A vísperas de fin de año el centro de Caracas luce congestionado pese a la llegada de ómicron al país

el salario mínimo

Entre la multitud casi nadie llevaba tapabocas. Algunos sí lo hacen, pero no todos cumplen los requerimientos de bioseguridad necesarios para evitar contagios de COVID-19, como que la mascarilla cubra completamente nariz y boca, que siempre esté bien ajustado al rostro y evitar tocarlo con las manos sin lavar previamente con jabón.


Caracas. A pocas horas de fin de año, en los alrededores de los mercados de La Hoyada y Cruz Verde, en el centro de Caracas, transitan tantas personas que el paso se hace lento. Todos caminan por los reducidos espacios, que en las aceras dejan para los peatones, la infinita cantidad de tarantines ambulantes. En los puestos informales los vendedores ofrecen ropa, ropa interior, zapatos, juguetes, adornos, comida, sombreros y demás mercancía.

Foto: Luis Morillo

Entre la multitud casi nadie lleva tapabocas. Algunos sí lo hacen, pero no todos cumplen los requerimientos de bioseguridad necesarios para evitar contagios por COVID-19, como que la mascarilla cubra completamente nariz y boca, que siempre esté bien ajustado al rostro y evitar tocarlo con las manos sin lavar previamente con jabón.

Ventas tradicionales de fin de año

Todas estas aglomeraciones en el municipio Libertador ocurren justo con la llegada al Venezuela de la variante ómicron del SARS-CoV-2. Ya desde inicios de diciembre, varias zonas del centro y del municipio Libertador lucían congestionadas por transeúntes. Hay que recordar que las festividades decembrinas coincidieron con la flexibilización total, a partir del 1° de diciembre, de las medidas restrictivas de movilidad y económicas impuestas por el gobierno para evitar el contagio por COVID-19.

Foto: Luis Morillo

Hasta el momento nueve casos han sido confirmados por el mandatario Nicolás Maduro. Ómicron es una variante de preocupación, catalogada así por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido su gran cantidad de mutaciones, las cuales indican que el riesgo de infectarse o reinfectarse por esta mutación es mayor que con las anteriores, según datos preliminares.

Foto: Luis Morillo

Se recuerda a la población que, para reducir el riesgo de contraer la COVID-19, debe aplicar medidas sociales y de salud pública de eficacia demostrada, como el uso de una mascarilla bien ajustada, la higiene de las manos, el distanciamiento físico, la buena ventilación de los espacios interiores, la evitación de los espacios concurridos y la vacunación, son parte de las indicaciones de la OMS para evitar contagios.

El llamado es a que en estas fiestas decembrinas no olvidemos cuidarnos, no olvidemos usar el tapabocas, evitar las conglomeraciones, fueron palabras de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, luego de la confirmación de los primeros casos de la variante ómicron en el país. Sin embargo, en la vía pública no se mantiene el distanciamiento físico necesario. En estos últimos días de diciembre se han vuelto comunes las grandes aglomeraciones de personas en las calles.

Foto: Luis Morillo
Riesgo latente

Omar Aquino, mototaxista con 20 años trabajando en una línea ubicada frente al mercado Cruz Verde, dijo no recordar un diciembre de años anteriores en que los alrededores del mercado no hayan estado abarrotados de gente. Aunque, al mismo tiempo, admitió que este año es mayor la cantidad de trabajadores informales que tomaron dichos espacios.

“Es que tenemos un gobierno tan bueno, que cada vez hay menos trabajo y menos empresas”, comentó Aquino respecto a la cantidad de buhoneros en el centro de la ciudad capital.

En medio del mercado improvisado sobresalen los vendedores de ropa interior, quienes, con motivo del fin de año, agregaron a la mercancía las clásicas prendas amarillas, tanto para hombres como para mujeres. La pieza es de las más usadas en América Latina los 31 de diciembre. Es para atraer la abundancia, el éxito, el amor, dijo Camila Machado, encargada de un puesto itinerante frente al mercado de Santa Rosalía, sobre el uso de la ropa interior amarilla, la cual oferta en dos por un dólar durante este 30 de diciembre.

Foto: Luis Morillo

Al mediodía de este jueves, 30 de diciembre, era poca la mercancía amarilla que quedaba disponible en el puesto de Machado, en donde solo estaban aceptando pago móvil y efectivo como métodos de pago. Estamos aquí desde las 8:00 a. m., y mañana 31 también vamos a trabajar, agregó Machado.

Ventas tradicionales de fin de año

En el bulevar de Sabana Grande no era muy diferente la cantidad de gente transitando o trabajando como comerciante informal previo a la festividad de fin de año, por lo que muchos aprovecharon para vender las tradicionales uvas para el momento de las doce campanadas. Starling Batista, encargado de una venta de frutas en pleno bulevar, comentó que para este año solo compraron aproximadamente 60 % de la cantidad de uvas que solían adquirir en años anteriores para la venta antes de fin de año.

Foto: Luis Morillo

Para mediodía ya Batista había vendido al menos cinco kilos de uvas. Cada kilo por 10 dólares, o lo que es equivalente a 47,3 bolívares, según la tasa más reciente del dólar. Keila Sanabria este año prefirió no comprar uvas, y solo se acercó a uno de los puestos de frutas en Sabana Grande a comprar manzanas, las cuales se consiguen en tres o dos por un dólar, y mandarinas, a precio de un kilo por un dólar.

“Somos muchos en casa como para comprar uvas, así que este año están descartadas. Anteriormente si las comprabamos, pero ya no son una opción por los precios”, añadió Batista.

Foto: Luis Morillo

Otra compra peculiar de fin de año es la de los globos de los deseos. Este jueves había vendedores de estas lámparas de papel por todo el bulevar de Sabana Grande. Ana Farías era una de ellas. Farías decidió comprar un paquete entero para venderlos y así juntar el dinero suficiente para pasar el fin de año junto a su mamá en Puerto Cabello, estado Carabobo.

“No tenía plata y me puse a vender globos. Espero mañana tener el dinero suficiente para irme”, comentó Farías, quien el resto del año vende tapabocas en el bulevar.


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