Vecinos del barrio de Santa Ana, en Carapita, parroquia Antímano, denuncian que el árbol es un peligro para el preescolar Raimundo Andueza Palacios y las viviendas aledañas. Temen que si cae afecte las fachadas de las casas o se derribe el tendido eléctrico. Desde hace cuatro años los afectados han pedido ayuda a los bomberos, a Protección Civil y Corpoelec.
Caracas. Desde hace más de cuatro años un árbol que está dentro del preescolar Raimundo Andueza Palacios, en el sector Santa Ana de Carapita, parroquia Antímano, comenzó a secarse y a inclinarse hasta salir a la calle. Ahora lo sostiene una pared del plantel, un cerco de alambres, cables y guayas eléctricas de alta tensión.
Los vecinos y trabajadores del preescolar alegan que han denunciado la situación al gobierno de Nicolás Maduro, pero no han obtenido respuestas. Los afectados han acudido a los bomberos, a Corpoelec y a Protección Civil, sin que hasta la fecha sea solventado el problema.
“Es un peligro grande, tanto como para la institución como para la comunidad. Solamente dios sabe qué puede pasar con esto”, expresó preocupado Reinald La Cruz, vocero del consejo comunal y trabajador del preescolar Raimundo Andueza Palacios.
Para algunos habitantes de Santa Ana y obreros de la institución, el mayor riesgo que se corre es que el árbol pueda tumbar la pared y caer sobre alguien que pase por la calle que está frente al preescolar, que es muy concurrida especialmente por niños.
Los niños no encuentran otro lugar para jugar que debajo del árbol. Se la pasan corriendo y se reúnen ahí. Eso me da mucho miedo”, dijo exaltada Alida de Ramones, vecina de la zona.
Alida es una de las vecinas a la que más le afecta esta situación. Desde su balcón da la sensación de que el árbol va a caerse hacia su vivienda en cualquier momento. Lo que podría ocasionar daños a la infraestructura.
“Estoy muy nerviosa, porque el día que se caiga el árbol va a tumbar todos los cables, las guayas y nos va a tumbar el balcón a mí y a mi cuñada que vive en la casa de abajo. Cada vez que llueve ese árbol se estremece”, añadió, mientras pasaba una mano por su frente.
El árbol frondoso
Ese no es el único árbol que preocupa a los vecinos. El preescolar tiene un segundo árbol, mucho más grande y robusto. Sus ramas son extensas y en ocasiones rozan con los cables de alta tensión. Sus raíces también comenzaron a levantar la calle.
“En la noche cuando llueve, o hace mucha brisa, estoy muy asustada. Cuando las ramas y hojas del árbol chocan con las guayas de alta tensión, producen chispas y se encienden algunas hojas”, contó Xiomara Rebollero, otra vecina afectada.
Este segundo árbol es bastante frondoso y en ocasiones los vecinos pagan a terceros para que poden un poco las ramas, que reposan sobre los techos de sus casas.
Las lluvias que han caído en Caracas esta semana han generado alarma en los residentes. Temen que el árbol seco termine de desplomarse y que deje sin electricidad, o líneas telefónicas, a algunas casas.
Basurero cerca de preescolar
Otra denuncia que hacen los vecinos del sector Santa Ana, de Carapita, es relacionado con un basurero que se está acumuló en un terreno a escasos metros del preescolar. Los denunciantes cuentan que el gobierno de Maduro pretendía construir una extensión del preescolar Raimundo Andueza Palacios en ese espacio.
Según Xiomara, el gobierno contrató la mano de obra para preparar el lugar y lo cercaron, pero ese trabajo se detuvo. Otros vecinos agregan que desde hace seis años que no se hacen trabajos en ese espacio y por estar vacío las personas en situación de calle lo invadieron y la gente comenzó a tirar basura.
A raíz de la lluvia el terreno empezó a socavarse. Como consecuencia, parte de la escalera, que está a un costado del terreno, se ha derrumbado.
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