Tres buques estadounidenses serán enviados al Caribe, cerca de Venezuela para combatir los cárteles del narcotráfico. Una portavoz de la Casa Blanca aseguró que EE. UU. está preparado para “usar todo su poder” con el fin de frenar el “flujo de drogas hacia su país”.
Caracas. Luego de que se conociera del despliegue de tres buques estadounidenses con 4000 soldados en las aguas del Caribe, cerca de Venezuela, bajo el argumento de “combatir a los cárteles del narcotráfico”, los rumores, teorías y debates sobre este hecho no se han hecho esperar.
Entretanto, la defensa de Estados Unidos (EE. UU.) ya recorre aguas del pácifico, además de que la presencia es reforzada con aviones, barcos y lanzamisiles.
A continuación los datos verificados de lo que se sabe hasta la fecha de la inédita operación militar estadounidense:
El argumento
Este martes, 19 de agosto, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo en una rueda de prensa que EE. UU. está preparado para “usar todo su poder” con el fin de frenar el “flujo de drogas hacia su país”.
Ante los cuestionamientos de la prensa sobre el despliegue de los tres buques sentenció que el presidente de EE. UU., Donald Trump, “está preparado” para frenar el narcotráfico y “llevar los responsables ante la Justicia”.
“El régimen de (Nicolás) Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela. Es un cartel del narcotráfico, según la opinión de esta Administración. Maduro no es un presidente legítimo. Es un líder fugitivo de este cartel, acusado en EE.UU. de tráfico de drogas al país”, aseveró Leavitt.
El rechazo
El Gobierno de Venezuela emitió un comunicado en el que condenó las amenazas estadounidenses. Del mismo modo, aseguró que las mismas ponen en riesgo la estabilidad y la paz, no solo del país, sino de toda la región.
“La República Bolivariana de Venezuela observa con total claridad la desesperación de la administración estadounidense, que recurre a amenazas y difamaciones contra nuestro país. Que Washington acuse a Venezuela de narcotráfico revela su falta de credibilidad y el fracaso de sus políticas en la región”,
dijo Caracas en su escrito difundido por la Cancillería.
Venezuela sostuvo que tras la salida de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), en 2005, “Venezuela ha logrado resultados contundentes en la lucha contra el crimen organizado: capturas exitosas, desmantelamiento de redes y control efectivo de fronteras y costas, frutos del esfuerzo y compromiso” de sus instituciones.
Además, remarcó que los intentos “agresivos” de EE.UU. en contra del país demuestran la “incapacidad del imperialismo para doblegar a un pueblo libre y soberano”.
Los buques
De acuerdo con fuentes citadas por el medio estadounidense CNN, el despliegue de EE.UU. en El Caribe incluye medios como un submarino nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, varios destructores y un barco de guerra equipado con misiles.
Una nota de la agencia española de noticias EFE detalla que los tres buques principales desplegados y que ya estarían en el Canal de Panamá son el USS Gravely, USS Jason Dunham y el USS Sampson, cuyas características son detalladas en sitios web como uscarriers.net, navysite.de y shipshub.com.
En cuanto al USS Gravely, se trata de un destructor de misiles guiados Arleigh Burke Flight IIA, con un hangar para helicópteros, capacidad para operaciones antisubmarinas y de reconocimiento aéreo. Tiene entre su armamento misiles Tomahawk, sistemas SM-2, SM-3 y SM-6, cañón Mark 45, y el sistema defensivo Phalanx CIWS.
El USS Jason Dunham cuenta con una propulsión de cuatro turbinas y una tripulación de 370 miembros. De su armamento destacan el cañón Mk 45 5″/62, un CIWS Phalanx 20 mm y su capacidad de misiles antibuque Harpoon y torpedos
El tercero, el USS Sampson (DDG-102) soporta una tripulación de entre 320 y 323 personas y su armamento consta de sensores avanzados, dos lanzadores triples Mk 32 para torpedos Mk 46/50 y misiles SM-2, Tomahawk, ASROC, entre otros.
Las acciones
Ante el despliegue de los buques, el Gobierno de Nicolás Maduro ha previsto algunas acciones de defensa y seguridad.
Este martes se ordenó la suspensión y prohibición de todas las actividades relacionadas con Aeronaves Pilotadas a Distancia (RPA). Esto incluye drones y aeromodelos, en todo el territorio nacional.
La medida, publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.927 del 18 de agosto, estará vigente por 30 días prorrogables, informó el Ministerio para el Transporte, en conjunto con el Ministerio de Justicia.
En la decisión, se prohíbe la compra, venta, fabricación, importación, distribución, instrucción, capacitación, adiestramiento, registro y operación de aeronaves de este tipo, así como de sus partes y componentes.
No obstante, las autoridades venezolanas no vincularon la medida con el despliegue estadounidense, sino que alegaron que se trata de una forma de “responder al deber del Ejecutivo de regular y controlar la navegación en el espacio aéreo venezolano, en cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”, tal como indicó el ministro de Transporte, Ramón Velásquez Araguayán.
Entretanto, Maduro ordenó como respuesta a las amenazas de EE. UU. un despliegue de más de 4000 milicianos, un grupo de la Milicia Bolivariana conformada por unos 5.000.000 de reservistas y que representa uno de los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
“Esta semana voy a activar un plan especial para garantizar la cobertura con más de 4,5 millones de milicianos de todo el territorio nacional, milicias preparadas, activadas y armadas”, dijo Maduro esta semana durante un acto transmitido por la TV, en el que criticó “la renovación de las amenazas extravagantes, estrambóticas y estrafalarias” de EE. UU. contra Venezuela.
Las reacciones
La renovada situación de tensión entre EE. UU. y Venezuela ha generado reacciones en toda América, donde ya varios gobiernos se han pronunciado en rechazo a la “intervención” de Washington en asuntos internos.
Es el caso de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien respaldó la no intervención respecto a los operativos militares que EE. UU. realiza en el mar Caribe.
Asimismo, el primer mandatario de Colombia, Gustavo Petro, insistió en que “los gringos están en la olla pensando que invadiendo Venezuela resuelven el problema” del narcotráfico y que esto arrastraría a Colombia.
“Yo le dije a Trump a través de sus emisarios que eso (invadir Venezuela) es su peor error”, sentenció el presidente colombiano al asegurar que esto podría convertir a Venezuela en “una Siria”.
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