Comercios pierden mercancía y venden en efectivo tras #MegaApagón en Venezuela

En La Candelaria un médico veterinario vendía velas en 3000 bolívares el viernes 8 de marzo. El hombre contó a Crónica.Uno que en Venezuela ya un título universitario no sirve de nada. A media mañana la caja de ceras de colores seguía casi llena. Pocos eran los que podían llevar algún artículo ante la escasez de efectivo.

Caracas. El jueves 7 de marzo alrededor de las 4:50 de la tarde los comercios se vieron obligados a cerrar en Caracas por una interrupción en el servicio eléctrico. La situación se prolongó por varios días en la capital y en el resto del país. Algunos sectores registraban hasta 79 horas sin luz al momento de publicar este trabajo el lunes 11 de marzo. La escasez de efectivo y el colapso de los puntos electrónicos generaron colas e impotencia en la población.

El viernes 8 de marzo, cuando se contaban unas 17 horas sin energía eléctrica, comerciantes y trabajadores de la avenida Victoria se mantenían a las afueras de los establecimientos a la expectativa de poder abrir. En varias cuadras solo dos negocios de víveres estaban operativos. La transacción se hacía solo en efectivo, debido a que los puntos de venta dejaron de funcionar.

El Farmatodo de Los Símbolos —que se mantuvo abierto por varias horas el 7 de marzo con una planta eléctrica— tras el apagón solo despachaba por la ventanilla que es usada por quienes ingresan en automóvil. El pago debía hacerse solo en papel moneda, a esa hora los servicios de la banca dejaron de estar activos. Una tienda de la misma cadena en La Candelaria no contaba con suministro eléctrico propio, por lo que habilitaron una plan de contingencia y solo vendían en efectivo. Los trabajadores se apostaron en la entrada del local, en algunas sillas, para pasar el tiempo.

En La Candelaria un médico veterinario vendía velas en 3000 bolívares el viernes 8 de marzo. El hombre contó a Crónica.Uno que en Venezuela ya un título universitario no sirve de nada. A media mañana la caja de ceras de colores seguía casi llena. Pocos eran los que podían llevar algún artículo, debido a que desde 2017 la nación experimenta una fuerte escasez de efectivo.

No tengo nada [de efectivo] estoy comprando con lo único que tengo. Tenía como 10.000 bolívares nada más y compré un pedacito de queso y voy a comprar un poquito de mandarina. Es horrible [el apagón] yo no tengo niños chiquitos, pero hay gente que sí o personas con enfermedades y que no tengan luz es demasiado. Yo trabajo en un centro de copiado y no abrimos [8 de marzo] porque las tarjetas no están pasando y la gente no carga suficiente efectivo, expresó una mujer en el centro de Caracas.

Vendedores de cachapa, perros calientes, leche y frutas de La Candelaria, temían perder la mercancía antes de que se cumplieran las 20 horas sin electricidad, así lo manifestaron a Crónica.Uno.

El kilo de queso lo ofertaban en esa zona el 8 de marzo en 10.700 bolívares, mientras que el kilo de tomate, que era uno de los rubros más económicos, en 500 bolívares. Panes, cigarros, chupetas, plátanos y huevos, eran otros de los artículos que se comercializaban.

Vendíamos cachapas, ya no podemos vender cachapas porque no hay luz. Todos los ingredientes se nos pueden dañar. El queso, el jamón, la masa. Estamos solucionando, buscando hielo para que no se pudran las cosas, decía con impotencia un comerciante de la zona, quien prefirió no dar su nombre por temor a represalias.

En la Panadería Victoria Deli el encargado indicó que podía perder las seis neveras con las que cuenta el local, así como los jamones y los panes que aún guardaban las vitrinas. La visita de Crónica.Uno coincidió con la hechura de un cartel en el que escribían “solo efectivo” para colgarlo en la entrada. El lugar estaba oscuro, solo la luz del sol atravesaba una de las ventanas. Al fondo las sillas que sirven a los comensales estaban arrumadas.

En la Panadería Roma, aledaña a la Deli, la realidad era la misma. La dueña reportó máquinas averiadas a causa del apagón:

Las tres neveras se me dañaron. La cava refrigeradora, la nevera de los jugos y la nevera de los dulces, vino el técnico a ver, pero no pudo hacer nada porque se fue la luz nuevamente. Todo lo que estaba en la cava lo perdimos, harina, panes, todo, explica.

Al preguntarle por los dulces que elaboran apuntó con la mirada hacia el mostrador, allí más de cincuenta panecillos estaban a punto de descomponerse. “El primer día fueron 20 horas sin luz y así progresivamente”, dijo.

Por más de 70 horas Venezuela estuvo sin energía eléctrica. Los establecimientos, así como la banca, mantuvieron las santamarías abajo por tres días. En algunas partes aceptaban dólares en efectivo. En Maracay, estado Aragua, el hielo que se conseguía solo podía ser adquirido en moneda estadounidense, de acuerdo con vecinos que declararon a Crónica.Uno.


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