Residentes de Ruiz Pineda informaron que guardias dispararon contra los edificios donde gritaban en rechazo a los resultados que posicionaron a Nicolás Maduro como vencedor de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Caracas. Los gritos de los vecinos de Rosa* siguen en su cabeza como un eco. Los residentes de los apartamentos de la UD-7 de Ruiz Pineda, en la parroquia Caricuao, alzaron sus voces en rechazo a los resultados de las elecciones electorales del 28 de julio.
Tras varias horas de tensión e incertidumbre Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), hizo su aparición pública a las 12:10 a. m. del lunes para anunciar que Nicolás Maduro ganó los comicios con 5.150.092 votos y dejó por detrás al candidato de la Plataforma Unitaria Edmundo González Urrutia, con 4.445.948 votos.
“Esos gritos no los voy a olvidar porque eran de frustración, de dolor, de rabia, y la gente comenzó a gritar insultos a los chavistas y Maduro”, dice Rosa.
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Una hora después, la bulla de los vecinos incrementó tanto que era ensordecedora. Consecuentemente un grupo de más de 20 personas trancó la avenida principal de Ruiz Pineda, quemaron basura e invitaron al resto a que se unieran en señal de protesta.
Disparos hacia apartamentos
Rosa contó que efectivos del Plan República que estaban en el Centro Educativo Salmerón Acosta Cruz María se acercaron hasta los manifestantes y un guardia disparó en dirección a uno de los edificios, donde los residentes gritaban en rechazo de los resultados electorales.
Vecinos que hablaron con Crónica.Uno contaron que los gritos y los actos de violencia se extendieron hasta las 4:00 a. m. Según Rosa los funcionarios de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) también dispararon contra los manifestantes.
Leida* escuchó los gritos desde su apartamento y los disparos. Tras el anuncio del CNE sintió que se burlaron de ella y de todos los venezolanos.
“Vivimos horas de terror, de angustia en medio de la impotencia”, dijo.
La joven confesó que quería unirse al grupo de manifestantes para defender los resultados de las elecciones pero recordó los acontecimientos del 2017 en los que venezolanos salieron a las calles y fueron brutalmente reprimidos por las fuerzas de seguridad del Estado.
“Solo pensaba en que me iban a matar y todo seguiría como si nada”.
De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social desde abril hasta julio se registraron 161 personas fallecidas en las protestas de 2017.
El foco de violencia por parte de funcionarios hacia los ciudadanos no solo se registró en Caricuao, también se reportó en Cotiza, aledaño al hospital Vargas, donde funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) dispararon hacia las casas.
Cacerolazo
A partir de las 10:00 a. m. del lunes, 29 de julio, en varios sectores de Caracas los vecinos tocaron cacerolas como forma de protesta. Luego de una mañana de silencio abrumador, los residentes del barrio Santa Ana, en Carapita, tocaron sus ollas por casi una hora.
En sitios como 23 de Enero, bastión del bando oficialista en el oeste de la ciudad, los ciudadanos sonaron sus ollas. A las 12:24 p. m en la UD-2 de Caricuao un grupo de personas se congregaron en la vía pública en rechazo del anuncio del CNE.
Igualmente, vecinos de Petare salieron a los alrededores de la redoma de Petare, muchos con cacerolas como señal del rechazo de la proclamación de Nicolás Maduro como nuevo presidente de Venezuela.
(*) Se modificaron los nombres por medidas de protección de la fuente.
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