Acción Solidaria revela que personas con enfermedades crónicas viven en una encrucijada: comida o medicinas

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El estudio de Acción Solidaria indica que 75 % de las personas consultadas no cuenta con seguro médico privado, pese a que la mayoría dice padecer condiciones de salud como hipertensión, VIH y diabetes. Además, 9 de cada 10 dice que utiliza la mayoría de sus ingresos para los gastos de alimentación y relegan los gastos de salud.

Caracas. Venezuela sufrió en los últimos siete años una de las mayores contracciones económicas recientes, los ingresos de la población se vieron impactados por una prolongada hiperinflación, mientras que el deterioro de la situación política escaló hasta llevar al país a una crisis humanitaria. 

Hoy a pesar de que la economía experimenta un rebote desde finales del año pasado la mayoría de la población sigue en pobreza por ingresos, lo que le hace dependiente de los servicios sociales de ONG o del Estado. 

Un reciente informe de la asociación civil Acción Solidaria titulado “La encrucijada de la salud: entre comida o medicamentos” aplicado 399 personas beneficiarias del Centro de Servicios Comunitarios (CSC) de esa ONG revela que la mayoría vive con escasos recursos económicos para afrontar la alimentación o gastos de salud, en especial, porque se trata de personas mayores o que padecen enfermedades crónicas. 

Entre el grupo de personas que acuden a los servicios de Acción Solidaria hay mujeres, personas de la tercera edad y personas con VIH, la organización señala que estos tres grupos “tienen vulnerabilidades particulares como consecuencia de su género, su edad y su condición crónica de salud”.  

La encuesta revela que 9 de cada 10 personas utilizan la mayoría de sus ingresos para los gastos de alimentación y relegan necesidades relacionadas a la salud como seguro médico, atención especializada o tratamientos.  

El salario mínimo en Venezuela (Bs. 130) es de apenas 24 dólares, calculados a la tasa oficial de este viernes 17 de junio, a pesar de que en los últimos años aumenta la inclinación a trabajar por cuenta propia o que las empresas privadas remuneran mejor ($80-$100) los salarios siguen como los más bajos de la región, lo que hace cuesta arriba soportar gastos de bienes y servicios, sin mencionar que la nación sigue con una de las tasas de inflación más altas del mundo.

El estudio indica que 75 % de las personas consultadas no cuenta con seguro médico privado, pese a que la mayoría dice padecer condiciones de salud como hipertensión, VIH y diabetes. “De estas personas, al menos un tercio no ha tenido acceso a tratamiento médico en los últimos seis meses”, advierte la ONG.

61 % de los encuestadas valoró como insuficientes su ingresos. Solo 38 % cuenta con trabajo formal; 24 % no tiene trabajo y 19 % ejerce de forma independiente o informal. Cerca del 70 % depende de pensiones o jubilaciones y de bonos del Estado. Por ejemplo, adquirir una póliza de salud para una persona de 30 a 39 años puede costar $888 en un seguro privado. 

Personas con VIH 

Entre los grupos en mayor situación de vulnerabilidad identificados dentro del estudio están las personas que viven con VIH. 84 % de estas personas se identificaron como hombres, 87 % tiene una vida sexual activa y 52 % no tenía información acerca de salud sexual y reproductiva cuando inició su actividad sexual. 

84 % indicó que utiliza métodos de barrera (condones internos o externos) como protección durante el sexo y dentro del 16 % restante, 7 de cada 10 no lo hace porque no quiere. Sobre su situación socio económica, solo 58 % cuenta con un trabajo formal. 

8 de cada 10 personas con VIH califica sus ingresos entre mediano y muy insuficientes, 9 de cada 10 destina sus ingresos a la alimentación y 61 % tiene personas a su cargo.

Mujeres en desigualdad

De las personas entrevistadas, 226 (57 %) se identificaron como mujeres y de este grupo, 56 % son mayores de 55 años, lo que significa, frente a las leyes venezolanas, que forman parte de la población de la tercera edad.

El informe arrojó varios datos que demuestran la desigualdad frente a hombres: 89 % culminó estudios de secundaria frente al 93 % de hombres; 6 de cada 10 mujeres forma parte de la fuerza laboral informal mientras que solo 4 de cada 10 hombres están en igual condición; por cada hombre que dijo tener un ingreso muy insuficiente, hay dos mujeres y los hombres valoraron sus ingresos como suficientes 3 veces más que las mujeres.

De todas las personas que aseguraron no contar con un seguro médico debido al alto costo de las primas, 62 % son mujeres, siendo el alto costo la razón fundamental para no tenerlo.

Personas de la tercera edad 

En esta población (175 personas), se encontró el 72 % de las personas de se identifica como mujeres, mientras que el 28 % restante lo hace como hombres. Un tercio no recibe pensión o jubilación del Instituto Venezolano de Seguros Sociales y 59 % calificó sus ingresos como insuficientes. Además, 80 % no cuenta con seguro médico y 42 % tiene dependientes. 

82 % de estas personas indicó que la mayor parte de sus ingresos los dirige a cubrir los gastos de alimentación, 13 % a medicinas y el 5 % restante entre gastos de vivienda, servicios básicos y otros. 

Sobre el acceso a medicinas, se muestra que las personas de la tercera edad tienen dependencia del sistema sanitario público y de las ONG: 150 respondieron que obtenían sus medicinas de organizaciones sin fines de lucro como Acción Solidaria; 92, sistema público de salud; 73, en farmacias o centros de salud privado de forma particular; 5, de farmacias o centros de salud privado a través del seguro médico; 3, de familiares o personas del exterior y 2 respondieron otras opciones. 


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