El Colegio de Médicos del estado Lara y la organización Médicos Unidos Venezuela están preocupados por la falta de atención e interés de las autoridades regionales en proveer equipos de bioseguridad a los trabajadores del sector salud. Las alarmas se prendieron en el Hospital Central Antonio María Pineda por la gran cantidad de residentes infectados por coronavirus.

Barquisimeto. La muerte de Blas Delascio, médico cirujano y ecosonografista de amplia trayectoria en Lara se conoció este 22 de diciembre. Estaba siendo tratado en una clínica privada de Barquisimeto tras haberse contagiado con el COVID-19, y es otro de los trabajadores del sector salud que ingresa a la lista de pérdidas a causa del coronavirus.

La noticia causó pesar en el gremio médico y en pacientes que afirmaron que era un ser humano especial, humanitario y entregado a su carrera. Con el deceso de Delascio, suman 15 los trabajadores del sector salud larense que han fallecido por esta enfermedad.

La lamentable lista de decesos, la inició el doctor Luis Fernando Ramírez, quien trabajaba en la Policlínica de Carora, municipio Torres, pero por su delicado estado de salud, fue trasladado hasta Barquisimeto, donde falleció el 10 de julio en una clínica privada.

La segunda víctima fue la médico integral comunitario Yorhelis Acosta, quien falleció el 20 de septiembre y laboraba en un CDI ubicado en el municipio Palavecino. Tenía cinco meses de embarazo y días antes de su fallecimiento, perdió a su bebé.

Siguió el 22 de septiembre Mireya de Rodríguez, enfermera que laboraba en el Hospital Dr. Luis Gómez López del IVSS en Barquisimeto. Posteriormente, falleció el 25 de septiembre Enny Peraza, médico que laboraba en el Ambulatorio del Sur y en el Hospital Privado, ambos de Barquisimeto.

El mes de noviembre comenzó con el fallecimiento de Edwuard Castro, quien se desempeñaba como trabajador administrativo de un organismo de salud gubernamental. También el 12 de noviembre se produjo el deceso de Néstor González, médico residenciado en Acarigua, pero fue tratado en Barquisimeto.

El 19 de noviembre, murió el doctor Jairo Hernández, quien laboraba en la Policlínica de Barquisimeto. Días después, el 26 de noviembre falleció el neumonólogo Franklin Camacaro en la Clínica Razetti de Barquisimeto. Se conoció que Camacaro había dicho, en un audio de WhatsApp, que vivir con el COVID-19 era tener la muerte al lado y que había que decirle al mundo que este virus no es un juego.

Finalmente, el 30 de noviembre se produjo en el Hospital Dr. Pastor Oropeza del IVSS la muerte del doctor William Sánchez, quien laboraba en la Clínica Santa Cruz. Sánchez estaba hospitalizado desde finales de octubre, fue el segundo médico que murió en menos de una semana en la capital de Lara, comenzando la flexibilización total anunciada por Nicolás Maduro.

Tras varios días de tratamiento, el 4 de diciembre falleció el doctor Francisco Medina, quien tenía muchos años de experiencia en el Hospital Central Antonio María Pineda. Al día siguiente, el 5 de diciembre murió Charles Uzcátegui, bioanalista que estaba internado en el Hospital Juan Daza Pereyra del IVSS.

El 10 de diciembre falleció Reynaldo Espinoza, obrero de un centro hospitalario. Seis días después murió el técnico radiólogo del Hospital Central Antonio María Pineda, Benigno Montilla. El 19 de diciembre murió su compañero de labores, Mauro Garcés. El Servicio de Radiología del mayor centro hospitalario del estado Lara fue cerrado tras la muerte de su único personal.

De acuerdo con cifras aportadas por el Colegio de Médicos, uno de cada seis residentes del Hospital Antonio María Pineda está contagiado por COVID-19. Dentro del servicio de Cirugía hay 20 médicos aislados. En el servicio de Traumatología, diez especialistas están bajo vigilancia médica, mientras que Medicina Interna tiene a seis enfermos.

En el área de Medicina Crítica hay dos afectados más y el área de Obstetricia tiene confirmadas a cuatro personas. Neurocirugía tiene dos.

El Colegio de Médicos del estado Lara y la organización Médicos Unidos Venezuela están preocupados por la falta de atención e interés de las autoridades regionales en proveer equipos de bioseguridad a los trabajadores del sector salud.

Autoridades gubernamentales no se han pronunciado por ninguno de los últimos decesos de los trabajadores del sector salud, excepto por los dos primeros casos. En total, en la región se totalizan 15 decesos dentro del personal sanitario por la pandemia en lo que va de año.


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