Consecomercio pide suspender el cobro del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras o prorrogar la medida, pues consideran que el no hacer una consulta pública previa, que involucrara al sector, trajo como consecuencia desinformación e incapacidad operativa para ajustarse a las exigencias.

Caracas. La mayoría del sector comercial no ha logrado incorporar a su facturación el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que comenzó a regir el 28 de marzo tras una reforma a la ley. Entre los impedimentos está la falta de recursos para adquirir máquinas fiscales nuevas, la imposibilidad de adecuar los software de las ya existentes o el poco tiempo con el que contó el sector para adaptarse. 

Una encuesta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) revela que 75 % de los establecimientos no ha podido incorporar el impuesto a su facturación, lo que ha derivado en que eviten recibir pagos en divisas y también emitir facturas.

“No están en capacidad de recibir pagos en divisas porque no han logrado adaptar sus sistemas. Las dificultades en gran parte de las empresas es que no pudieron actualizar el software dentro de sus máquinas fiscales, las que tienen no están en capacidad de ser adaptadas”, dijo la presidenta del gremio Tiziana Polesel en una rueda de prensa celebrada este viernes 1° de abril en el hotel Eurobuilding. 

Consecomercio pide suspender el IGTF o prorrogar la medida, pues consideran que el no hacer una consulta pública previa, que involucrara al sector, trajo como consecuencia desinformación e incapacidad operativa para ajustarse a las exigencias. La cámara evitó dar una cifra sobre el tiempo que necesitan para estar al día, pero sugirieron que tres meses habría sido lo aconsejable. 

Polesel explicó que no todas las empresas requieren el mismo tiempo, las pequeñas, por ejemplo, no están en condiciones de pagar entre $600 y $1000 por una máquina fiscal, mientras que en algunas grandes cadenas se puede llegar a necesitar una inversión de hasta $1 millón para adaptar los equipos en todas las sucursales. Las que están en las regiones lidian con fallas eléctricas constantes que también impiden hacer el trabajo.

Pero no solo la inversión es un problema, quienes han tratado de renovar las máquinas fiscales además se han encontrado con que los proveedores no tienen disponibles. Otros también requieren de personal capacitado para que les enseñe a adaptar los software. 

El gremio considera que la situación no solo afecta al comercio, sino también a los consumidores y apuntan que hasta ahora no ha habido una campaña informativa por parte del gobierno que explique cómo será cobrado este tributo. 

Este impuesto no contó con una consulta, si hubiésemos tenido esa posibilidad habríamos recomendado los tiempos en que podíamos adaptarnos. Esas consultas no son caprichos, sirven para aclarar las dudas, dijo Polesel.

Este 31 de marzo el Ministerio de Economía y Finanzas sostuvo un encuentro con cámaras empresariales, la reunión fue denominada “taller”, pero para Consecomercio en realidad se trató de una reunión en la que diferentes funcionarios trataron de justificar el impuesto. 

“Explicaron que las medidas del Ejecutivo apuntan a fortalecer la producción nacional y, por ende, al incremento de la formalidad en la economía. Consideramos que las explicaciones no fueron suficientes, no cubrieron las expectativas y hoy estamos más convencidos de que no coincidimos con sus argumentos”, indica Consecomercio. A juicio de Tiziana Polesel si bien las explicaciones fueron “interesantes” consideran que llegaron a destiempo.

Este 28 de marzo reinó la confusión y la falta de información en gran parte de los comercios. Crónica.Uno pudo constatar que solo una tienda de Farmatodo lo aplicaba, el resto no pudo adecuarse a tiempo.

“Esperábamos que los anuncios de ayer fueran la suspensión o prórroga. Hemos insistido en esto porque no estamos en capacidad de responder a este impuesto, es muy compleja la situación del sector para poder cumplir con esta obligación”, reiteraron.

El 25 de febrero el gobierno hizo oficial la reforma a la ley, la cual establece que las transacciones en divisas y criptomonedas que no tengan intermediación financiera deben pagar una tasa del 3 %. Las empresas que sean designadas por el Seniat como sujetos pasivos especiales (SPE) deben declarar y enterar el tributo desde el 28 de marzo. 

Las principales dudas

Los comercios manifiestan confusión acerca de cómo van a aplicar el IGTF, sobre todo, cuando reciban pagos mixtos como una parte en divisas y otra en bolívares. Otra de las inquietudes, según Polesel, es que hay comercios que dan pequeños créditos a sus clientes, por lo que no les facturan el mismo día que entregan la mercancía. El gremio sostuvo que este tipo de dudas no fueron aclaradas durante el encuentro con el Ministerio de Economía y Finanzas.

Fiscalizaciones a la vuelta

El gremio señaló que ya comenzaron las fiscalizaciones en todo el país para evaluar si los establecimientos están cobrando el impuesto. Como han transcurrido pocos días todavía no hay multas, pero sí se ha dado el levantamiento de actas que pueden acarrear sanciones a los comerciantes.

“No estamos negados a cumplir con el impuesto, pero se debe comprender que el sector no puede responder de manera rápida. Las autoridades dijeron que no serían tan estrictos con las fiscalizaciones, pero a nosotros esto no nos sirve; nosotros queremos cumplir con la ley, no irnos a la informalidad. No es serio ni deseable para nosotros que la respuesta sea: no los vamos a fiscalizar de momento”, apuntó Tiziana Polesel.

Consecomercio advierte que las imposibilidades operativas que ha provocado este impuesto traerá como consecuencia dos problemas: habrá aumento de la informalidad y una baja de las ventas, que venían con una tímida recuperación por el impacto de la pandemia y la contracción económica de los últimos siete años.

Lea también:

Impuesto de 3% a transacciones en divisas debe reflejarse en las facturas a partir del lunes


Participa en la conversación