La pandemia también dejó sin esparcimiento a los adultos mayores de Ciudad Guayana

Fundación Armonía

La Fundación Armonía, en Ciudad Guayana, se creó para la atención de los adultos mayores. Antes de comenzar la pandemia en 2020, esta era su segunda casa. Allí disfrutaban de talleres, bailes, corales, entre otras actividades de esparcimiento que llevan dos años inactivas.

Ciudad Guayana. La progresiva reactivación de actividades desde el confinamiento en marzo de 2020 por la pandemia de COVID-19, mantiene de lado a los adultos mayores. Al menos así lo perciben quienes antes de la cuarentena acudían unas tres veces por semana a la Fundación Armonía, en Ciudad Guayana, creada precisamente para la atención del adulto mayor.

La Fundación Armonía se creó en el último período del exgobernador Francisco Rangel Gómez. Ofrecían actividades recreativas, así como atención médico asistencial para el adulto mayor.

Con la cuarentena, este espacio lo utilizaron como centro de aislamiento para casos sospechosos de COVID-19 y aquellos que llegaran a Bolívar proveniente de otros estados. Posteriormente pasó a ser uno de los centros de vacunación anti-covid cuando comenzaron con las inmunizaciones a menores de edad.

Hoy los adultos mayores piden que los tomen en cuenta y reabran la que consideran su segunda casa, la Fundación Armonía.

Parece que la nueva administración que llegó con el gobernador Ángel Marcano, llegó con otra política con intención de cerrar la fundación para nuestras actividades. Lo están destinando para otros fines para los cuales no fue creada la Fundación Armonía”, denunció Solón Bolívar, quien hacía vida en esta institución.

Lo que más añoran es tener ese encuentro entre ellos y el poder aprender y compartir en los espacios de la Fundación Armonía. Alegaron que el encerramiento que trajo la pandemia, llevó a varios de sus compañeros a la depresión. Incluso, comentaron de un caso de suicidio.

El encerramiento enferma, eso crea depresión. A uno de los señores lo metieron en una casa de cuidados que hay en Los Olivos. Hubo un señor, un profesor, que se suicidó. Sí nos causa daño, uno tiene sentimientos”, intervino Néstor Viloria.

Lo que quieren recuperar

Las actividades en la Fundación Armonía iban desde clases de taichí, yoga, baile, coral, taller de peluquería y hasta computación. En la parte de salud tenían rehabilitación y consultas. Comentaron que lo que no llegó a funcionar fue la sala de odontología.

“En la sala de rehabilitación iba todas las tardes la gente que tenía problemas de movilidad. También había una sala de computación, donde nos daban clases de computación a los abuelos. Nos ayudaban a acostumbrarnos a ese sistema y mantenernos saludables. Había una parte que prestaba un mini invernadero. Un grupo de abuelos nos dedicábamos a aprender a sembrar plantas condimentales, como orégano, romero. Todos los años cerrábamos con una feria, donde esas matas se repartían entre los abuelos. Una vez repartimos más de 300 matas que sembramos”, recordó con añoranza Viloria.

Para Gilda Chacón, la Fundación Armonía la rescató de un ACV que sufrió. Desde entonces estuvo tres años asistiendo a esta institución.

Para mí es mi segunda casa. La Fundación Armonía me rescató de un ACV. Yo venía muy mal con la tensión, demasiado estresada, y esos tres días que pasaba en la fundación, para mí era un bálsamo. Allí hacíamos cursos, nos daban talleres, bailábamos, cantábamos, hasta curso de peluquería estábamos haciendo cuando llegó la cuarentena”, afirmó.

También comentaron que se llegó a crear una matriz de opinión de que quienes asistían allí eran económicamente pudientes. Pero la realidad es que asistían personas de todas las comunidades, muchos jubilados de las empresas básicas y fundadores de Ciudad Guayana. Incluso había rutas de autobuses en San Félix y Puerto Ordaz que hacían parada en la fundación.

No perder más

“No podemos echar por la borda una cosa que está bien hecha. Debemos tener sentido de pertenencia y recuperar eso. Hemos perdido cosas como las universidades destruidas, debemos ser ejemplo y no permitir que eso también se destruya. Ellos podrán tener buenas intenciones, pero no sé lo que está pasando”, agregó Rota Ribera.

“Queremos la apertura de la fundación. Allí teníamos vida y no podemos permitir que se nos destruya algo que fue hecho para nosotros. Al gobernador Marcano le pedimos que se apiade de nosotros los abuelos. Queremos hablar con él si es necesario. Queremos que nos atienda. Esa es nuestra segunda casa”, reiteró Débora Barreto.

Durante la campaña electoral de Marcano para la Gobernación de Bolívar, reapareció públicamente Rangel Gómez. Eso creó expectativa entre los adultos mayores que asistían a la Fundación Armonía, con la esperanza de que se reabriera para las actividades para las que fue creada.

Hasta ahora, tanto la Fundación Armonía como Mundo Sonrisas (creada para la atención infantil), están como centros de vacunación contra la COVID-19. Además, en el caso de Mundo Sonrisas, que fue la “tacita de plata” de la ex primera dama Nidia Escobar de Rangel, sus espacios no son ni la sombra de lo que fue desde que asumió su sucesor Justo Noguera entre 2017-2021.


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