Choferes resisten a la precariedad para mantener el servicio de transporte estudiantil en la USB y la UCV

Las universidades públicas en Venezuela tienen un déficit presupuestario profundo que ha afectado el parque automotor de dos de ellas. En la UCV tenían 10 unidades en 2022 y en 2023 disponen de tres, mientras que en la USB pasaron de 26 autobuses en 2019 a ocho en 2023.

Caracas. Cada mañana los hijos de Juan Montiel caminan siete cuadras para llegar a su escuela en La Florida, municipio Libertador. El padre, desde que tenía 16 años, se ha desempeñado como transportista en la Universidad Simón Bolívar (USB). Han pasado 26 años desde que lleva estudiantes, aunque sus hijos deben caminar. 

Juan y sus hijos, de siete y nueve años, recorren 14 cuadras al día para ejercer su derecho a la educación. El sueldo de Juan no les permite pagar el transporte mensual, además, las camionetas de pasajeros no son muy regulares por la zona en la que viven. 

Juan gana 260 bolívares mensuales, pero también se rebusca con otros trabajos como chofer particular. Le debe la experiencia y los contactos a la universidad, es por eso que no se retira de su cargo como supervisor de transporte. 

Ahora estamos comiéndonos las verdes, pero pronto llegarán las maduras, no podemos abandonar a los estudiantes cuando más nos necesitan.

Transporte
Las unidades de transporte de la USB son de larga data, es por eso que requieren mayor mantenimiento y recursos para mantenerse en funcionamiento. Foto: Manuel Díaz

Las universidades públicas en Venezuela tienen un déficit presupuestario importante. La nómina de trabajadores la maneja directamente el Estado y esta es una de las razones por las que no llegan recursos.

El sociólogo y secretario de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Amalio Belmonte, aseguró que el ente encargado de todo el presupuesto referido a transporte es el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, a través de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu)Ese gasto forma parte de las providencias estudiantiles que también incluye el presupuesto del comedor universitario.

Venencio Campos, delegado sindical de Transporte de la UCV, puntualizó que desde hace siete años el Departamento de Transporte de la universidad no recibe recursos económicos para reparar las unidades que tienen. 

Foto: Manuel Díaz

El martes, 7 de febrero, se reactivó el servicio de transporte en la UCV con tres unidades para prestar el servicio a los estudiantes y trabajadores.

Campos aseguró que el deterioro del salario y el déficit presupuestario han venido de la mano. El detrimento ha estado presente tanto en las herramientas de trabajo como en los trabajadores. 

Infogragía de transporte universitario

Canibalización y venta de chatarra 

Caparazones vacíos se aprecian a primera vista en el estacionamiento del departamento de transporte de la UCV. Los autobuses que antes solían transportar a estudiantes hoy son solo chatarra

Los carros que fueron asignados a los directivos están desmantelados. Con las unidades de transporte que fueron desincorporadas, el sindicato decidió, por la vía legal, generar ingresos por la venta de esta chatarra para ser reinvertido en las que están en funcionamiento

La ministra de Educación Superior, Tibisay Lucena, aprobó unos insumos para el transporte de la UCV. Campos no sabe con exactitud cuál es el monto recibido. Sin embargo, sí sabe que no es suficiente para reactivar todas las unidades. 

Explicó que se espera reactivar tres unidades más lo antes posible y agregó que Lucena ofreció más presupuesto para avanzar en el tema del transporte. 

Foto: Manuel Díaz

Ahora tenemos seis carros, pero solo podemos sacar tres porque no tenemos más gasoil. Los lubricantes también se deben tener a la mano, dijo Campos.

Belmonte agregó que el parque automotor de la UCV es bastante escaso y tiene un grado alto de obsolescencia. Los autobuses funcionan con gasoil, que lo proveen solo algunas estaciones de servicio. Hace algunos meses el Gobierno declaró que el gasoil era un bien estratégico y eso generó dificultades para comprarlo por la alta demanda. 

Los recursos naturales estratégicos son aquellos elementos útiles para el hombre que brinda la naturaleza y que un Estado considera esenciales para su seguridad. 

Belmonte puntualizó que incluso el ministerio tiene problemas para adquirir gasoil, eso hace que sea aún más complejo para las universidades. Hasta hace poco era aún más difícil porque siendo un bien estratégico había que justificar para qué se iba a usar y quién lo usaría

En el caso de la USB, al regresar a la universidad luego de la pandemia de COVID-19, los transportistas se encontraron con tres unidades activas, de 20 que tenían disponibles, pues gran parte de los transportes estaban desmantelados en los talleres del campus. 

Ramón Suárez, director de servicios de la USB, explicó que el mantenimiento del transporte universitario antes era responsabilidad de una empresa privada –que no quiso identificar– y tras regresar a la universidad, encontraron las 20 unidades en malas condiciones

En la UCV muchas de las unidades de transporte fueron desmanteladas para ser vendidas por partes y reinvertir el dinero en las unidades activas. Foto: Manuel Díaz
Un tema resuelto y otro por resolver

Largas filas, entre cinco a seis horas, esperaban los conductores de la USB para poder surtir gasoil. Suárez contó a Crónica.Uno que cuando se reactivaron las clases presenciales esta fue una de las problemáticas. 

Actualmente, luego de que los directivos realizarán una serie de peticiones se pudo concretar que los choferes surtieran gasoil en la estación de servicio de La Bandera, donde tendrían que hacer colas cortas. 

 Dos o tres unidades bajan y surten gasoil, se tardan entre una y dos horas, a veces es más rápido y es totalmente gratuito, subsidiado, dijo Suárez.

La información de los conductores se maneja por la OPSU y allí los conductores de la USB están debidamente identificados con la unidad que manejan y así se les otorga el subsidio. 

En la UCV, este no es un problema resuelto, de hecho, los recursos que se recibieron fueron directamente destinados al gasoil para la semana en curso, de no tener más financiamiento se tendría que suspender nuevamente el servicio, según Campos. 

Transporte
Foto: Manuel Díaz
Acuerdos laborales 

La USB tiene 16 transportistas en nómina, sin embargo, no van todos a diario. Solo asisten siete por día y se turnan para trabajar solo dos días a la semana. Suarez explicó que esta fue una resolución propuesta por los trabajadores por los sueldos insuficientes que reciben. 

Así, en los días libres pueden dedicarse a otras labores que los ayuden a llevar alimentos a sus casas. Juan Montiel necesita al menos 760 dólares quincenales para alimentar a sus hijos y cubrir los gastos básicos.

Además, Montiel tiene una abuela de 91 años de edad que depende de él económicamente.Dios está viendo las buenas obras y lo bendice a uno, yo me paro bien temprano para venir, y Dios me ayuda a conseguir otros trabajitos para completar

A los trabajadores de la USB se les incentiva con un almuerzo balanceado que reciben del comedor de la universidad. El menú casi siempre consta de pollo, preparado y acompañado de diferentes maneras. 

En la UCV el caso es similar, los transportistas tienen flexibilidad de horarios, pues Campos está consciente de que muchos son cabeza de hogar y deben llevar la comida a sus casas. 

Para ganarse las cosas hay que trabajar, quedarse en la casa no es una opción y el gremio de transporte de la UCV lo sabe, no vamos a dejar caer los autobuses que tenemos, dijo Campos. 

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