Colegio de Bioanalistas de Sucre alerta sobre cierre técnico de los laboratorios públicos

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Falta de agua e insumos pone en evidencia 85 % del cierre técnico de los servicios públicos de bioanálisis en el estado Sucre.

Cumaná. Los laboratorios de bioanálisis aportan 70 % del diagnóstico clínico de un paciente. Sin embargo, el deterioro de la red de salud pública persiste, mientras la red privada aunque se esfuerza por garantizar los servicios, también debe cumplir con la normativa del ejercicio profesional.

A pesar de que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su Artículo 84 establece la gratuidad de los servicios de salud, los pacientes deben llevar los insumos que garanticen su atención

Es el caso de María Elena González, quien requiere un perfil tiroideo y, sin embargo, en el Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa), debe llevar hasta la jeringa para que le extraigan la sangre.

De acuerdo con el balance del Colegio de Bioanalistas del estado Sucre, el laboratorio general del hospital de Cumaná trabaja a 60 % de su capacidad y el de emergencia a 70 %.

“Todos los pacientes del hospital son atendidos entre el laboratorio general y el de emergencia, además del diálisis, que son los servicios que -algunas veces-, tiene material” indicó Pedro Carvajal, coordinador bioeducativo del Colegio de Bioanalistas del estado Sucre.

Aseguró que la red ambulatoria y los hospitales municipales presentan un cierre técnico que alcanza 85 % de los laboratorios.

El mayor problema que presentan los laboratorios públicos para su funcionamiento es la falta de suministro regular de agua potable.

Carvajal precisó que al Huapa llega el servicio dos veces a la semana, mientras que en el Hospital Santos Aníbal Dominicci de Carúpano, el agua es salobre y no sirve para el funcionamiento de los equipos. Tanto el centro de salud como la colectividad esperan la puesta en funcionamiento de una tubería macro que garantice el suministro.

Destacó que hasta el año 2007, pese a las limitaciones imperantes, el laboratorio del Huapa era considerado uno de los mejores servicios públicos del oriente del país, igual que los de micología y bacteriología, que hoy día no cuentan con reactivos.

El dirigente gremial puso de manifiesto el valor del personal que se mantiene activo. Sin embargo, advirtió la necesidad de generar una política local y regional para mejorar los servicios.

Evitar el intrusismo

Por otra parte, Pedro Carvajal reconoció que en la red privada de laboratorios hay mayor acceso a insumos y reactivos a través de empresas constituidas para la importación de productos de calidad. Sin embargo, advirtió que hay en el mercado materiales de dudosa procedencia, que no garantizan la calidad de los servicios.

El Colegio de Bioanalistas adelanta una campaña por la legalización de los laboratorios de la entidad.

Los laboratorios deben estar inscritos en el Colegio de Bioanalistas según lo establecido en la Ley del ejercicio de Bioanálisis, así como el Código Deontológico. Aunque cualquier persona que cuente con los recursos económicos puede abrir las puertas de un laboratorio, el manejo del servicio debe coordinarlo un bioanalista inscrito en el gremio.

La Contraloría Sanitaria se encarga de supervisar el cumplimiento de la norma. Sin embargo, el Colegio de Bioanalistas certifica el cumplimiento de los requisitos para evitar el intrusismo.

“Conocimos un caso en Carabobo de dos biólogos que firmaban los estudios como si fueran bioanalistas. Y en Caracas hallaron un laboratorio improvisado en un kiosco, mientras en el piso 14 del edificio, había una máquina donde se imprimían resultados a discrecionalidad”, detalló Carvajal.

El coordinador del Colegio consideró que la problemática empeora porque el sistema de salud está destruido.

La representación del gremio de bioanalistas realizará una gira por la península de Paria para identificar los laboratorios legalmente constituidos. Para identificarlos entregará calcomanías a aquellos que cumplan con los permisos sanitarios que establece la legislación, con laboratorios y bioanalistas colegiados, así como el acatamiento de las normas mínimas de funcionamiento laboral.

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