Mirla Pérez, directora del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno, explicó que para los habitantes de las comunidades hay una aparente ausencia de expectativas por que el Estado resuelva las carencias.

Caracas. 93 % de la población venezolana preferiría no tener que depender de las bolsas o cajas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), sin embargo, la actual crisis económica hace que al menos 43 % de la población en las comunidades se vea en la necesidad de recibirlas.

Así lo reveló el más reciente informe anual del sobre Dinámicas Populares del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno, que realizó 638 entrevistas cualitativas, en 16 estados del país, para estudiar la dinámica actual.

Mirla Pérez, directora del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno, explicó que la investigación reveló dos puntos: el primero, una aparente ausencia de expectativas por que el Estado resuelva las carencias de las personas; y el segundo, la integración de lo comunal desde el punto de vista de una ocupación territorial.

Lo comunal no es comunitario, es más bien una especie de ocupación que se ha venido imponiendo por la fuerza. La violencia no es algo exclusivo solo del ámbito militar.

Comunidades
Profesora Mirla Pérez.| Foto: Héctor Antolínez

La profesora Pérez, indicó que estos dos ámbitos coexisten dentro de las comunidades. Lo comunitario enfocado en lo tradicional y en el apoyo entre vecinos. Y lo comunal, enmarcado en el control social que desde el Estado se ejerce hacia la población.

Añadió que la relación de los vecinos con las instituciones comunales son únicamente de aprovechamiento y no porque realmente crean en el proyecto político chavista. Una prueba de esto es la presencia de los CLAP en 89 % de las comunidades, versus las Redes de Articulación y Acción Sociopolíticas (RAAS) que son netamente ideológicas y que solo se reportan en 14 % de las comunidades.

Reaparición del analfabetismo y los bajos ingresos

La investigación del Centro de Investigaciones Populares también reveló que el analfabetismo, uno de los fenómenos sociales que se pensaba erradicado en Venezuela, ha resurgido producto de la crisis humanitaria compleja.

En este sentido, se registró que 4,5 % de las persona que viven en las comunidades monitoreadas no saben leer ni escribir.

Sin embargo, al momento de analizar la información académica de la población se determinó que 34,2 % culminaron sus estudios de secundaria; 28,3% son profesionales universitarios y 18,3 % son estudiantes universitarios.

Con respecto a los ingresos que perciben los vecinos en un mes, 26,7% de los entrevistados respondió que recibe salario mínimo. Y 23, 9% de las personas reportaron que cobran entre $40 y $60 mensuales.

Este bloque, que en conjunto sus ingresos no superan la canasta alimentaria –que en abril cerró en 368 dólares–, representa más de la mitad de la población entrevistada.


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