Colectivos amenazan a trabajadores del Clínico Universitario por protestar

HCU

Denis Guedez, delegado del sindical, denunció que desde hace ocho meses los llamados “grupos de choques” se han encargado de intimidar a varios empleados del hospital.

Caracas. Hablar de inseguridad en el Hospital Clínico Universitario (HCU) de la Universidad Central de Venezuela, debe hacerse en voz baja. Ningún trabajador confía en sus compañeros ni emite opiniones, porque supuestamente quienes integran los colectivos también son empelados.

Una de las aseadoras, quien quiso mantener su nombre en resguardo por seguridad, indicó que varios de los integrantes son trabajadores. Hablaba en tono bajo y no perdía de vista a los hombres corpulentos, vestidos de civil, que estaban en la entrada con sus motos, pues según ella “ellos son parte del grupo armado, algunos tienen antecedentes penales. Siempre están vigilando quien entra y quién sale de las instalaciones”.

Varios de los trabajadores del hospital aseguraron que los han visto armados mientras recorren los pasillos, como si fueran los amos y señores. Denis Guedez, delegado del Sindicato de Trabajadores de Hospitales y Clínicas, relató que desde hace ocho meses la situación empeoró con la llegada de la doctora Antonieta Caporales, directora encargada del centro médico.

Comentó que la idea de estos grupos era dar soluciones a la diferentes problemáticas del HCU, pero “las cosas se han salido de control”.

“Se puede ver hasta 30 personas, entre hombres y mujeres, que mantienen en amenaza a los trabajadores. Aparecen cuando comenzamos a protestar y con sus prácticas salvajes quieren tapar la situación en la que se encuentra el hospital, donde no contamos con insumos ni implementos para atender a los pacientes”.

Y es que protestar se ha vuelto de alto riesgo, porque reciben amenaza de estos sujetos. Sin embargo, con el miedo encima lo empleados y hasta pacientes protestan por falta de insumos, como ocurrió este miércoles 6 de abril.

 Denuncias sin respuestas

El temor que reina entre empleados tiene su fundamento, pues son amedrentados por los colectivos. Guedez es ejemplo, ya que en septiembre de 2014 fue agredido entre 20 hombres y le rompieron la nariz, en el piso 1 del hospital.

En agosto de 2015 Mauro Zambrano, vocero gremial del Sindicato de Trabajadores de Hospitales y Clínicas, recibió varias puñaladas, que casi le perforaron el pulmón, según relató Guedez. Añadió que hasta las mujeres han salido perjudicadas, a Julia Lugo, le partieron el tabique.

Y este lunes 4 de abril, Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud), denunció que recibió amenazas de muerte de parte de un presunto delincuente identificado como Yulbarán Castro, quien además labora en el hospital.

A pesar de que cada hecho ha llegado a los entes correspondientes, hasta ahora no han recibido respuestas. “Muchos de los implicados trabajan aquí, los he visto por los pasillos. Incluso a varios los han ascendido, antes eran camilleros, ahora son supervisores. Eso nos lleva a suponer que están bajo el amparo de la Dra. Caporales”.

Más inseguridad

Aparte de lidiar con estos grupos, los trabajadores también pasan las de Caín con el hampa común, pues Denis Guedez, delegado del Sindicato de Trabajadores de Hospitales y Clínicas, indicó que aunque el hospital cuenta con vigilancia es solo es preventiva.

“Solo tienen el uniforme, a la hora de que ocurra algo, no tienen con qué defenderse”, añadió.

Muchos de los pasillos no tienen luz, todo queda en completa oscuridad, aún cuando es de día, lo que se la deja papaya a los malandros que aprovechan de robar celulares y computadoras pórtatiles, tanto a empleados como a pacientes, quienes muchas veces vienen desde el interior del país y duermen a la entrada, dejando su seguridad en las manos de Dios.


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