como el uso obligatorio del tapabocas, sino esperar por varias horas en las paradas, debido a la gran cantidad de gente que se moviliza en la ciudad para cumplir jornadas laborales.

Los horarios son desde las 7:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, sin embargo, las autoridades regionales aclararon que solo son para el uso de trabajadores de la salud y sectores prioritarios y estrictamente para usuarios que requieran comprar alimentos o ir a consultas médicas de emergencia.


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