Con más de 100 años, la Casa Steinvorth, otrora centro de las transacciones cafetaleras del Táchira y declarada en 1999 como Patrimonio Cultural del estado, urge de restauración profunda, ya que su colapso es inminente. Pese a servir como sede del ministerio de la cultura en la entidad, los recursos para su mantenimiento no llegan.
San Cristóbal. El acervo cultural del estado Táchira va en franco deterioro cada día más. La Casa Steinvorth, ubicada justo detrás de la Plaza Bolívar de San Cristóbal, es el fiel reflejo de lo que ocurre con el patrimonio histórico.
Tras haber sido remodelada y recuperada durante el gobierno de Ronald Blanco La Cruz, la que en otrora fue la sede de las transacciones cafetaleras en el estado Táchira, se cae a pedazos y ningún ente gubernamental hace algo por rescatarla.
Hace menos de un mes, una de las paredes laterales de la Casa Steinvorth se cayó a causa de un problema con los drenajes.
La casa, fabricada con materiales de la época de 1880, en 1999 fue declarada Patrimonio Cultural del estado y en 2004 fue sometida a un proceso de restauración.
Daños de vieja data
Tras el proceso de reparaciones ejecutado en 2004, problemas de humedad, plagas, así como la falta de mantenimiento de la vetusta casona, causaron que poco a poco la Casa Steinvorth se deteriorara al punto de comenzar a colapsar.
Hace menos de un año, funcionarios de Protección Civil Táchira, estuvieron en esta edificación para verificar la situación, ya que hay espacios en los que la madera ha sido dañada por las termitas.
Aún esperan
A pesar de que en septiembre el ministro de cultura, Ernesto Villegas, informó que se emprendería la reparación de las áreas afectadas, hasta la fecha, la situación permanece igual, pues si bien urge reparar la pared, otras áreas de la casona también deben ser atendidas y los recursos no llegan.
La estructura, hecha de bahareque y madera, requiere ser atendida con prontitud, en su interior la humedad es evidente, así como los daños en pisos y balcones, los cuales, aunque recibieron un cariñito bajo el programa Venezuela Bella, no fueron suficientes para sanar las profundas heridas de esta casa construida por alemanes, durante el florecimiento de la producción de café y cacao del estado Táchira.
La segunda planta de la Casa Steinvorth es de madera y la misma suena con cada paso que dan quienes allí trabajan, rogando que los comejenes no hayan afectado esta parte del edificio, tal y como han hecho con otras áreas, en las que ya hasta se ven las colonias de estos insectos.
La delincuencia toca la puerta
A pesar de ser la sede del Ministerio de la Cultura en la entidad y un espacio de expresiones culturales y artísticas, la Casa Steinvorth no cuenta con vigilancia, por lo que ladrones que hacen vida en el centro de la ciudad, han violentado la modesta puerta de madera para entrar y robarse computadores, cámaras y demás objetos de valor.
Esto, aunque fue denunciado en reiteradas oportunidades, no ha cambiado en nada.
Quienes hacen vida allí, como trabajadores, esperan que las autoridades realmente hagan algo por esta edificación histórica, pues de no ser verdaderamente atendida, los paños de agua tibia no la salvarán de una demolición, o peor, de un colapso de la estructura.
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