A juicio del presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor José Luis Azuaje, la realidad de Venezuela es “insostenible”. Las estadísticas sobre el aumento de la pobreza por falta de acceso al trabajo, la necesidad de una remuneración digna y la privación alimentaria que sufren los venezolanos son algunas de las inquietudes que mantiene la Iglesia Católica este nuevo año 2020.
Caracas. Monseñor José Luis Azuaje Ayala, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), consideró que el mensaje enviado por los diputados que, “violentando toda normativa de la Asamblea Nacional se hicieron designar como directiva”, pone en evidencia que hoy en día “todo se dirige a cubrir espacios y no generar procesos”.
La alusión hace referencia a los parlamentarios Luis Parra, Franklin Duarte y José Noriega, disidentes de partidos opositores que no cumplieron con las normas para la designación de la directiva del Parlamento el pasado domingo 5 de enero.
Por motivos de salud el también arzobispo de Maracaibo no pudo estar presente en la apertura de la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria de la CEV, que se realizó este martes 7 de enero. Pero a través de una comunicación escrita, no perdió la oportunidad de reiterar que Venezuela “clama a gritos” un cambio de rumbo en el que todos los entes públicos acaten la Constitución. Monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal, leyó ante los medios el documento enviado por el presidente de la CEV.
Debemos estar conscientes de que lo que está detrás de todo es el poder, en su concepción y puesta en práctica. Hoy, el poder como dominio gana terreno a la verdad”, escribió Azuaje.
A juicio de monseñor Azuaje, la realidad de Venezuela es “insostenible”. Las estadísticas sobre el aumento de la pobreza por falta de acceso al trabajo, la necesidad de una remuneración digna, la privación alimentaria que sufren los venezolanos y la ausencia de familiares que buscan mejores oportunidades en otras naciones son algunas de las inquietudes que mantiene la Iglesia Católica para este 2020.
La frase “una gran oscuridad cubre el país”, fue recordada por Azuaje de un comunicado del Episcopado venezolano en el año 2017, y que para él se mantiene vigente. Sin embargo, reiteró el compromiso de la institución para ser “puentes de cambio” en consonancia con sus responsabilidades pastorales. “A grandes males, grandes remedios”, aseguró el arzobispo.
En nombre de la CEV, Azuaje reafirmó el compromiso de los miembros de la Iglesia Católica hacia el despertar de la esperanza y la acción. Además, destacó la necesidad de aprovechar la realidad histórica de Venezuela para construir el bien común y la paz.
Es el reto venezolano de este año y no queda más alternativa que ponernos de pie y triunfar. ¿Es utopía? Sí (…) Se hará posible si los verdaderos líderes tejemos juntos con los dos hilos (utopía y realidad) y enseñamos a tejer a millones”.
Al terminar de leer el comunicado, Moronta, vicepresidente de la CEV, aprovechó la presencia de los medios de comunicación para rechazar la elección de Luis Parra como jefe del Poder Legislativo. “En un país que necesita la unidad y un mensaje de dignidad humana, lo que está aconteciendo desdice de lo que identifica el ser venezolano. Espero que la racionalidad se imponga”, precisó.
Mirada al mundo
El nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, destacó que el año 2020 comenzó con “vientos de guerra” por la desorientación y los grandes delitos contra la paz. La Iglesia Católica, en sintonía con el mensaje del papa Francisco, ve con preocupación la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los enfrentamientos religiosos en el mundo y el empeoramiento de la emergencia climática.
Sobre Venezuela, el nuncio calificó los hechos del pasado 5 de enero en la Asamblea Nacional como una página “triste y oscura” que atraviesa el país en un contexto en el que la prioridad es la paz.
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