Para el coordinador de la línea de investigación Memoria Educativa Venezolana de la UCV, Luis Bravo, en este momento existe “un ciclo de retroceso depresivo de la inclusión educativa”.

Caracas. Desde la creación de las misiones educativas hay una tendencia a que el Estado se aleje cada vez más de las necesidades del sector educativo. Esta es una de las conclusiones de la línea de investigación Memoria Educativa Venezolana de la Universidad Central de Venezuela, presentada por el coordinador de esta, Luis Bravo. La actividad se realiza desde hace 12 años.

Durante la presentación del informe 2018 del estado de la educación en el país, Bravo destacó que el sistema escolar a partir de 2003 más que crecer se estancó, en 2007 se contrajo y en 2013 entró en una fase de depresión.

Cuestión que choca con la idea de milagro de inclusión educativa y social que se ha impuesto por vías del discurso oficial, desde el arribo de las misiones como estrategia fundamental de inclusión social y educativa, dirigida a la población más vulnerable, se lee en el documento.

Este informe, creado a partir de la información pública oficial, analiza la variable escolaridad para una caracterización del sistema educativo:

Estamos dentro de un ciclo de retroceso, con severos signos de depresión del servicio educativo, o dicho de otro modo: retroceso depresivo de la inclusión educativa a partir del año 2007. Tendencia apreciada por lo que ocurre con los signos más gruesos de la educación y la Población según lo reportan los ministerios del ramo y el Instituto Nacional de Estadística. Ciclo que sigue a uno de expansión sumamente alta, 2004-2006, y otro 1999-2003 de crecimiento alto.

Si se considera la matrícula de los niveles y modalidades del sistema escolar —sin misiones educativas ni educación universitaria— es visible la caída en el registro de escolares. En el caso del sector oficial durante el período 2003-2004 al 2016-2017 hay una caída de 25 %: en el primero se reportó una matrícula de 6,7 millones de personas, mientras que en el segundo fue 5 millones. Esto frente al sostenido aumento de la población.

En el sector privado el descenso se da durante 2015 y 2017. Cuando la matrícula pasó de 2,2 millones a 2 millones, respectivamente. Es decir disminuyó 3,37 %.

Lo señalado en rojo representa la sostenida caída de la matrícula del sector oficial y privado.

En 2007 la población incluida en el sistema educativo —oficial o privado— tuvo una variación de 19,2 % con respecto a 2006, momento en que se contabilizaron 13,9 millones de personas. Es decir, una diferencia de 2,6 millones. Se incrementa la desatención educativa del conjunto social por parte del aparato educativo instalado, estatalmente sustentado, vamos a contracorriente de la idea universal de educación permanente garantizada por el esfuerzo colectivo, destaca el documento.

El Estado decía que tenía 51,6 venezolanos de cada 100 escolarizados y eso bajó a 33. Eso es un terremoto, apuntó Bravo.

Lo que siguió hasta 2016 fue un descenso a 10,5 millones de personas que forman parte del sistema educativo, una cifra menor a la de 2006.

Bravo concluye que se han agudizado las distancias que hay entre lo que es el funcionamiento, la realidad del sistema escolar y lo que dice la Constitución y la venezolanidad, quien aspira de la educación el ascenso social.

Fotos: Carmen Victoria Inojosa


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