El Ministerio de Educación ordenó la entrega de títulos a más de 393.000 jóvenes por Secretaría. Pidió a las instituciones elaborar un plan de atención con bloques de horarios para evitar las aglomeraciones. El 30 y el 31 de julio fueron las fechas para la entrega de títulos, los estudiantes debieron vestir guantes y tapabocas.

Caracas. Aranza ve a Ezequiel y corre a abrazarlo. Por primera vez, desde hace cuatro meses, están de vuelta en la Unidad Educativa Colegio Alianza, en la parroquia La Vega. Visten jeans, franelas, zapatos deportivos, guantes y tapabocas. “Lo logramos”, dice Aranza antes de alcanzarlo con los brazos. Detrás de ella gritan: “Epa, el distanciamiento”. 

Las manos de Aranza se recogen y solo consigue mostrar el título a Ezequiel. Hace un momento ella llegó con su mamá, Fanny Pérez, para hacer su último trámite académico: retirar el título de bachiller. Ambas llevan puesto el tapabocas; la gratitud y la emoción se concentran en los ojos. 

Pérez toma el sobre con el título, mientras Aranza se sienta para firmar el libro de actas. Su mamá quiere verla, se apura. Los guantes la retrasan, no le permiten desbloquear la pantalla del celular para tomar la foto. 

Aranza ya firmó. Lee de nuevo su nombre en el papel y mira a su alrededor: frente a ella Pérez la apunta con el celular; a la derecha, la Virgen del Coromoto pareciera mirarla; a la izquierda, están la bandera de Venezuela y la insignia de Fe y Alegría; detrás, se lee “Promoción XIV”. “Simula que firmas otra vez”, le dice Pérez. Y sale la foto. 

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Foto: Luis Morillo

Faltan abuelos, tíos, amigos. Faltan los 39 bachilleres, juntos. La COVID-19 los distanció físicamente. El 13 de marzo se suspendieron las clases y los actos de grado, por la llegada del virus al país. El Ministerio de Educación ordenó la entrega de títulos a más de 393.000 jóvenes por Secretaría. Pidió a las instituciones elaborar un plan de atención con bloques de horarios para evitar las aglomeraciones. Por WhatsApp, jefes de zona educativa reiteraban las normas a los directivos. El 30 y el 31 de julio fueron las fechas designadas para la entrega de títulos, los estudiantes vistieron guantes y tapabocas en vez de toga y birrete. 

Venezuela ya registra 17.860 casos de COVID-19 y 158 fallecidos. Aunque los estudiantes esperaban poder hacer el acto en septiembre, el 9 de julio el gobierno de Nicolás Maduro anunció que el nuevo año escolar arrancará ese mes a distancia.

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Foto: Luis Morillo

En el colegio Alianza la Secretaría es un vidrio con una pequeña ventana para la atender a los papás. La directora del plantel, Escarle Castellano, quiso acondicionar un espacio para recibir, uno a uno, a sus bachilleres. El día antes, limpiaron el pasillo, sacaron una mesa y la vistieron con un mantel dorado y pusieron flores artificiales: “La idea era que no fuese tan sombrío, triste, porque graduarse es una ilusión. A pesar de todo han sido resilientes”. 

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Foto: Luis Morillo

Aranza cree que si las cosas sucedieron así, hay que acoplarse. Ezequiel, en cambio, por un momento imaginó que se quedaría sin su título tras el confinamiento. “No es motivante que no tengas a las personas que quieres aquí”, dice. Su papá, Leonel Durán, está feliz de verlo graduado: “Pero también siento algo de tristeza por no festejar, por no verlo que se vistiera con toga y birrete”. 

Michael Cuello, de 17 años de edad, dice no sentirse tan feliz, le hubiese gustado estar acompañado de sus familiares y amigos. Recuerda que su promoción ya había pagado una sala en la Universidad Central de Venezuela para hacer el acto de grado. También apartaron una iglesia para la misa. “Más bien demasiado bien lo han tomado”, cree Castellano. Querían una caravana y rayarse la chemise. 

Aunque no hay saludo protocolar ni un acto oficial, Castellano no deja de desear el “mayor de los éxitos” a cada estudiante. Es un discurso que repite cada 10 minutos, cuando tiene a un bachiller enfrente. 

—¿Me puedo quitar el tapabocas para la foto?, pregunta un estudiante. Le dicen que no. 

—Bueno, bájatelo un poco para que se te vean los ojos, dice una mamá. 

“Estas promociones quedarán para la historia”, afirma Castellano.

Foto: Luis Morillo

Fotos: Luis Morillo


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