Casos de labio leporino repuntan por contaminación de metilmercurio que genera la minería en Bolívar

Al menos 40 casos de niños con labio leporino y paladar hendido se registran anualmente en Bolívar, estado con mayor incidencia en esta malformación.

Ciudad Guayana. El estado Bolívar pasó de ser el tercero al primero en mayor incidencia de casos de niños con labio leporino y de paladar hendido. Esta malformación congénita no solo se atribuye a la falta de consumo de ácido fólico durante el embarazo y a la malnutrición, también a la contaminación por metilmercurio y mercurio, a consecuencia de la minería indiscriminada.

De 15 a 20 casos anuales registrados por la fundación Guayana Sonríe, desde 2012 se observó el repunte en nacimientos de niños con labio y paladar hendido. Actualmente hay al menos 62 casos conocidos, de los cuales 30 serán operados los próximos 15 y 16 de agosto.

Las intervenciones se realizarán en fundación Lala por tercer año consecutivo. Participarán al menos 20 médicos especialistas de Caracas y de Ciudad Guayana.

Se trata de una jornada de intervenciones gratuitas que anualmente realiza la fundación, con trayectoria de más de 20 años en la región. Los niños provienen de los estados Amazonas, Delta Amacuro, Monagas, Anzoátegui, Amazonas y, principalmente, Bolívar.

Aproximadamente 40 niños al año nacen con labio leporino y paladar hendido. Tan solo entre junio y julio de este año, la fundación registró ocho nuevos nacimientos con esta malformación congénita.

El metilmercurio en Bolívar

Marianella Fuenmayor, quien junto con Esther Lizzarde conforman parte de la dirección de Guayana Sonríe, destaca que en Bolívar no solo hay mayor incidencia en casos de labio leporino, sino en autismo. Esta condición también se atribuye a la contaminación en la entidad, según estudios empíricos realizados por la fundación.

Explica que el metilmercurio es un neurotóxico producido por la naturaleza. Este ataca el ARN (ácido ribonucleico) de las células y el sistema nervioso central. Al no ser tocado por el hombre no genera efecto dañino, pero cuando se interviene, como en el caso de la minería descontrolada, en represas y hasta en la siembra, genera consecuencias.

El metilmercurio, agregó, se va a las tierras y agua de los ríos, que contaminan a los peces que consume el ser humano. A su vez, las altas temperaturas en Bolívar contribuye a su evaporación e inhalación.

La mayoría de los casos provienen de familias de bajos recursos, lo que explica la falta de consumo de ácido fólico y desnutrición. Asimismo, madres y padres realizaban trabajos en las minas al sur de Bolívar o se dedicaban a la siembra, cuyos conservantes y pesticidas contienen metilmercurio.

Fuenmayor recomienda como medidas preventivas el consumo de ácido fólico, bien sea en pastillas, por vía intravenosa o a través de alimentos como la lechuga, el berro, la espinaca, la acelga, con alto contenido de ácido fólico.

Casos de labio y paladar hendido repuntan por contaminación de metilmercurio en Bolívar
La fundación Guayana Sonríe realiza estas operaciones anualmente. Foto Guayana Sonríe
20 años de trayectoria

Guayana Sonríe realiza anualmente estas operaciones con las contribuciones de empresarios de la zona. Fuenmayor destaca que no manejan cuentas bancarias. Los donadores se encargan de pagar las facturas de los insumos directamente a la compañía que los suministra.

Las intervenciones se realizan sin costo alguno, mientras que en un centro privado implica una inversión de entre 3.000 y 3.500 dólares. 

La fundación también desarrolla programas como Mamá no me Escondas, el cual ofrece terapias grupales para casos de depresión en las madres por el bullying del que son víctimas sus hijos en la comunidad o la escuela. Asimismo tienen el programa Dame Teta, con el cual las educan en cómo alimentarlos.

“El niño con labio y paladar hendido tienen un hueco en la boca que les impide comer bien, entonces las madres se desesperan porque no saben cómo alimentarlos. Les enseñamos que deben sentarse al niño en las piernas y colocarlo frente a ellas con la teta del lado donde no tenga la hendidura”, detalló Fuenmayor.

Otro de los programas que llevan a cabo es Barriguita Llena. Suministran semanalmente una lata de leche a niños con desnutrición. Con ello llevan también un control de peso, que debe estar sellado y firmado por una institución pública. La meta es que el niño aumente 200 gramos de peso cada semana; en caso contrario, se investiga si está recibiendo de forma adecuada el alimento o hay otra condición de salud.

Para Fuenmayor, uno de los programas más importantes que desarrollan es el programa Escuela. En este participan residentes de postgrado en Cirugía Plástica, anestesiólogos del hospital Uyapar en Puerto Ordaz, y odontólogos pasantes de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA). El propósito es formar a las generaciones que continuarán con la labor de Guayana Sonríe.


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