La poca distribución de gasolina en la entidad larense se ha hecho recurrente, a pesar de los pocos anuncios del Ejecutivo estadal sobre la presunta normalización de la situación.

Barquisimeto. A pesar de que Lara es la encrucijada de varias vías que conectan a los estados centrales, occidentales y andinos, el estado es uno de los más afectados por la escasez de combustible. Las largas filas de vehículos en sus ciudades, sobre todo en la capital, se han vuelto un paisaje cotidiano.

En muchas estaciones de Barquisimeto, incluso en las dolarizadas, cientos de conductores de motos y carros esperan todos los días, bajo el inclemente calor propio de estos meses, para abastecerse de combustible.

En lo que va de 2023, el problema en la distribución de gasolina se ha agudizado. Nuevamente provoca ansiedad entre los usuarios, que se han visto en la necesidad de madrugar o pernoctar en las colas, para acceder a algunos litros de combustible. Muchos no tienen tiempo de hacer las colas durante el día por razones laborales.

De aquí salgo directo para mi trabajo”, comentó Manuel Uzcátegui a Crónica.Uno, mientras esperaba dentro de su carro luego de haber pasado la noche en la fila.

Durante un recorrido realizado por Crónica.Uno, por varias estaciones de servicio de la capital, se constató que los conductores abarrotan las estaciones de servicio, mientras conversan entre ellos o se quejan por la falta de seriedad del gobierno regional para revertir la situación.

Gasolina
El panorama diario de las estaciones de servicio en Lara es el mismo. Motos y carros convierten las calles en un estacionamiento. Foto Yelitza Figueroa

Los choferes aseguraron que desconocen las causas de la poca distribución a la región. Buscan información por redes sociales o grupos de mensajería.

Aquí nadie dice nada, el gobernador dice que sí se va a solucionar, que ya viene, que pronto, pero nada. Él sí se la pasa viajando por todo el estado y en Semana Santa nos invitó a Cubiro, pero con qué gasolina. Él sí tiene, nosotros no”, se quejó uno de los conductores.

Trágicos desenlaces sin responsables

En el municipio Torres, aseguran que la situación es más crítica porque solo funcionan ocho estaciones de servicio. En el resto de las parroquias de esta zona, no llega el combustible.

Recientemente, se supo del fallecimiento de una mujer embarazada en el municipio Torres, por escasez de combustible. Yarisa Campos, de 34 años, presentó el 23 de marzo, una complicación mientras la ambulancia que la trasladaría al Hospital Central Antonio María Pineda, de Barquisimeto, fuese cargada de gasolina, en la estación de servicio Mejías.

Familiares denunciaron que por lo complicado del caso y a pesar de la presencia de médicos tratantes, incluso del director del Hospital Pastor Oropeza, de Carora, la negativa para abastecer la ambulancia de combustible en la gasolinera fue rotunda.

Esta situación generó un rechazo colectivo por la falta de empatía y la falta de respuesta gubernamental en el apoyo a las ambulancias, al presentarse una emergencia.

El prefecto del municipio Torres, Elvis Méndez, señaló en su cuenta de Instagram que iniciarían un proceso de investigación sobre el caso, pero desde zona, aseguran que hasta la fecha no se han establecido responsabilidades legales.

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